KIMBERLY HUERTAS ARREDONDO – MEMORIAS DEL ISTMO


Kimberly Huertas Arredondo (Costa Rica, 1994) Estudiante costarricense e investigadora académica graduada de la Universidad de Costa Rica (UCR) con formación en la Enseñanza del Castellano y la Literatura y en la gestión y documentación de archivos (Archivística). Actualmente, cursa estudios de posgrado en la Universidad de Costa Rica en la Maestría Académica en Literatura Latinoamericana. Además, será publicada en la Antología de poesía hispanoamericana: Voces en el aire compilada en Costa Rica. También ha sido publicada en la revista mexicana Primera Página, la Revista electrónica de Literatura Hiedra y la revista peruana Kametsa. Mis áreas de interés son la literatura latinoamericana, literatura colonial, historiografía, teoría literaria y la didáctica de la literatura.
 
 
 
MEMORIAS DEL ISTMO
 
El istmo fue guerrilla, ejército,
contraguerrilla, tierra arrasada,
censura estatal y exilio.
 
Alexandra Ortiz Wallner
 
 
Se acaba el tiempo para seguir
olvidando las cicatrices
del pasado
y el error,
no hay olvido
ni perdón.
 
Se descubre el pasado,
bajo el reloj de la memoria.
¿Dónde están los siglos memoriosos?
La sombra en el espejo no quiere desaparecer,
bajo los mitos
de la barbarie
y la represión.
 
El presente está marcado
por la oscuridad del olvido
y la Historia
del engaño
al ritmo
del panem et circenses
de los Señores presidentes.
 
Entre la memoria de mis ancestros
hay un abismo de agonías,
de sufrimientos,
de templos destruidos,
de espejos rotos,
bajo la mirada de los hombres
de fe en Colón.
 
¿Acaso escribo estos versos para curar la desmemoria?
Estamos enfermos del mal endémico
que desdibuja la región,
que ensombrece la luz de la memoria,
el aire y el tiempo de mis ancestros
y de todo aquello que borre el legado
de nos engrandeció.
 
Escribo para repensar y descolonizar la H/historia
del istmo y puedan conocer la imagen de Comala,
el hogar,
la patria
de los silenciados,
bajo la muerte del olvido.
la violencia y destrucción.
 
 
 
MEMORIAS MASACRADAS  
 
 
La memoria es el acto pedagógico
del pasado que construye
los espejos de los hombres.
 
 
Cuentan los testimonios
del terror
del monstruo que se esconde
bajo las máscaras
de la impunidad
y el silencio.
 
Hay memorias, hay recuerdos, hay pasado,
hay historias,
pero no hay olvido ni perdón.
La memoria erige los espejos de la región,
oscurecidos por la sangre
que se derramó.
 
Crecen las razones de las familias
con sus traumas
y sus duelos
como los testimonios
que revelan el genocidio
y el horror.
 
Desaparecen los archivos que documentan
las masacres que entristecen a la región:
con la tierra arrasada,
las torturas,
desapariciones
y desolación.
 
La memoria del istmo vive,
respira
cuando la sabia
de los archivos,
sana las cicatrices
del olvido.
 
El terror y la represión no vencerán,
mientras la brújula de la memoria
y la escucha de mis versos no sean silenciados
por miedo al exilio
y represión de los que niegan
el genocidio y el error.
 
 
 
 
 

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