Andrés Gómez | Esta no es un campo de plumas

ANDRÉS GÓMEZ (Silao, México, 1996) Editor de la revista Granuja. Ha sido miembro del Fondo para las Letras Guanajuatenses en 2015, 2017 y 2020. Su obra ha sido publicada en las antologías Círculos de agua (Ediciones La Rana, 2018) y Diez poetas de Guanajuato 1982-1996 (Punto de Partida, 2018); y en las revistas Estrépito, Hermanas de Shakeaspeare, Monolito, El canto del ahuehuete, Polen UG, Favor de Interrumpir, Poetripiados y El ocaso de las letras.

 

 

 

 

enrotulados los pensamientos suicidas

a los que convida el aburrimiento de los reality

se dirigió hacia el refrigerador

y las luces led del futuro

le quemaron las pupilas

venosas de tantos videos de youtube

 

busca “videos de musica triste para llorar en ingles”

-rolitas para llorar hasta quedarse dormido ¿estás bien?

-playlist para llorar un ratito :c

-¿confirmamos que todos lloramos con esta canción?

-esta canción te hará sentir vivo

 

siente cómo el cerebro le palpita

al cruzar los caminos radioactivos

que llevan a ningun lugar

escoltados de mercadotécnicos

atisbos

entretanto, la eléctrica vibración

de la nostalgia pop

(democratización del hipotálamo)

nos revuelve las tripas

las aprieta

en el silencio neón

de nosotros mismos

contra la banqueta

 

acaso esta es la libertad,

el lujo de darme crisis existenciales?

 

 

Soy un poeta de textos desafortunados

y de ideas que se quedan temerosas

en un rincón de la lengua

húmedas y débiles

 

soy un poeta de textos desafortunados

enhebrándose huecos

en la maraña que se vuelve su cabeza

 

soy un poeta de textos

desafortunado en el momento

de la poiesis contractual

 

acaso mi yo poético

traiciona el negocio del verso

en el que me rompo

y al mismo tiempo sobre él vomito

un mártir de papel

enojado con la mediocridad

de ser sólo una maquina que se repite

con la mediocridad de ser sólo un maquina que se repite

de ser sólo una máquina que se repite

sólo una máquina que se repite

una máquina que se repite

que se repite

se repite

 

soy ¿un poeta?

en un texto des-afortunado

temblando en el margen

de la holgazanería

con tendencias a la lucha

en el espejo

siempre contra el mismo cobarde

que escribe dizque poemas

que dizque le hace a metaforear

desafortunadamente

textos que sólo contienen poeta

 

soy

un texto de un poeta

(rara vez)

afortunado

 

 

Esta no es un campo de plumas

 

sino una trinchera de venas espinosas

un rasguño de sangre en la pared

un puñetazo hirviendo en la cabeza

todo, menos la tímida caricia de una pluma

ni el privilegiado trino de un cardenal

o el canto macabro de un despelucado gallo de marfil

 

esta es un  llano de nombre desollados

un camino de sepultados silencios

la significación de todas la voces

ahogadas en la vibración de una bala

 

esta es el lenguaje arrastrándose

con las sílabas rotas

buscando el desmembramiento

del cuerpo poético

de la sombra líquida de una voz

intermitente entre las avenidas

repletas de siluetas

de chamuscadas sombras

 

esta no es el aplauso de papel

ni la vanagloria de oficina

sino el escalofrío periférico

de reconocerse en la ventana de un camión

y darse cuenta que esta, la poesía,

es irremediablemente un acto suicida

en el pelotón ácido de la existencia

la tromba vocal de quienes sobreviven

al violento acto de volver a despertar

 

así pues, la poesía no es un campo de plumas

sino un grito a la pared vacía

para que del otro lado quien escuche

rompa esa pared cada mañana

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *