CAROLINA OLGUÍN es poeta, ensayista y profesora de lengua y literatura nacida en Monterrey, México, en 1978. Autora de los poemarios Canicular (2019) y Libro de la vigilia (2014). Sus publicaciones han aparecido en revistas como Tierra Adentro, Revista de la Universidad de México, Letralia, Ablucionistas, así como en diversas antologías. Formó parte de la mesa de redacción de la revista Armas y Letras y del departamento de Ediciones de la Capilla Alfonsina de la Universidad Autónoma de Nuevo León; además, se encargó de la sección de poesía de la revista electrónica Levadura. Actualmente, imparte cátedra en el posgrado de la Universidad Metropolitana de Monterrey, así como cursos y talleres de redacción y escritura creativa. Fue la tutora invitada del ciclo 2022 del Centro de Creación Literaria Universitaria, de la UANL.
TRES
Por tres veces la entrega
Por tres días desenredar la línea que desde aquí
se monta en sí misma y abre fuentes aturdidas todas por la lentitud de un géiser
Abajo, arriba y al centro
cávase un túnel nada parecido a la ingravidez
un crisol idéntico a sus bordes acuosos
Es posible ver la televisión si se desea
usted frente a la pantalla en tercera dimensión
y perderse de este temperamento de la liquidez
esta impecable entrega subterránea
la única que merece descender
otros tres días de la mano
y por tres días más no temer las curvas
que aflojan la savia
de la dorsal clavada en el centro de la Tierra
cambiar algunos switchs de la corona voluta
la voluta voluptuosa de su ansia
tocar sus magnéticos broches
y anegarla unos tres años o tres palmos
cansarla
con tres vidas o tres ojos profundos
tres veces acuapifanías
ríos dulces de pura despedida
aleteo contra sangre
por tres veces la entrega:
la primera por el impulso
o la naturaleza de emerger
por el imán que todo lo regresa, la segunda
y la última será el primer concilio
triángulo de fuerzas
gracia que disuelva cualquier túnel
cualquier estrecho
por donde apenas pasemos
acabemos.
ACOMPÁÑENME ANTES DE PARTIR y sostengan este camafeo, que yo les daré de vuelta una corona cuando las garzas formen un triángulo sobre nuestras cabezas y una madriguera encontremos, antes de que caiga la tarde y los puentes se pongan sórdidos y doblemente habitados. En la copa de un sauce se mecía una garza hasta caer dormida y anidarse ya de noche en este camafeo al borde del río. Este fue el principio, cuando lo uno se multiplicó y lo manifiesto se ocultó. Puedo asegurarlo si ustedes asisten con el índice y el pulgar a la fragancia de esferas amarillas algodonadas entre las espinas del huizache más triste de enero. El desierto abre sus círculos con visión de agua, con oscura sed de madrugada, los signos perturba. Acompáñenme, que ya me voy, y la nieve cubrirá mi rostro a una altura en la que yo no sé si mis pulmones, de aquel perfume llenos, guardarán la miel para ver dorado al regreso cuando ceda la mimosa.
CANCIÓN QUE SE ESCUCHÓ VENIR
ahora que los oídos se abren sustanciosos y un calor recorre casi todo
nada sabemos del porvenir
estamos fríos, de una frialdad de pasmo
enlazados, sin modo de nombrar las alianzas
ahora con los oídos relajando la suculenta consagración
mancos retoñando manos
tocamos un poco la estela del relámpago
el presente desde sus esquinas de ósmosis nos mira
y nosotros, pobres
lo queremos mirar puros, mas la puerta
que conduce a su extenso prado nos despista:
niños mal peinados
desaseados
atraviesan un túnel de cristales
un zarzal de días de heno seco o humo denso
doblemente pobres sin poder nombrar la miseria
ahora con los oídos en una primavera transversal
como un hoyo negro que germina
se escuchan voces emanar de la tierra
multiplicarse en baja frecuencia ahí
donde ciertas partículas giran
buscando la luz.
Santa Rabia Poetry es un proyecto independiente cuyo compromiso es difundir poesía universal con una representación equitativa de autores en cuanto a género.
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