21. Año 9: Carolina Bustos Beltrán | Calamidades domésticas

CAROLINA BUSTOS BELTRÁN (Bogotá 1979) Poeta, narradora, traductora y docente, reside en Francia desde 2003. Ha vivido también en Portugal y España. Es autora en relato de Sueño Stereo, Caza de Libros (2014) y Altazor (2017). En poesía de Polifonías Dispersas -Un Libro por Centavos- Universidad Externado de Colombia (2018), Estación tropical y otros poemas sinuosos, Nueve Editores (2020) y Lecciones de UrbEnidad, TaBogo y otras ciudades recorridas, Nueve Editores (2022). Sus poemas, relatos y ensayos han sido publicados en antologías, revistas y blogs. Ha sido galardona en cuento, relato breve, escritura dramática y poesía en España y Colombia. Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés, al portugués, al alemán, al inglés, al chino y al italiano. Ha participado en diversos festivales y encuentros internacionales literarios. Es cofundadora del colectivo artístico Crue Poétique. Lee en el RER A y es madre de Tomás.

 

 

 

 

Del poemario en proceso de edición Calamidades domésticas

 

 

 

LA ÚLTIMA NAVIDAD DE LA INFANCIA

 

I

 

Falta poco para abrir ese regalo mágico.

El que nos salvará

de la realidad,

el que suspenderá

las manecillas del reloj a la media noche.

 

El niño no se olvida de serlo

a pesar de estar desahuciado de su condición

con el paso del tiempo.

 

El adulto aguarda en silencio,

no quiere ver

el horror de la fantasía.

Sin pensarlo un segundo

aprieta el gatillo

y despide sin piedad

la última Navidad de la infancia.

II

 

En la caja entrarán los enseres de los días felices:

un árbol artificial, un pesebre con todos sus miembros,

la familia trío que nunca se deshace

con sus convidados «reales»

que siempre sonríen

y traen regalos,

incluso con su buena estrella que siempre brilla.

Aun así, vuelven una y otra vez a la caja

que los protege de la realidad del año que se avecina.

 

Desahuciados, regresan a la cava

fingiendo en su estado aglutinado

la mueca de la familia feliz (bis).

 

III

 

No puedes odiar a la gata

porque maúlla y rompe

lo que ya está roto.

En apariencia todo está bien

y las bolas brillan y resplandecen en aquel pino

que compraste en Carrefour.

 

Los más dignos han dejado la farsa

y han dicho «adiós» en el momento no adecuado.

¿Cuál será, entonces, la hora propicia

para estallar con estas luces mágicas?

¿Cuándo dejaremos de ser luz de otros,

para ser destello de nosotros mismos?

 

Ha nacido la Mesías con vulva de niña

fue concebida por el frotar de los cuerpos

no es la hija de una virgen.

 

El pino desmembrado

parte en una caja

antes del veinticinco.

 

La gata vuelve y maúlla

pero tú ya no lloras.

 

 


 

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