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Ale Pastore, seudónimo de Alessandra María Chávez Maggi (Lima, 2 de febrero de 1975) es comunicadora social y audiovisual de profesión. Ha llevado distinto cursos de pintura, escultura, cerámica, letras entre otros en el transcurrir de su vida, siempre relacionada al arte. Alessandra es compositora de su propia vida y Ale Pastore es, quizá, la más notable de sus creaciones, seudónimo surgido en redes sociales y que conmemora el legado de su abuela, además de brindar un tributo a sus recuerdos y escritos de infancia a través de @_alepastore. Además, es empresaria y cofundadora de Latidos del alma, organización mediante la cual se plantea el propósito de generar una transformación social a través de la poesía y la lectura, fomentando su mensaje personal e impulsando acciones colectivas con poetas hispanos del mundo, que comparten su misma pasión y visión a través de la instalación de bibliotecas comunitarias en distintos puntos del país. Actualmente ya son seis bibliotecas funcionando. A finales de 2020, publica La distancia del tiempo (Gambirazio Ediciones), su primer libro, que reúne lo más destacado de su poesía desde los primeros versos hasta su etapa de madurez creativa. La obra está dividida en cuatro poemarios: «La dama del árbol», «Sin prisa, sin pausa», «Antes de morir por costumbre» y «En la claridad de tus formas» y, en ella, el lector es testigo del crecimiento de Pastore, su evolución emotiva y potente, con aroma de añoranza perpetua y el amor como insumo esencial de su discurrir. Parte de los poemas que conforman La distancia del tiempo, además de uno inédito, fueron incluidos en la Antología de poesía peruana escrita por mujeres durante los siglos XX y XXI, llevada a cabo por la Academia Peruana de la Lengua. Este libro está a cargo de la docente universitaria, poeta, editora, crítica literaria y promotora cultural Eliana Vásquez Colichón. Actualmente, se encuentra trabajando en el que será su segundo libro de poemas y en el que se podrá apreciar a una poeta mucho más madura, asentada, pero que no abandona sus raíces románticas ni su templanza. 1) PLAYA VILLANA Llega con la primavera el olor a la mar bravía, olor que la calma remarca como oleaje tan ajeno a la paciente indiferencia y los mambos de noche a su agonía. Soy esa brisa pausada que en silencio mora, ese canto que estremece al remontar la ola, la paciente marea que llega con la victoria de quien ausente pesa en su memoria. A ti, sonido profundo lleno de sabiduría, melodía a mis sueños con tal algarabía . Tan polvo y arena te has convertido, tan tiempo y fragmento cuando te han desvalido. Habitas y caes en desesperanza absurda, mientras te observo entre hojas de seda vieja, ignorando la vida, ignorando el momento. ¿Quién te ha dicho que no pretendo cambiar tu sola tristeza por alegrías? ¿Quién ha borrado tus sueños que brillaban en tus días? Desde mi playa villana… 2) REFLEJO I Mirarte. Es disfrutar de un día nuevo, de amaneceres suaves y tenues, que te envuelven pausadamente para cubrirte de luz, color y armonía sin importar la hora, ni el mediodía. II Mirarme. Es tallar mi corazón con la luz delicada de tus ojos, como cincel a mis sentidos. Juego en el resplandor de tus pupilas, brillando todo mi ser, a borbotones mi alegría. III Sentirte. Es morir de felicidad, abrazarte acariciarte besarte lentamente, desordenar mi ser sonreír a deshoras despejar mis miedos Adorarte… IV Sentirme. Es verme en ti buscándote en deseo, recorriéndote en cada rincón entre pájaros y cielos, arrullándote el alma de puro sentimiento en pluma fina, grabada pasión en la distancia de tu cuerpo. V Amarte. Nunca fue tan fácil, porque eres mi constante AMOR Y SENTIMIENTO. 3) SOY Soy de hierro y amapola fragmento y completo, con la fuerza de mis manos zarandeo mi talento. Son mis piernas la distancia abriendo paso en mi camino, y en los ojos encuentro siempre un cristal donde me admiro. Nadie dijo que era fácil concederle vida a las derrotas, nadie puso en mi equipaje ese mundo a cuentagotas. Canta mi corazón y me avisa si se detiene, como la arena en el reloj que el momento no mantiene. Soy de hierro y amapola, fragmento y completo, la luz de mi propia aurora alegría de mi olvidado tormento. 4) DE POLVO DE ESTRELLAS EN MI PIEL DELICADA Naciste luna resplandeciente, llena de luz, regalo del cielo sol enamorado, mar atónico paraíso de contrastes, sinfonía de amor y ternura. El universo te cubrió de estrellas, decorando tu piel, cada mañana, evocando que eres parte de él, neutrino de su alma. Estrellas que brillan y otras que se apagan, planisferio en tu piel, recuerdo, belleza, adorada. Destellos de luz, escondite del alma, piel suave, celeste dulzura, tatuaje del universo, pluma y hermosura. Caminos rosas, decoran tu cara son besos de la noche que no importan nada. El universo me quiso camino sonrosado de polvo de estrellas en mi piel delicada, impredecible fortuna. Agradecida por sentirme tan bendecida y amada. 5) DONDE NACE LA HERIDA Donde viste la vida calza la tierra, donde pierde fortuna desdicha su condena. Donde apuesta a ti arriesga a la nada, si gana el amor brilla el sol si pierde noche soy. Con vida avanza de mi quietud esperanza, sin ella se detiene el tiempo mi muerte no descansa. Donde nace la herida la herida sangra, el amor la cura y la vida alcanza. Vida, que vuelve y vuelve suavemente a su muerte. Bruma que adorna de dicha mi alma. —¿Y la herida? Cautiva rebalsa. En tus manos en tus ojos en tu cuerpo en mi sed. 6) DONDE LA NADA EMBRUJA Nunca es igual, nunca, una mañana a la otra, una puerta entreabierta, un patio de cemento. Apenas me mantienes, sobre sábanas blancas esperando el sol. Otras veces, cuando llegas mañana, es el sol quien me devora la lluvia quien moja, pies fríos, descalzos, húmedos. —¡Ahí estás! El mismo patio. La misma puerta. Esta vez cerrada, donde la nada embruja sobre mí, aferrada en el tiempo que quita el aliento. Nunca es igual, nunca, una mañana a la otra, más siempre llega y sostiene en un puñado las cenizas.
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Coincido plenamente en la templanza de lo romántico, que no hace más que describir perfectamente la esencia de Ale Pastore, además de transmitir desde la bondad suya a todos sus lectores.
La madurez de lo romántico en Alessandra se consagra en cada verso que cuelan cada sentimiento, a plenitud está canalización del amor nos toca muy hondo, y como lector el Eros Influye a abrirnos – dejando la frivolidad en la pureza tangible de aquel amor dual.