Gabriel Chávez Casazola | La felicidad

GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA (Bolivia, 1972) Poeta, ensayista y periodista, considerado “una de las voces imprescindibles de la poesía boliviana y latinoamericana contemporánea”. Libros suyos se han publicado en 15 países y está traducido a diez idiomas. Es autor, entre otros libros de poesía, de El agua iluminada (2010), La mañana se llenará de jardineros (2013) y Multiplicación del sol (2017). Se han publicado varias antologías de su poesía, entre las más recientes: Il canto dei cortili (Italia, 2018); La vitesse des fantômes (Francia, 2018); Hoja de vida (Lima, 2020); Entre los dos cielos (Honduras, 2022) y la sexta edición ampliada de Cámara de Niebla (México, 2022). Recibió la Medalla al Mérito Cultural de Bolivia y el Premio Editorial al Mejor Libro del Año, entre otros reconocimientos.  Es docente del programa de Escritura Creativa de la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA) y dirige el taller de poesía “Llamarada verde” en la ciudad de Santa Cruz, donde reside.

 

 

Elecciones

 

1

Una pavesa quiso ser estrella

y ascendió a los cielos.

 

La vimos elevarse,

grácil,

entre aplausos de humo.

 

Nunca supimos algo más de ella.

 

2

Hubo una estrella que quiso ser pavesa.

Cayó, mota de polvo,

desde el cielo,

se hizo madera

y después de ser árbol

unas primaveras,

fue cortada y ardió.

 

Ardió hasta consumirse y ser pavesa

y ascendió, lenta,

en un silencio hondo.

 

Todos la contemplábamos extáticos

mientras algo en nosotros se rasgaba en dos partes.

 

Lo único que recuerdo es que esa noche

vimos pasar una tempestad de estrellas.

 

 

La equivocación

 

Escucho girar la Tierra en el museo de Ripley

No el silencio de los astros, no.

No la música de las esferas.

Un ruido atronador, como de miles de voces lanzadas al viento

a una velocidad terrible, inconmensurable.

La verdadera voz del mundo, su quejido sinfónico.

No el susurro de Júpiter, el silbido de Marte.

Nuestras gargantas

—polifonía de soledades—

atraviesan el Universo

y dicen

de la estupenda equivocación de Dios

al crearnos.

 

 

La felicidad

 

Y acaso a veces

o casi siempre

la felicidad sea solo un arrebato:

 

un rapto

 

algo así como

la velocidad en un descapotable

o la sensación de la velocidad en un descapotable

o la maravillosa sensación de escuchar Chicago a toda mecha en un descapotable

que recorre un camino bordeado de sembríos verde y oro.

 

Sí, eso.

 

La cuestión es escuchar Chicago —o Pachelbel u ópera—

y pensar que estamos corriendo por una carretera

larga y libre

muy larga y muy libre

y que somos ese descapotable

celeste y oro

que jamás tendremos.

 

Algo así.

 

 

[Tomados del libro Multiplicación del sol, Chile: Colección Umbrales de la Universidad de Concepción, 2018]

 

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