Luis Correa-Díaz, Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua y de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba (España), poeta y profesor de Digital Humanities y Human Rights en la University of Georgia-USA. Autor de varios libros y artículos críticos. Últimamente destacan: a) el e-book colectivo Poesía y poéticas digitales/electrónicas/tecnos/New-Media en América Latina: Definiciones y exploraciones (2016), b) La futuridad absoluta de Vicente Huidobro (2018), c) Novissima verba: huellas digitales/cibernéticas en la poesía latinoamericana (2019), d) Latin American Digital Poetics (2022) Sus poemarios son: Americana-lcd (2021), metaverse (2021), Haikus nada más (2021), Los Haikus de Gus (2021 y 2020), Maestranza de San Eugenio… (2020), Diario de un poeta recién divorciado (2020 y 2005), … del amor hermoso (2019), impresos en 3D (2018), clickable poem@s (2016), Cosmological Me (2010 y 2017), Mester de soltería (2008 y 2006), Crónicas, in memoriam-s & ofrendas (2022). Miembro del comité editorial de diversas revistas profesionales europeas, latinoamericanas y estadounidenses. Profesor visitante en: State University of New York –Albany; Instituto Iberoamericano-Berlín; Pontificia Universidad Católica de Chile; University of Liverpool; Universidad de Salamanca; Pontificia Universidad Católica de Bolivia; Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile.
FRENTE AL MAR
qué hace, qué piensa
la gente cuando
se sienta frente al mar,
a dónde va, o es
que no lo sabe, medita,
me dice mi compañera,
lo mismo que tú y yo
estamos haciendo
aquí y ahora subidos
a estas rocas apenas
sí mirándonos, nuestro
padre sol nos llama,
a él se lanza el corazón
mudo como un monje
para conjurar la noche
una vez más, conmigo
sueñas otro amanecer
igual al de los Changos
de cientos, miles —ojalá
millones— de esos felices
y finales años por venir,
al de aquellos chinchorros
que me contabas anoche
antes de dormirte junto
a mí, momificándonos
en el amor mutuo cada
vez con más arte y celo
para despertar así mañana
LAS OLAS
las olas nunca van a aceptar
que los hombres le ganen
unos palmos a la mar, nunca
dejarán de volver por lo suyo
como nosotros regresamos
a nuestras arenas primeras
en un flash cuando de amor
morimos sobre el agitado
pecho del(a) amante, nadie
empuja las aguas lejos, no
se las obliga hacia el fondo
sin que antes hayan por sí
alcanzado la más violenta
plenitud de su gozo ciego,
volverán por cierto apenas
idas, saltarán los diques y
nos empaparán de su aliento
INGENIERÍA SOLAR
aquí sentado en mi café de casi
todos los días, con un black coffee
en la mano como de costumbre,
iPhone ready, rechazada la idea
de perderme en responder emails,
superada la tentación del social
media, cerrada la antología
que me traje para inspirarme,
habiendo cruzado palabras
amables con algunos parroquianos
y una que otra broma inocente
con los que atienden, medito
feliz de no sentir que me ronda
las sienes como una abeja
lapidaria —y me da pena caer
en esta comparación que las bees
no tienen la culpa de nada y
nosotros para más remate
las traemos a punto de extinción—
un poema cualquiera de esos
que se te vienen con su aguijón
y a veces, raras, dejan en la boca
después de terminado, if,
un gustito a miel, aunque nunca
del todo dulce como quisiera
uno, en sus mejores momentos
hacer una pequeña ingeniería
solar con los versos like they do
con el néctar de las flores
que ahora veo al otro lado
de la calle a través de la ventana
y que a la amada telepáticamente
se las envío mientras celebro
que hoy no hay poema que escribir