JULIO BARCO – PERUVIAN DANCES Elí Urbinamarzo 4, 2020marzo 4, 2020Poesía peruana, Revista Navegación de entradas PreviousNext Santa Rabia Magazine presenta una selección de textos del poeta peruano Julio Barco (1991) Autor de los libros Me da pena que la gente crezca (Arteidea Editores, 2012), Respirar (La Chimba Editores-2018-Premio Gremio de Escritores), Arquitectura Vastísima (Editora Huachumera-2019-Premio Huauco de Oro), Arder (gramática de los dientes de león) (Editorial Higuerilla-2019), La música de mi cabeza-volumen 7 (Lenguaje Perú -Editores) En novela, es autor del libro Semén (música para jóvenes enamorados). Fundó la web Lenguajeperu.pe. Además, es fundador y director del grupo TAJO, redactor de Literalgia, y gestor del proyecto cultural Poético Río Hablador. Viaja y participa activamente en la escena de poesía peruana contemporánea. LA CERVECERÍA El fuego enseña a los niños su lenguaje Jorge Teillier Y los poemas te brotan entre las tres o cuatro de la tarde. Tu biblioteca son estas nubes donde Oteas la fugacidad de todas las eras. Leí todos los libros Y ahora mi mente es un Cielo. Busco armonía Nada más pretendo Algunos giles harán empresa y dinero A mí déjenme la eternidad Escupo en sus valores heredaros tras la Conquista de América No deseo sino ser Rey de mi Verso Ahí nos vemos En el 3000 quiero que mis poemas se Peguen a las naves espaciales Y los canten ebrios astronautas follando Sin ningún puto control Mi mente viaja como un largo orgasmo por tu mente. Quiero ser la pulcrísima era de la irracionalidad Venid a comprender mi cerebro de universo Venid a buscarme en el canto De las frutas y las hierbas. Estoy tan perfectamente loco Que pienso en mis infinitos destinos Martes en esta maldita Ciudad Martes en este desorden que teorizo Entre signos ágiles, árboles, calles Conciertos mojados de la mente: Bruma del frenesí donde Sollozo mi aliento de astro. Nací de cualquier amor. No tengo esperanza: mi verso Es un planeta ebrio. Mi soledad son millones de centros comerciales Con colas enormes y abstrusas y otra vez enormes e inútiles y feas Como mi sexo buscando tu sexo Como mi sexo olisqueando tu sexo Un destino de poema cuajado y respetable. Y mi verso soy yo andando aburrido de este Maldito Universo del Consumo Humano -Ecosistema que yo escupo como escupo la primavera- No detengan mi inconmensurable Vigor Pongan frente a mí a todos los poetas peruanos Para enseñarles a captar la esencia E hipertelia del verso Escupo contra los falsos Juicios de mi Época Escribo como si mis versos fueran cuchillos Deseo sangre Yo no me confundo Yo me hiper analizo en la desesperación de todos los instantes. Flores Y botánica: el cielo que persigo no existe. Odio este sistema capitalista creando imágenes del consumo masivo Deseo ternura. No me sirve el mundo No me basta tu nombre De ave, de calle, de sílaba marchita No deseo ser un romántico perdido En la letanía de los nombres Deseo realidad Deseo lo ilimitado Que se da en cuerpos aún tibios No irracionalizados por la patraña de la época Traed frente a mí un hombre Depositar frente a mí la esencia de lo Real No me basta el Mundo Detesto todas las ideologías y democracias Me basta mi universo Me basta la violencia de mi lenguaje Golpeando la falsa modestia de los bares Y avenidas y lucecitas chillonas Y sé que el viejo Chinaski diría algo Menos estúpido Pero, oh viejo, ahora me toca a Mí Chillar Mi Voz en Cuello para toda mi época Sé que soy irracional como las nubes Como el áspero mar donde fundé Mi lenguaje de fuego Soy un pobre poeta cantando su tragedia En la ciudad del Hartazgo Detesto los aforismos ajado Romped su ciencia Vigor, hermanitos, vigor Yo sé todos los lenguajes y Me rebelo contra esta sociedad atada A su ciencia silvestres como latas de pescado Embalsamada de Salsa de Tomates Sé que pisaste mi corazón como una traviesa Cucaracha Y yo me río No soy nada Nunca podré ser tal vez Un Mar Heme aquí contra todos Vigoroso Eres el Emperador del Verso Y tu voz de viento convulsiona dentro de ti mismo Y todo gira en tu caos Y escupo contra la hipocresía del mundo Nada detendrá la furiosa canción de mi mente Y crezco y me inserto a todos los lenguajes Me jode todo Quiero morder tu Oreja Te dije: yo soy el fuego de la época Bruma de todos los cuerpos Que buscaron el círculo del círculo plotiniano de mi Mente. Abrasando las formas inútiles de tus ojos Calles con ventas de picarones y anticuchos Oíd mi Resplandor Se deshace la retórica estúpida que contamina el mundo. Mi verso no es venta ni usura, es peligrosamente vida, violencia Y estos pétalos que resuenan en tu mente. Mientras tanto, los jóvenes de mi barrio asaltan roban y nada es real salvo tal vez canciones mundanas de tu cuerpo. Juan Ramírez Ruiz ya no huevea por Lima Anotando versos perfectos como Uvas O balas. También he deseado morir con mil pastillas En una puta habitación del Cusco Pero estoy vivo Y mi vida Y sentí odio de este mundo: todo convulsiona dentro de ti mismo Y nada es el lenguaje de Juan Ramón Jiménez cuando mi cerebro estalla de cerveza y cólera. Soy un animal y escribo como un animal. Ah, gordo Lezama, ¿este es el instante del ya? Centros comerciales largos como purulentas canciones de la época. Oh rumbos que se abren por siempre y para siempre en mí Cito a Orwel: “Los monopolios no podrán nunca estrangular al pequeño librero independiente como han estrangulado al tendero o al lechero.” Abajo la prensa, la empresa, los desvaríos de lo racional. Las empresas que nacen evitan el coito sentimental. Aquí roban con pistola en los buses Y tú pretendes hacer un verso bruñido como anémona. Actiriano es mi corazón: por eso te amo. Deseo beberme una chela contigo y cantarte todos mis versos. Soy la convulsión de mi época. No tengo sentido. Soy la brutalidad, el exceso de mi RAZA. Romper todos los dioses en mis ojos infinitos. Soy e intento todos los sentidos. La totalidad de lo real Es una rodaja de caña de azúcar que muerdo animalmente entre mis labios. Soy el fornicio de tus labios. Estos puentes por donde paso son escarabajos de luz Ritmo de la primavera: deliciosamente cae la noche Bebo una cerveza y pienso en ti. Que me llevan a latear y errar, errar y poetizar Este sortilegio de intestinos que es mi época. Soy mago y mi arte es magia. Soy un salvaje perdido anotando palabras que son rocas que son tus ojos Cayendo Dentro de cuerpos. Busco mi propia revolución Convulsiono iluminado durante siglos. Arrojen de mis ojos la falsa poesía que decora las webs de la época. Yo necesito amor, ardor, pasión. Necesito el fuego de un lenguaje que destruya mis ojos. Oh, serás tal vez tú mi lenguaje de caos y llanto. Erro perdido en el signo. Gozo de todos los elementos. Formé mi corazón entre calles de asfalto, Azángaro y Colmena, Triste vitalidad de quién se sabe río salvaje dentro del coloquio de su era. Mis poemas jamás terminan. Coloqué monedas para llegar a tu nombre. No precioso la prisa. Vivo en la serenidad. No sé cómo terminar este poema. Mi rabia funda la poesía peruana. Abajo todos los miedos. Yo dibujaré el Alba. A UN AMIGO, ACODADO EN MI VENTANA A Salomón Valderrama Se quiebra el instante. Estoy acodado a mi ventana y miro el verano. Revolotean los niños en las avenidas. Brillantes: van las niñas en bicicletas. Escándalo en las oraciones siempre revueltas. Short y sandalías: mariposas blancas -perfectas en su simetría ebria- se arrojan a empellones contra el aire. Yo sé que persigues la serenidad, mi gran amigo, Sé de tu tristeza: añoras aún ser niño Para liberarte de los signos y correr a jugar pelota. En todos esos niños que corren, sé que uno será como tú y su destino será una “camisa de fuerza” Estos niños que juegan son versos de Amat -o Eguren, o Dúclos, o Corcuera, o L. Valle- Que nadie venderá en una Feria del Libro. Me seco el sudor de la frente. Ahora que revolotea un ave pequeñita pienso en tus versos con su toque entre luminoso y neobarroco: “La poesía que es maravilla imperfecta o sueño a la salida de la vida a la primera puerta de la muerte” Ahora yazco aquí y observo: eso hacemos los poetas: observar su observar. Tranquilidad del atardecer en medio de epitafios y noches Revueltas que sacuden mis ganas de ir a pasear Y arrojarme al césped. Un gorrión da vueltas en un eje trémulo. De coral son las nubes, por donde cruzan las aves, su largo itinerario. Tertulian en la cúspide de las torres eléctricas 7 gallinazos. Todas las capitales del mundo arden: decadencia, caos, dolor, amor. Y aquí seguimos. Hoy anocherá y volveré a repetirme por el mundo. Bruma de los ríos que se agitan por el instante de calles. Entre todas las voces, reconozco mi tibre marino. Rabioso golpeas el teclado con tu energía de animal amando. Oh amigo, cierro la ventana y te dejo esta postal del verano. Máquinas Vacías Todos estamos atrapados Y no hay amor en este mundo. Solo máquinas del consumo. Solo dinero,dinero,dinero,dinero. ¿Y el poema? Es la única luz Que nos queda Antes de ser máquinas vacías. Literatura Peruana Para Ángel Yzquiedo Duclos No hay poesía posible cuando vas a vender tus libros para comprarte un trago. Los mercaderes no saben del rapto súbito de un buen verso: hablemos de precios. Vallejo a 50 soles, Eguren a 30. Si es Peisa vale más, si es fotocopia vale menos. Yo me voy con mi billete guardado. Y mientras bebo andando solitario entre la multitud extraviada pienso cuál es el sentido del poema en una sociedad capitalista. ¿Y las metáforas del poema? Búsquenlas en otros versos. Podría citar a Barthes para explicar la muerte del autor, pero prefiero sonreír a la muchacha que pasa apurada y olvidada de sí misma directo al trabajo. PERUVIAN DANCES (concierto con Piano y Clavicordio) Nada en tu mente Nada real en ti mismo/ No hay amigos Murieron por el consumismo Nadie lee aquí Nada salvo los diarios y el internet. ABRO LOS OJOS A LA TOTALIDAD DE LO REAL, AL ALGORITMO DE LA ESPECIE Y CANTO: ¿Qué hacer cuando furiosamente soy un mar enquistado en las avenidas? ¿Qué hacer con mis ojos de ríos, perros, zapatos, anquilosados Al tedio? ¿Qué hacer cuando mis ojos de fuego quieren romper esta mediocre realidad? ¿Qué hacer cuando en mis venas y arterias velocísimo va tu nombre De coral y mariguana? Yo soy el que corre buscando a los amantes, agitando la luz detrás de las cortinas; Soy el vagabundo que rechaza la ética del empresariado, La cebolla de los días. Poesía del frenesí Cuando ya no existe el miedo se asumir tu vitalidad de río Soy el milagro de la especie La luz que brota del mundo gélido Soy la vida, soy el fuego, soy la muerte. Prostitución es miasma mientras me enfrento Y confundo entre las avenidas repletas de lucecitas amarillas Comprar y vender, comprar y cargar cajas nítidamente Embaladas es toda la gramática Estrechísima de arroz graneado que asume la ciudad. Odio la vanidad, detesto la egolatría, soy la espuma violenta. Yo pinto el poema con los ojos limpios. Y todo es caos es la inmensa avenida, te repite tus pasos entre el eco de cruzar: doblar calles y chirridos roncos de buses pierdo las ganas de vivir, no hay ojos claros sacudidos del Gran Árbol. Grito entre las polladas, grito en las discotecas, grito en las peluquerías, grito en las iglesias, grito en los cementerios, grito en las calles. Gente gritando Precipitación del viento El uno mismo se refracta en la luna de los ticos Y mi verso me pide gemir Mi poema me pide calles, oración, sexo, rabia, frenesí, corazón atravesado De saxo, canción cortada, embrutecimiento Exacto en la mente del ingeniero, exacto En la tristeza de la niña rechazada. que sacuda la época, que saque las pupilas al ciego, que ofrezca la flor de la esperanza al mendigo y cruje mi melodía por estos terrales. 2 cuerpos que sintetizan nubes desvaídas Mi canción de grito, mi canción de cópula extraña, Mi canción que va de este a este, va entre estelas rabiosas Cruzando puentes donde el presente y el futuro son una lengua Que aterriza sobre la visualidad del signo. Mi canción de aforismo, mar y cielo; de girasol errante, de cuerpo Ardiendo. ¡Respirar! ¡Arder! ¡Arder en la furiosa canción del siglo! ¡Ser un cuerpo abriendo sentidos a todos los límites! ¡Ser un cuerpo cortando de raíz todo llanto y mediocridad! Calles y letreros, venezolanas en minifalda, señores ávidos de enfermedad, todo vísceras y destrucción todo mierda y miseria y todo es consumo para mi . Balada que persigue las flores aún puras del mundo. (Lo sé, no seré yo quién te adore, oh niña, Barco y sus locuras Barco y sus megalomanías! no serán tuyas! entre sopas, zapatos viejos y manteles, no seré quién te desnudé ansiosamente como horizonte. No, niña, Barco ya no te buscará de noche para soliviantar los astros Del cuerpo) Y yazco aquí atrapado Yo soy la furiosa melodía de estas calles, con tíos con su caja de cerveza y alquimia en las rejas negras y charcos negros como tarántulas supersticiosas y ramificaciones enjutas de árboles rasguñando el cielo. Perros, cajas de cerveza, botellas y sueños pulverizados. Sacas tu teléfono celular: Lima, caerá; Santiago, caerá; ¡Latinoamérica arderá en las sienes del siglo! Todos los mapas se harán ceniza Y mi voz y su geografía, ¿será diamante o vacío? Pero hoy, si cruzo la pampa todavía furiosamente tirita Evitamiento. Si toco con una moneda la bodega Puedo comprar vino, tostadas, huevos, bolsas de plástico negras. Las ciudades y las vidas, Miles de visiones y yo cantando, Miles de destinos y yo gimiendo vivo, Arañando mi arte, buscando amor, entregando Mi luz al mundo. Los versos y la realidad de los versos y la belleza de los zancudos y la realidad discursiva y el lenguaje como bufeo rosado escarapelando tu cuerpo & cuerpo que jode y se incomoda y no se sacia y tu rostro que persigo Es hoy todo mi lienzo y todo presente se destruye GRITO EN TODAS LAS CALLES SOY TODO EL ÍMPETU DE MI PAÍS GIMO CARNE, GIMO AIRE, GIMO cuando gimo mi desesperación atado bio-psicó-animalmente a mis zapatos mugrosos se deshacen y zurcen mi furioso idioma Y rio del progreso, Y veo doctores y muerte Y tráfico y vacío Mis ojos de volcán que chirriando van por combis Escándalo de las barcas, escándalo de los corazones solitarios. Todo es robo aquí, y todo es mierda aquí, & todo es violación Contra niños. Y quiero incendiar las iglesias, Abrir los colegios, elevar el pensamiento de mi época. Ahora danzo Simplemente danzo Que se mueran todos mis jodidos sueños Que se pierda para siempre Mi yo absolutamente perdido en este instante Mi voz en el incendio del planeta Que no te vuelva a encontrar Que tu ausencia destruya el girasol azul de mis ojos Vamos a perdernos para siempre En este mundo: Mi descuidado modo de andar Meter una moneda y llamarte tal vez es un acto desesperado Repentinamente ansioso para un fin de semana. Y aquí, universo y yo somos uno, calle y corazón somos uno, girasol y muerte somos uno: aquí cuando busco tu número más allá de miles de millones de trillones de números/ cuando entre los millones de trillones de humanos me faltas / y te canto & me canto / Somos silvestres suicidas Animales bulliciosos de ciudad buscando la botánica áurea Escupiendo contra todo lo hipócrita Maldiciendo la vida limitada Y burguesa Escupiendo y quemando todas las ataduras- Un cuerpo que amar mientras dura el verano es nuestra sangre. Un himno que magullar en las sienes. Una nube donde ser feliz Nada me salva de mí mismo Nada me salva de mí mismo Nada me salva de mí mismo (***) Y caigo por avenidas -deshecho, destrozado, cantando, equinoccial, estrepitosamente- eternamente nervioso Desearía extraviarme por siempre A dónde ir cuando el viento doblegue entre los dientes de león /cierta rara manía mía por el canto /& mi nombre de verano te busque y te vuelva a perder/ ah mi maldita sangre ah mi maldito sistema nervioso Y el sinsentido sea exacto a la sangre agolpada en el pecho. La película de tu vida es este instante: cabellos, piel, caos que desasosegadamente persigues/ Y se deshilvanan Te observas entonces en la multitud y eres el mismo Sol repentinamente atrapado en los axiales del Eje. YO SOY EL FUEGO :Creando los signos/ Amo la fruta de tus ojos Este mundo no Carece de otra combustión que mantener encendida la máquina de respirar, de amar, de crear entre gatos negros y sopas famélicas Y su furia nos devora, nos destroza lo mejor que poseemos nos mete al Horror a la Nausea a la implacable soledad a la sucia depresión Algoritmos y teclados armando la máquina del sueño. Y la mente es una mariposa delicadísima Y yo, aquí, lato. Y nosotros somos simple leño que se arroja al fuego. Puros, cansados, irrepetibles, contradictorios, enajenados, límpidos seremos polvo en la Rueca Eterna. Y la Rueca devorara cánceres, extrañas ideas, el instante donde desnudos fuimos dioses errantes bullendo al final del insomnio. Abro una ventana. Bebo agua. Busco el sentido De mi ser. Te vas a perder siempre y siempre volverás al mismo teléfono descompuesto a la misma máquina errante que te repetirá su voz donde susurré el mar que siento palabras que son juguetes preciosos/ convulsionan calles y sexos salpicando su sentido a inicios del año. Yo no sé Estoy locamente lúcido nada más que gritar en esta ciudad. Arrojar veloces perfiles, patear insectos, amontonar tersamente miles de hojas sobre el olvido y dolor Mueran las iglesias, mueran los signos, mueran los encerramientos Mentales. Dadme aire Y haré el mar. Dadme mar Y haré el aire. Yo, el más olvidado de todos, cuajado como el fuego, irrepetible y bárbaro con furioso nombre de mar, grito y escupo en los semáforos, desenrollo mi luz entre rejas estériles y mentes pulverizadas por la usura- me contradigo y canto ¿qué valor tiene el lenguaje de Vallejo dentro de un centro comercial? / ¿Qué es Trilce para la masa humana que vive en el juego del comercio e ídolos de las imágenes? / ¿Qué juego juega la poesía en tiempos de enajenación? (¿?) Y ver la luna y las nubes mientras deseo arrojar todos estos confusos teoremas al borde de un sexo u oración en la punta de mi desolada desolación. En las calles andan los niños montando scooters si soltará tu mano ¿Seríamos todavía somos 2 parábolas perfectas iniciando una conversación agitadamente bella alrededor de la nada? Nada perdería, salvo tal vez la luz que reconocí en ti: piedra bruñida que pende del espacio espasmo de aire /luna perlada / pétalo negrísimo que amo ¿qué es la luz en otro cuerpo bellamente dibujado sino la necesidad de una unión que destruya el caos?/ ¿qué es mi luz sino una flecha temblorosa que penetra tu mente con el amor de una bala? Tú eres mi caos: todo se ha descubierto y necesito calmar mi sed Entre las Ruecas! Entre las Máquinas! Entre los sentidos! Mi sed es todo tu cuerpo, tus cabellos, el súbito resplandor de tu ser. Ah, pero me confundo! Qué valor darle al amor en este mundo repleto de avaros y capitalistas. Los dioses han muerto. Buda vende comida chatarra en las avenidas. Jesús deambula pidiendo limosnas. Yo grito en las calles del Perú. Mi sed es todo tu cuerpo, tus cabellos, el súbito resplandor de tu ser. Ah, pero me confundo! Qué valor darle al amor en este mundo repleto de avaros y capitalistas. Los dioses han muerto. Buda vende comida chatarra en las avenidas. Jesús deambula pidiendo limosnas. Yo grito en las calles del Perú. SOBRE LAS APROXIMACIONES A MIS VERSOS DENTRO DE MÍ MISMO A mi pata Juan Zavála. Andando por estos lares /he descubierto que ya no soy quién era. Me aburre el mundo./Mi exquisita mente de artista no se adapta a nada. Me desbordo entre las pollerías /Eternamente apasionado Con mis ojos de volcán Atisbando la bruma de los espejos. Mi mente no se soporta a sí misma Y el caos que me gobierna/es un himno solemne que enerva a las flores. Llegué a dónde siempre soñé Y hoy hago lo que me da la gana. No ir a la escuela, por ejemplo. Mi arte es el precio que tengo / por haber amado la vida. Este poema es el precio /que pago por tener roto el cerebro. BOLERO/SOUL/PUNK/CUMBIERO Y venezolanas cantando La voz a ti debida, Y piel canela mientras tu duermes flaco en los buses después de una madrugada atado al verso como ebrio flaco de sol sin luna posible entre las largas avenidas donde tu explosión oscila como parca ave (¿enjuta dije?) y te dibuja estos años macerados en ron en versos en maceteros absurdos en teclados de plástico como mi corazón Con plantas salvajes entre lenguajes vallejianos anonadados obtusángulos variando tu desdicha pesando un ½ de tu luz contra el asfalto: estampida de buitres la prosa en sí era tu mente tu mente en sí la flor que bordas en el instante tú y yo mutando en el agua del verso que es delirio de cuerpos y calles y musgo sobre los que bailaba tu lenguaje cayendo en el centro del furor de la oscilación en los cables subrepticios de tu cuerpo entre tus arterias se extendía la ciudad FRONDOSIDAD DE SUEÑOS su cáncer su dolor su bullicio verde tus poemas :paisajes averiados de tu rabia que son ahora tu caos, tu luz, tu hambre larga y lluviosa ciudad que es hoy tu cuerpo tu corazón, tus hígados y tu rostro repleto de abetos y cielo mordido escribiendo en la yema de tus dedos el patrón del algoritmo. CERTEZA Acuérdate que fuiste mi girasol aquel verano BOCETOS (sin correcciones superfluas) Viernes / y nada tan cursi como despertar al ron a la soledad / a la tristeza cursi de la lucidez: como una sola bala. No soy un empresario preocupado por hacer más dinero con el que hacer más dinero. Me preocupa la mente humana, las flores, el delirio, las arañas que juegan en los columpios. La película es tu mente: desacuerdos para ser cumplidos es todo lo que te exige la vida. Mi fragilidad es una nube reventando en tus pupilas. Estoy harto de la hipocresía: deseo cielo. Una nube son los siglos e ideologías que dibujabas en las orillas del mar. Aquí estoy. Florezco, al final de la calle En la esquina donde Muero: ardo gozoso del metálico soñar. No soy un poeta de fin de semana, la poesía la vivo entre desayunos, y lonches. Fundé la noche y encontré tu salvaje piel. Ahora solitario me pierdo, que nadie diga que Barco no fue agitador social, soñador, vértigo entre las azucenas y la luz del oleaje Que nadie repita mi nombre ebrio de luz. Que nadie no, diga mi nombre sin sentir el verano. Los horrores y terrores de la clase media. Calles y terrales es todo lo que inmediatamente coloco -cual musgo- en mis cuadernos. Yo te busco Y buscarte es el verso que pronuncio mientras divago absolutamente perdido. Busco el resplandor de tu cuerpo. El horror de ser un cuerpo arqueado y la soledad de fines de semana entre calles plagadas de barullo. Un sonido roto La confusión de todo el vértigo. En una emisora radial, dijeron que el amor existe. (castañeteaba el viento sobre nosotros) Terrales y perros flacos de las viejas Fábricas de Pintura Tecno. Algunos ebrios se burlaron y un niño lloró y orinó sobre un poema de amor. Todo se confunde y hiere la noche. Estos versos son mi ardor y la tristeza con la que inexorablemente sujeto mis ojos. No soy un viejo alcohólico perdido en la ciudad con la luz titilante de su arte. Viernes y se cocinan las ollas negras Divagan en los supermercados los niños ebrios de tedio El mar poetiza lentamente las espumas de sus aguas De verso en verso, huyen las nubes. Latear por tu barrio es escribir mil versos sobre tu confusión que hace años eran máquinas revueltas Busco mi libertad. Estoy en las calles salvajes del verano. Todo es confuso y yazco atado al cuerpo Todo es confuso y yazco poco sereno para ser viernes. La ansiedad tan ignorada hoy es una piedra caliente que muerde mi pecho. RESET “Y si te amo es porque veo en ti la Portadora” Jorge Teillier Despertar es intentar un verso que huye de tus ojos. Ahora ya no me queda licor y puedo oír dulcemente a las aves. Tan plena fue la madrugada que no perdí el horizonte E intenté florecer de algún modo. No perder el horizonte es asumir cada verso en el oleaje. Respiro la paz de este instante Lejos para siempre del orden que destruye la ciudad. Y no precisamente perdido en el extravío de las aves. Yo conozco cierta luz que no cesa. Pensar un poema al despertar es todavía no haber perdido las alas en este viaje. Mis alas son este verso que sacude su propia hermosura. No sé ni pretendo tener otro oficio. La mañana tiene un pasaporte ilustrado. No soy pues aquel hombre preocupado por el tráfico, ni agriado por el qué dirán. ¿Con este poema podré pagar mis recibos de luz o de agua? Amo esta libertad y mi verso crece como musgo frente a tus ojos. Detrás de los postes, cruzan los transeúntes. Mis ojos despiertos cuidan la ciudad. EL NUEVO SOL Todos los amores son puros, ásperos como el propio resplandor del mundo. No deseo sino mi libertad hoy. Llevaré mi mente arriba, al cielo, al inmenso vacío del mundo. Canto encima de todas las épocas como un niño de Sorella corro buscando desnudo tu nombre el amarillo de tus ojos es el girasol que persigo delicadamente dentro de mi lienzo donde resplandecen mis ojos tristes y tus ojos bellos. Estoy locamente lúcido. Algún día encontraré mi vieja bicicleta y echaré a manejar por el barrio. Día de verano rojo, lentamente anaranjado, cosquilleando en los bordes trémulos de larguiruchos árboles que lentamente danzan. Te miro. De lejos, en hondos paraderos erráticos. Nadie sabe que poseo un sueño demasiado piola para suicidarme o abandonarlo. Todo me ata a la vida. El nuevo sol es una carta de amor a una ciudad y época vacía. El nuevo sol es un viento cargado de todos los poemas escritos y por escribir. Llévame lejos de lo impuro, nuevo sol, protege la vida que aún queda. Carga en tus hojas, Esta historia sin fin e infinita de un joven delgado y de pelo largo. La desmesura será el nuevo sol que es un poema de amor que te escribo. Algún día diré: el nuevo sol es el resplandor de tu piel desnuda. Hemos viajado en tantas direcciones para terminar aquí al borde de nosotros mismos hablando solos. ímpetu para lo verde de tus labios, crece la sombra en los mercados copulan vírgenes canciones en iglesias tristes Creo que todo este planeta es es el nuevo sol. Soy de un país donde hay plantas, animales y cosas Nazco brutal entre todos los seres. Vamos a desaparecer dejando estos bisontes palpitantes y sudados a la pared de una cabina de internet. Coloqué tu nombre de alfabeto: vivimos en el verso. Luces, cámara y acción. A TODOS LOS POETAS YO LES HABLO Que me perdone Ovidio la impertinencia Y que Heine también me disculpe Ya muchos años han corrido desde entonces Y me toca a mí -cruzando el siglo- volver a escribir los versos nuevos, volver a silbar lo nunca silbado. Atrás, Baudelaire y Catulo, ¡quieto tú terrible Pound! Es hora de que vuelvas a casa Whitman Y me dejes a mí ahora tensar la Lira de la Época. Y que te quedes sin amor, don Amado Nervo. Yo sé que quieres contarnos tu Paraíso, don Dante, y sé que Lezama, sigue asmático y errante. Y decirle a Nicanor Parra, stop, me toca a mi hacer el rock. Vallejo, no llores más, yo te amo tanto. Neruda, puede seguir cantándole a una cebolla si desea. Es necesario repetir lo nuevo, es necesario ser el fuego, el que respiraba en tiempos de Quevedo con Góngora y su ande yo ardiendo! Es tiempo Juan Parra del Riego de guardar los polirritmos No se desespere niño Oquendo que ya tenemos nuevos metros de poemas Es necesario que no siga enfermo, don Eguren, por sus Reyes Rojos. Y tú maldito Bukowski, es hora de que pares de beber. ¿Henry Miller? ¿Nerval? ¿Homero? ¿Kavafis? Es tiempo de soltar otra cometa y hacer nuevo paisaje. Ya estoy harto de los beat, y de los nadaístas, ya me aburrí. Ni conceptual he sido ni neobarroco seré. Yo le hablo a todos los poetas. A Mistral, a Meireles, a Chocano, a Gioconda Bellí, a Silvina Ocampo, a Szymborska Wislawa, a E. Dickinson. Yo beso a Fernando Pessoa y sus clones; yo le muerdo la oreja a Carlos Germán Belli; miro desde lejos al pedante de Huidobro; me río de las cursilerías de César Moro. Alberto Hidalgo es mi hermano. Juan Ramírez Ruiz, es hora de que vuelvas de tu locura; Yo sé que tú, Blanquita Varela, sigues apenada como un vals; Quisiera beberme una cerveza con Li Po y con César Calvo ir siempre a tonear. ¿Qué todo es soledad, cierto, Martín Adán? Es hora de que Watanabe deje ya de mirar locuras en los heladeros y que deje ya las nubes nuestro querido José Pancorvo. Yo me reconozco en la Lira de Darío y de Verástegui. Y soy amigo de todos los poetas, y conozco sus metáforas, y sus frutas, y sus amadas palabras cotidianas (Octavio Paz y Teillier, me dijeron palabras antesdeayer) Yo le hablo a todos los poetas, sin ningún disfraz de profeta. Y su voz marina dialoga con mi voracidad: diáfana, dorada, la misma voz del Mar. Facebook Twitter