ELEONORA RIMOLO nació en Salerno en 1991. Es Investigadora en Literatura Italiana de la Universidad de Salerno. Vive en Nocera Inferiore. Graduada con honores en Lenguas Clásicas y en Filología Moderna, es ahora doctorada en “Estudios Literarios” en la Universidad de los Estudios de Salerno. Colabora con algunas revistas de Italianística como Sinestesie, Misure Critiche, Rassegna Italiana. Ha publicado una novela (Amar las palabras, Litedition 2013), y los poemarios: De la ausencia y de la presencia (Matisklo 2013), La rendición de los días (AlterEgo 2015, Primer Premio “Poesia Giovani Europa in versi 2016”), Temeraria felicidad (Giuliano Ladolfi Editore 2017, prólogo de Gabriella Sica, Primer Premio en “Pascoli― L’ora di Barga”, Finalista en “Premio Fogazzaro”, III° clasificado en “Premio Fiumicino”, II° clasificado en Premio “Aoros Valerio Castiello”), La tierra original (Pordenonelegge-Lietocolle, 2018 – Premio Achille Marazza, Premio “I poeti di vent’anni. Premio Pordenonelegge Poesia”, Premio Minturnae) y Próximo y remoto (Pequod, 2022, epílogo de Milo de Angelis). Es la ganadora del Primer Premio “Ossi di Seppia” 2017 (Arma di Taggia) con algunos textos inéditos. Con Giovanni Ibello ha editado Habitar la palabra. Poetas nacidos en los años 90 (Ladolfi 2019). Es directora editorial de la revista literaria «Atelier OnLine». Dirige la sección online de las Colecciones de poesía Letture Meridiane y Aeclanum para Delta3 ediciones.
Fotografía: Daniele Ferroni
Traducción: Antonio Nazzaro
Revisión de la traducción: Elizabeth Uribe Pérez
Después de la herida viene el reinicio
del dolor, la piel viva sale a la luz
con su verdad crudísima:
aquellos arándanos son solamente piedras
y en Marte no hay biología pero hay
en la Tierra esta noche un miedo
que hace más humanas las cosas, un regolfo
de ternuras nunca digeridas, un entregar
la copia equivocada a propósito
para darte de mí la peor parte,
mi sacrificio mayor.
*
Dopo la ferita arriva l’azzeramento
del dolore, la pelle viva viene alla luce
con la sua verità crudissima:
quei mirtilli sono soltanto pietre
e su Marte non c’è biologia ma c’è
sulla terra stasera una paura
che fa più umane le cose, un rigurgito
di tenerezze mai digerite, un consegnare
la copia sbagliata di proposito
per darti di me la parte peggiore,
il mio sacrificio maggiore.
(Prossimo e remoto, Pequod 2022)
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Aunque por meses no abrimos las ventanas
cada vez salir es responder al llamado
de las armas. Cada vez es doblarse, correr,
reconquistar la posición y luego reflejarse
dentro de los vidrios opacos de las casas, detenerse
mientras el moho quema el respiro y el sol
hiere la habitación, levanta el velo de la cortina
y te besa la frente como un esposo posa
los labios sobre la tierra que ama. Es una fatiga
necesaria, salvaje: es la guerra que llama,
la premura del reposo, el antiguo refugio.
*
Anche se per mesi non apriamo le finestre
ogni volta uscire è rispondere al richiamo
delle armi. Ogni volta è piegarsi, correre,
riconquistare la posizione e poi specchiarsi
dentro i vetri opachi delle case, fermarsi
mentre la muffa brucia il respiro e il sole
ferisce la stanza, alza il velo della tenda
e ti bacia la fronte come uno sposo posa
le labbra sulla terra che ama. È una fatica
necessaria, selvatica: è la guerra che chiama,
la premura del riposo, l’antico riparo.
(Prossimo e remoto, Pequod 2022)
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31 de enero de 1983
No sé hablar otros idiomas, ni siquiera
sentada en la calle modesta valenti 21
donde una babel de terrazas habitadas
por el invierno indica la dirección,
el centro abandonado del curar.
No contesto y no me muevo soy
fiel a las reglas, enamorada de las pulgas
que me pinchan la cabeza, dudosa en la puerta
de si a la mitad de una escalera el mármol cede
y los tobillos se abren, sobre un delirio
de heridas y no se camina, no se llega
más a la sombra soñada sino que se llega a ser
ovillos de huesos, esferas de silencio.
*
31 gennaio 1983
Non so parlare altre lingue, neanche
seduta in via modesta valenti 21
dove una babele di terrazze abitate
dall’inverno indica la direzione,
il centro abbandonato del guarire.
Non rispondo e non mi muovo sono
fedele alle regole, innamorata delle pulci
che mi bucano la testa, incerta sulla porta
se a metà di una scala il marmo cede
e le caviglie si aprono, sopra un delirio
di ferite e non si cammina, non si arriva
più all’ombra sognata ma si diventa
gomitoli di ossa, sfere di silenzio.
(Prossimo e remoto, Pequod 2022)