LUCÍA EUGENIA ORELLANA (Guayaquil, Ecuador) es escritora, docente, psicóloga e investigadora social. Sus cuatro poemarios anteriores han sido publicados en Estados Unidos y el Reino Unido; el más reciente, Extrañamiento (2023), en España, por Valparaíso Ediciones. Sus textos han aparecido en más de una docena de países, en revistas literarias y antologías como Latin American Literature Today, Latin American Literary Review, Tin House y Tales of Two Cities: Singapore and Hong Kong. Fue profesora visitante en el Departamento de Español y Portugués de New York University, donde obtuvo un Máster de Escritura Creativa. Lucía disfruta la compañía de su familia y caminar con Luna, su hija canina, sobre todo en el otoño. Más detalles sobre su escritura y publicaciones en notesfromlucia.
Reciclaje
Nacida
sin pasteurizar
con aureolas
y
aura
desde
el amor cóncavo
de mi madre
el amor métrico
de mi padre
urdida
con la materia
de pitahayas
salamandras
y luciérnagas
(el 60%
de mi ADN
en cuerpos alados)
hasta
reencarnarme
en el polvo
que ya soy
del poemario Extrañamiento (Valparaíso Ediciones, 2023).
En la ruta del mar
Conduzco por la ruta de la costa,
espléndida en su soleada soledad;
ventanas abiertas, viento del Pacífico en mi rostro,
gafas de aviador, resignada a tierra firme.
El mar brama espuma contra el farallón
y el cielo se ha tornado, intempestivo,
del color de un muro de piedra
incrustado de plomo.
Rock pesado estremece mi móvil
y se entremezcla con la lluvia,
tamborileo duro, incesante,
como si el muro de piedra se viniera abajo.
Paso por caseríos vacíos,
sus rutinas inundadas.
Sombreros de paja cuelgan de los dinteles de los quioscos,
extemporáneos y brumosos.
Veo bandejas con cocadas y melcochas
sobre mesas techadas con manteles
de plástico, guarecidas.
Sus sabores me asaltan el paladar
pero nadie vende nada,
no en este diluvio.
Botes de pescadores yacen
sobre la arena ennegrecida.
Las redes desparramadas alrededor de ellos
son gigantescas mantarrayas
contra el gris del horizonte.
Me pregunto si habrá pescadores
atrapados en el vendaval, perdidos,
sus botes a flote a duras penas.
Pero no hay nadie en la orilla
esperando, avistando el mar.
No hay peligro, me digo,
no hay peligro.
Una versión previa de este poema fue publicada originalmente en 2018 en la revista The Acentos Review. La versión en inglés fue incluida en la colección Sea of Rocks (Unsolicited Press, 2018).
Basquiat en clave de plaga
el día se rompe y se repara como una cicatriz
el tiempo
es una mancha informe
dientes calzados con decibeles
plantas secas que surgen de la voz
brazos tentáculos pasmados
para que no alcancen y no toquen
si el amarillo envuelve el blanco carece de rostro
a veces un perfil no nos miramos
auras desdibujadas más bien huecos
desconectadas de ojos y cerebro
con gatos o conejos hidráulicos en vez de corazón
lápices como cohetes mal guiados
todo es un afuera desde este adentro
que no permite distinguir una pagoda de un petardo
los gruesos trazos los gemelan
y la cara sigue siendo un grito
y la huida es hacia arriba hacia el aire virulento
empujados por el golpe
de un pasado
en el que traicionamos el futuro
Poema publicado originalmente en la Antología III de la Feria Internacional del Libro de New York City e inspirado en los trabajos de Basquiat, particularmente en la obra Pyro.