EDUARDO ALVARADO – RESPLANDOR Elí Urbinafebrero 13, 2021febrero 13, 2021Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Eduardo Moisés Alvarado Martínez (San Bernardo, Chile,1966) Primer Lugar a nivel regional de concurso literario “Pablo Neruda” (1984) Organizado por la ilustre Municipalidad de Santiago. Ganador del Tercer Lugar de Concurso Literario Poesía y Canto a nivel Nacional e Internacional, 100 años de Violeta Parra, Premio Cóndor Mendocino Argentina 2019 y 2020, por su trayectoria literaria y Premio estrella argentina por su trayectoria y talento 2020. OH PEÑAFLOR ¡Oh me huele a tierra ¡ Un instante una vida un recuerdo Aquí donde nace la vida humilde y sencilla Un halo de paz y esperanza Aquí donde nace y termina el ocaso Aquí donde hay campos agrestes El trapiche centro coloquial de los santiaguinos, Me huele la tierra a mapuche y a manzanares En la copa de los arboles los pájaros de mármol Épocas pasadas en baúles de recuerdos Caminos de tierra y arcilla amarilla o roja Sol de oro, luna que corre en el campo Mi peñaflor amado Todavía quedan poemas de casas de cuentos Fachadas de historia y paja Y un lugar de muchos ríos y flores Y arboles afanosos Esta el humedal de diversidad de aves Y plantas acuáticas. Oh ríos y canales que llevan esencias del pasado Oh tonada de pan amasado y poesía de pasajes tejidos Oh rondas de palomas de papel infladas y achuradas Y muchos perros ovillados son como atrapa sueños Y muchos amantes coloridos Oh juegos de infancia pelotas de papel. El lechero en algún campo olvidado Y la vieja alteza de madera con tomates de mi abuela Y la pélela enlosada con matas de menta y orégano para el mate Oh viejos juegos de barrio La rayuela el volantín palo encebado El trompo. Y el tiempo durmiendo en las casas olvidadas Oh aquí huele a tierra húmeda Me huele a tierras pasadas y batallas Este es mi peñaflor querido Soy poeta de barrio del alma y almo A lo lejos soldados inmensos Y sauces chascones y el campo bien pintado. Y se eleva la virgen del cerro llena de leyenda. ¡Oh curamapu¡ (tierra adentro) La voz del aire y la naturaleza cantan y canta De un baúl de recuerdos Y la tierra húmeda de mi lindo peñaflor Oh carrizal florido, Me huele a mermeladas caceras y bellos contorneados quesos blancos. Y sus grandes arboledas de árboles plátanos orientales, llenos de historia y testigos Absolutos de peñaflor. Que melancolía en el corazón, La nostalgia de lo que se va y se pierde entre casas de adobes y campanarios Que cantan sobre las casas añosas de mi peñaflor. La vida de aquellas donde en la mesa se abrasaban las manos junto A un rico pan amasado, donde los padres hacían huertos con sus niños, Y elevan volantines y andar a caballo. Los cerros de plomo, las a Lovera del camino y la salsa mora. La gruta sumisa y testigo de tantos fieles. Las grandes avenidas de Vicuña Mackenna y pajaritos y Miraflores El camino el diablo, la vieja y maravillosa casa de reloj. La antigua fábrica de bata, sustento y monumento de nuestro querido peñalor Las gallinas acuarelas de colores regadas por el campo. Las aves regadas por los paños azules a veces escarchados en el aire. LAÚD Laúd es viento que viene a mí Y tu calor hecho brasero Y derrámame todo el bálsamo a tus pies Y las hojas son besos verdes Y volveré hacer palabra… En los frondosos árboles se duerme la luna El silencio me tomo la mano parida La tierra bajo mis pies palpita La templanza una calma sin color Se arrodilla la ola ante mis ojos Para vivir entre los bellos cantaros. De austeros días cabizbajos De sentimientos las horas marmoladas Los vagabundos casando sueños Y desde afanosas tardes lloradas No veo la cicatriz olvidada Una sonata de amor en el laúd Desperté anudando runas Tengo el semblante de un mar La oración un surco sembrado. Desperté ahorcado con las horas asesinas Y el divino camino es mi paso La flor y la poesía mi calvario El espejo roto, el ama rota Las fotos rotas La poesía rota. La canción hecha libro. VEJEZ DE A DOS VEJEZ DE A DOS, en la cúpula de los años Y los recuerdos se aconchan en el cáliz de la vida Dos almas hasta los confines de la galaxia Dos caminos en un solo corazón Vino a morar el blanco invierno En los pedestales de nuestra memoria Se llenaron de repliegues Nuestras lunas Se nos trizaron nuestros juncos Ya se cansaron nuestras almas Las palabras se alimentan de todas las sabias Que el mundo nos ha regalado El final se acerca posándose en la ventana Que años postreros Que años nos esperan al filo del tiempo Sublime vejez cabalgando sobre una hermosa Luna de plata Escucho pájaros esquizofrénicos Estamos viviendo en el recuerdo Y el cielo infinito de un cielo azul. RESPLANDOR Resplandor del alma mía, hoy se enciende Un ramillo de nubes de organdí En el brocal de mi poesía sembrada Y el viento tañe mis ojos ahuecados y enjaulados De mis abrojos de un corazón campanario Y lejos el mar y sus escalones de mármol ondulados. Y desde mis venas nacen mis versos Llenos de sueños inmortales Es alado y lleno de esperanza Al sol misterioso que llevan cristales de mar Toda mi poesía está hecha con la tinta de mi sangre Soy harina y agua y sueños Llevo los colores de la esperanza Al vaho de mis recuerdos Llevo el amor henchido en mi alma Debajo de un cielo cristalino azulino Al lirismo de una tocata de lluvia incontrolada Entrecortada y corchete Ada. Mis versos llevan arrullos y caminos Y escucho l voz del viento que me canta En mis pupilas anidan las lágrimas del cielo De la noche nace otra noche Son mis hijopoemas al mundo Hecho mis versos al campo como las semillas Se iluminan mis versos oro poemas Mientras danzan mis versos en el espacio Mi poema es color brocatel…. En un canto al futuro en el tiempo El sol de la tarde abraza las piedras También el sol reposa en instantes Las hojas son recuerdos de mi árbol Un soplo de verso en el verso Un soplo de sueño en el camino Un soplo de almas en el universo……. 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