CATALINA GONZÁLEZ RESTREPO – NO EXISTE VIAJE SIN FANTASMAS Elí Urbinaseptiembre 12, 2021septiembre 12, 2021Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Catalina González Restrepo (Medellín, Colombia, 1976) es Licenciada en Español y Literatura de la Universidad de Antioquia y Magistra en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, ciudad donde se desempeña como editora de Luna Libros. Ha publicado los libros: Afán de fuga (Editorial Universidad de Antioquia, 2002), La última batalla (Pre-Textos, 2010) y Dos veces extranjeros (Pre-Textos, 2019), y las antologías Seis cancioncillas (de agua salada) y otros poemas (Universidad Nacional de Colombia, 2005) y Una palabra brilla en mitad de la noche (Universidad Externado de Colombia, 2012). Sus poemas han sido traducidos al francés, portugués, italiano, inglés, árabe y ruso. Conjuro Como quien debe recorrer muchos kilómetros para cumplir un conjuro, llevo las semillas de la selva lacandona al Viejo Mundo y las pierdo allí. En el viaje tenemos la sensación de que todo está por hacerse, que podemos ser otros, que el deseo no ha muerto. Vamos de un país a otro sin volver a casa y sentimos que somos dos veces extranjeros.Descenso Sé bien, oh soldados, que las palabras a nadie infunden valor La conjuración de Catilina, Cayo Salustio Crispo El cuerpo vuelve a conectarse con la tierra, sangra, muere, el agua corre. Ella acaricia un jaguar, lo abraza y el jaguar vuelve a la selva. No existe viaje sin fantasmas, busquemos un lugar sagrado para resguardarnos. Siempre hay que pagar el precio.Granada Te llamo y estás a 675 kilómetros en la barra de un bar. Tomo una cerveza de la nevera, vuelvo sobre tus pasos en esta ciudad amada. Sin que lo sepamos, nos unen milenios de historia. No hay dónde esconderse. Detrás de una puerta aparece otra y un nuevo jardín. No son sobras lo que te dejo, es lo que puedo darte. Soñamos con trenes, hospitales y maremotos. Como si la verdad no fuera una tragedia.Valparaíso Una ciudad hostil, peligrosa como los puertos, siempre al acecho, todos quisieran arrasarla y ella se devora a sí misma. La cordillera es una cicatriz, el mar una promesa incumplida. En sus laberintos pude huir de la muerte, pero en la calle encontré el cadáver de un perro.Marco Polo De niña sentí la fascinación por un viajero veneciano. De la serie que veía con mi padre cada domingo en la televisión permanecen algunas imágenes en mi memoria: la gallardía del actor, sus ojos penetrantes, paisajes y amores exóticos, cabalgatas y mares, una prisión. Vuelvo a la infancia para recordar lo que amamos desde el origen. Facebook Twitter