JHONNY SÁNCHEZ OBANDO es un Magíster en Literatura (Universidad de Barcelona) y en Guion Cinematográfico (Universidad de La Rioja), cursa una Maestría en Escritura Creativa. Cineasta, actor y escritor, ha publicado poesía en Colombia, Ecuador y en Amazon Kindle (Internacional). Sus largometrajes y cortometrajes se han proyectado en festivales de Hispanoamérica y EE. UU. También ha ejercido como director editorial. Ecuatoriano/estadounidense.
MENGUARTE
Aletargado, pálido, como tierra dormida
aterricé… pero era agonía
era un mar sin sal, y tu mirada: amarga, vinagre, vacía;
aquí todo se está inundando, temblando, derrumbándose
una parte, sin embargo, se está forzando;
incluso la muerte que éramos tú y yo, parece ya no oxidarse.
Mi cuerpo, que antes quería esgrimir, ahora se conforma con una playa a tu lado
esta y todas las brisas que sigan;
en el trópico, desiertos, cosas, quesos, tontos y rotos
y tú.
Y eso, para mí, ya es motivo suficiente de resurrección el primer día.
La espuma que escupe lo seco
y, aun así, el caos es espléndido contigo.
Derramarme sobre ti fue tocar a Logunedé en la tierra: un edificio magnífico donde cada piso tenía una flor abierta
un arbusto de sombra y luz: tu blanco cuerpo, mi oscuro cuerpo.
Yin y Yang.
Compañeros de letras, de poemas, de películas y canciones.
Ayer hice ejercicios, comí rico, sudé en tu nombre;
no es una apología al dolor, no
en California cualquiera podría perderse, y yo, sin embargo, solo pienso en tu lengua partida.
Por si acaso mañana me evaporo, y si no llego a despedirme, quiero que sepas —sin pausas ni adornos— que estas eternidades fueron todo de tanto nada.
Si un día dejo de estar, entiéndelo sin reparos: en medio de Mercurio Retrógrado y de los tiempos, tu sombra fue un magnífico aliento.
Geografía costera.
Cantos medicinales.
Café por las mañanas, vino y cabaña.
Métrica imperfecta, cuartillas despiadadas.
Verano.
Anoche soñé que me abrazabas y de rodillas me rogabas erupción. Luego nos fuimos al mar.
VOY A NADAR
Te voy a coser estas hormigas porque sé que nunca las vas a alcanzar, y eso me pone a bailar
en esencia, el golpe así no dolerá.
Me voy bosque adentro
y si pasa lo que tanto temo, ya no estaré circundando en tu terreno.
Seré viento, lluvia, fuego.
Y no, no quemaré la casa
no arderá el venado que me cuida.
ni la estrella elegida se deshará
mejor que eso: ya no serás.
Mientras tanto, te confirmo que aún te pienso
que todavía la vaga esperanza de galoparte una noche me cambia los días de hastío.
Mi piel color tabaco encima de la tuya, caballo blanco y desenfrenado
un respiro.
Voy a nadar
me he comprado un río
agosto va después de ti.
AZORADO
Perturba esto de oler a ti
este catastrófico
deshumano
y asonante olor a ti.
No rima con nada
no hace par
eleva, solo eso
me moja sin agua.
Es como sudor,
mangle, immensurable
pantano, estero
el salado, el sucio.
Y no cesa.
Una mañana desperté
y por un instante
te creí olvidado.
Falacia, putrefacción
mentira, languidez
aún rondabas, sí
en la casa vacía.