IVÁN GARCÍA MORA (Tijuana, 1993). Músico y escritor. Sus textos han aparecido en distintas revistas como Plástico, Neotraba, Digo.palabra.txt, Grafógrafxs y Low-fi Ardentía. Es autor del poemario Tadoma (Pinos Alados, 2020). Escribió el libro de cuentos Seis posibles razones por las que mi abuelo decidió vivir en un cajón (Ediciones Cuarentena, 2022), parte de la colección Primeros Libros, editada por Luis Humberto Crosthwaite. Es guionista de la miniserie Reconstruyendo el Tono, una iniciativa de Paradox Effects que busca rescatar la época de oro de los amplificadores mexicanos. Fue parte del comité organizador del Festival Internacional de Poesía Caracol Tijuana. Su siguiente poemario, Serial Experiments I.G.M., será publicado por Ediciones Caradura.
Una colaboración de: Aldo Vicencio
LAYER: 03/PSYCHE
Have you gotten inside it?
– Taro
La cosa es:
¿qué se necesita para abandonar
el cuerpo sin abandonarlo?
Quiero decir
yo llevo un objeto sonoro
que me regaló mi abuelo
en un sueño:
una gran fiesta en casa
los rostros de mis tías difuminados
mamá y papá ausentes
yo con dirección a la salida
antes de abrir la puerta negra
el abuelo en el sillón
me imanté a su cuerpo como una sanguijuela
y de repente mi cabeza llegaba a su pecho
su ritmo cardiaco era fijo
(ni pensar en la gangrena
ni en mi madre llorando
en un camión rumbo a Nayarit)
su latido era un martillazo
en mi cabeza
un martillazo suave que todavía
me acaricia
“¿Cómo suena?” me preguntó
Me lanzó estas palabras
como quien lanza un sombrero
y por algún aire denso
o alguna parálisis del tiempo
el sombrero nunca termina de caer
Me lanzó un talismán sonoro
una isla
un disfraz
un disparo a la conciencia
un tercer brazo para sostenerme
en el barandal del Tiempo
una llave a lo que se esconde
detrás de mi sombra
LAYER: 05/DISTORTION
An event first come into existence
when there is a prophecy
– Serial Experments Lain
LADO A
En mis mejores días
me entrego a la sabiduría de los objetos
acudo al supermercado
a lamerlos con la mente:
latas de frijoles
shampoos para los que no me alcanza
el pan tostado que tanto
le gustaba al abuelo
la botella de whisky que mi tío Rubén
me ofrecía cada 31 de diciembre:
los lamo hasta perderme
hasta el clamor de una conciencia sin palabras
LADO B
Según el Manual MSD
la esquizofrenia se caracteriza por:
– Pérdida de contacto con la realidad (psicosis)
(las dos veces que he sentido
el peso del abuelo
al sentarse junto a mí
después de apagar la luz del cuarto)
– Alucinaciones (por lo general oír voces)
(como yo que me quedo a media calle
viendo volar a una parvada de palomas
y de sus alas brotan las risas
de mi tío Oni mi tío Rubén
mi tía Rosa mi abuelo)
– Falsas creencias firmemente sostenidas (delirios)
(la vez que sentí mi cuerpo
aplanarse bajo tierra
junto a mi tío Rubén)
- Alteraciones del pensamiento y la conducta
(a los 13 años acercarme al féretro
donde yacía el cuerpo de mi tía Rosa
despedirme de ella sin emitir sonido:
palabras como aves acampando
en un poste de luz)
(un año después la tía
me visitó en un sueño
yo no sabía que era su aniversario
de mimetismo eléctrico)
LAYER: 10/LOVE
If you connect to the Wired
everyone will welcome you
– Yasuo Iwakura
Eiri Masami (“God” of the Wired)
invita a Lain a morir
You no longer need a body
imagino que algo así
le dijeron el alcohol y la diabetes a mi abuelo
se entregó a un dios doble
un dios doble que le sorbió la carne
por dentro y por fuera
“Se murió por macho”
casi me ahogo con las lágrimas navajas
que me aguanté al escuchar a mi hermano
aquella madrugada
y es que “todos somos quimeras
se trata de una lucha a muerte”
“las fronteras entre ciencia ficción
y realidad social son una ilusión óptica” (Donna Haraway):
mi abuelo un ciborg del machismo
toda su vida física se reduce a eso
Pero es su organismo no físico
el que intento descifrar
sus brazos invisibles
estirados escribiendo este poema
Tal vez mi abuelo solo sea
una programación fallida
una quimera que se salió de control
tal vez lo que vivo
(palabras en sueños
el crujir constante
el peso de una cortada luminosa
desde los pies a mi conciencia)
son los armónicos
y la muerte un sonido hondo sin final
tal vez he roído demasiado
la carne del recuerdo
y ahora solo huesos aparecen
en lugar de poemas