EDUARDO ALVARADO – RESPLANDOR


Eduardo Moisés Alvarado Martínez (San Bernardo, Chile,1966) Primer Lugar a nivel regional de concurso literario “Pablo Neruda” (1984) Organizado por la ilustre Municipalidad de Santiago. Ganador del Tercer Lugar de Concurso Literario Poesía y Canto a nivel Nacional e Internacional, 100 años de Violeta Parra, Premio Cóndor Mendocino Argentina 2019 y 2020, por su trayectoria literaria y Premio estrella argentina por su trayectoria y talento 2020.
 
 
 
OH PEÑAFLOR
 
 
¡Oh me huele a tierra ¡
Un instante una vida un recuerdo
Aquí donde nace la vida humilde y sencilla
Un halo de paz y esperanza
Aquí donde nace y termina el ocaso
Aquí donde hay campos agrestes
El trapiche centro coloquial de los santiaguinos,
Me huele la tierra a mapuche y a manzanares
En la copa de los arboles los pájaros de mármol
Épocas pasadas en baúles de recuerdos
Caminos de tierra y arcilla amarilla o roja
Sol de oro, luna que corre en el campo
Mi peñaflor amado                                 
Todavía quedan poemas de casas de cuentos
Fachadas de historia y paja
Y un lugar de muchos ríos y flores
Y arboles afanosos
Esta el humedal de diversidad de aves
Y plantas acuáticas.
Oh ríos y canales que llevan esencias del pasado
Oh tonada de pan amasado y poesía de pasajes tejidos
Oh rondas de palomas de papel infladas y achuradas
Y muchos perros ovillados son como atrapa sueños
Y muchos amantes coloridos 
Oh juegos de infancia pelotas de papel.
El lechero en algún campo olvidado
Y la vieja alteza de madera con tomates de mi abuela
Y la pélela enlosada con matas de menta y orégano para el mate
Oh viejos juegos de barrio
La rayuela el volantín palo encebado
El trompo.
Y el tiempo durmiendo en las casas olvidadas
Oh aquí huele a tierra húmeda
Me huele a tierras pasadas y batallas
Este es mi peñaflor querido
Soy poeta de barrio del alma y almo
A lo lejos soldados inmensos
Y sauces chascones y el campo bien pintado.
Y se eleva la virgen del cerro llena de leyenda.
¡Oh curamapu¡ (tierra  adentro)                                    
La voz del aire y la naturaleza cantan y canta
De un baúl de recuerdos
Y la tierra húmeda de mi lindo peñaflor
Oh carrizal florido,
Me huele a mermeladas caceras y bellos contorneados quesos blancos.
Y sus grandes arboledas de árboles plátanos orientales, llenos de historia y testigos
Absolutos de peñaflor.
Que melancolía en el corazón,
La nostalgia de lo que se va y se pierde entre casas de adobes y campanarios
Que cantan sobre las casas añosas de mi peñaflor.
La vida de aquellas donde en la mesa se abrasaban las manos junto
A un rico pan amasado, donde los padres hacían huertos con sus niños,
Y elevan volantines y andar a caballo.
Los cerros de plomo, las a Lovera del camino y la salsa mora.
La gruta sumisa y testigo de tantos fieles.
Las grandes avenidas de Vicuña Mackenna y pajaritos y Miraflores
El camino el diablo, la vieja y maravillosa casa de reloj.
La antigua fábrica de bata, sustento y monumento de nuestro querido peñalor
Las gallinas acuarelas de colores regadas por el campo.
Las aves regadas por los paños azules a veces escarchados en el aire.
 
 
 
LAÚD
 
 
Laúd es viento que viene a mí
Y tu calor hecho brasero
Y derrámame todo el bálsamo a tus pies
Y las hojas son besos verdes
Y volveré hacer palabra…
 
En los frondosos árboles se duerme la luna
El silencio me tomo la mano parida
La tierra bajo mis pies palpita
La templanza una calma sin color
Se arrodilla la ola ante mis ojos
Para vivir entre los bellos cantaros.
 
 
De austeros días cabizbajos
De sentimientos las horas marmoladas
Los vagabundos casando sueños
Y desde afanosas tardes lloradas
No veo la cicatriz olvidada
Una sonata de amor en el laúd
Desperté anudando runas
Tengo el semblante de un mar
La oración un surco sembrado.
 
Desperté ahorcado con las horas asesinas
Y el divino camino es mi paso
La flor y la poesía mi calvario
El espejo roto, el ama rota
Las fotos rotas
La poesía rota.
La canción hecha libro.
 
 
 
VEJEZ DE A DOS
 
 
VEJEZ DE A DOS, en la cúpula de los años
Y los recuerdos se aconchan en el cáliz de la vida
Dos almas hasta los confines de la galaxia
Dos caminos en un solo corazón
Vino a morar el blanco invierno
En los pedestales de nuestra memoria
Se llenaron de repliegues
Nuestras lunas
Se nos trizaron nuestros juncos
Ya se cansaron nuestras almas
Las palabras se alimentan de todas las sabias
Que el mundo nos ha regalado
El final se acerca posándose en la ventana
Que años postreros
Que años nos esperan al filo del tiempo
Sublime vejez cabalgando sobre una hermosa
Luna de plata
Escucho pájaros esquizofrénicos
Estamos viviendo en el recuerdo
Y el cielo infinito de un cielo azul.
 
 
RESPLANDOR
 
 
Resplandor del alma mía, hoy se enciende
Un ramillo de nubes de organdí
En el brocal de mi poesía sembrada
Y el viento tañe mis ojos ahuecados y enjaulados
De mis abrojos de un corazón campanario
Y lejos el mar y sus escalones de mármol ondulados.
 
Y desde mis venas nacen mis versos
Llenos de sueños inmortales
Es alado y lleno de esperanza
Al sol misterioso que llevan cristales de mar
Toda mi poesía está hecha con la tinta de mi sangre
Soy harina y agua y sueños
Llevo los colores de la esperanza
Al vaho de mis recuerdos
Llevo el amor henchido en mi alma
Debajo de un cielo cristalino azulino
Al lirismo de una tocata de lluvia incontrolada
Entrecortada y corchete Ada.
Mis versos llevan arrullos y caminos
Y escucho l voz del viento que me canta
En mis pupilas anidan las lágrimas del cielo
De la noche nace otra noche
Son mis hijopoemas al mundo
Hecho mis versos al campo como las semillas
Se iluminan mis versos oro poemas
Mientras danzan mis versos en el espacio
Mi poema es color brocatel….
En un canto al futuro en el tiempo
El sol de la tarde abraza las piedras
También el sol reposa en instantes
Las hojas son recuerdos de mi árbol
Un soplo de verso en el verso
Un soplo de sueño en el camino
Un soplo de almas en el universo…….
 
 

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