Maria Luisa Spaziani | Este prodigioso silencio

Maria Luisa Spaziani fue una de las más influyentes poetisas italianas del siglo XX: entregada a la poesía desde muy temprana edad, con solo diez y nueve años funda y dirige la revista literaria “Il dado”. En su creación de sublimes universos poéticos, la nostálgica mirada hacia el pasado se tiñe de cierta ironía: un principio de diversión en lo oculto, cada umbral se plasma en una adornada energía vital que cobra vida a través una escritura escrupulosa, cimbreante y nunca ocasional. Una expresión delicada que acompaña al lector en un proceso de observación perspicaz que engloba a los susurros de los ojos que escuecen de vida, a los olores franceses fieles a la tradicion de la Plèiade y a un culto por el gusto clásico que se convierte en un sentir sagrado y colectivo. Spaziani fue también académica, traductora además de escritora y en cada una de estas profesiones supo distinguirse gracias a su alma liberadora y a sus ideas acerca de la inexistencia de la “indiferencia”: si la vida parece ser gris, la culpa es de quien la vea así:  hay que buscar y defender su propria huella en un mundo que se parece a una enorme bola de cera.

 

Lettera 1951

 

Natale altro non è che quest’immenso

silenzio che dilaga per le strade,

dove platani ciechi

ridono con la neve,

 

altro non è che fondere a distanza

le nostre solitudini,

sopra i molli sargassi

stendere nella notte un ponte d’oro.

 

Sono qui, col tuo dono che m’illumina

di dieci stelle-lune,

trasognata guidandomi per mano

dove vibra un riverbero

di fuochi e di lanterne (verde e viola),

di girandole e insegne di caffè.

 

Van Gogh, Parigi azzurra…

Un pino a destra

per appendervi quattro nostalgie

e la mia fede in te, bianca cometa

in cima.

L’incanto di Natale, 2012

 

 

Carta 1951

 

Navidad no es nada más que

este prodigioso

silencio esparcido por las calles,

ahí donde ciegos plátanos

sonríen junto a la nieve,

 

nada más que una fusión a distancia

de nuestras soledades,

en los blandos sargazos

extensión en la noche un puente

de oro.

 

Aquí estoy, con tu don

alumbrándome

de diez estrellas- lunas,

soñadora cogiéndome la mano

ahí donde vibre un eco

de fuegos y linternas (verde y púrpura),

de molinetes y letreros de cafés.

 

Van Gogh, Paris celeste…

Un mezquite a la derecha

dónde colgar cuatro nostalgias

y mi fe en ti, blanca cometa

en lo alto.

L’incanto di Natale, 2012

 

 

L’eloquenza

 

Con timoroso stupore accedo alla tua nudità

(guizza il pesce di marzo della luce),

inguini, anfratti, e già un corallo pallido

di vene traccia mappe d’eldorado,

 

Dormi, e il silenzio è cembalo stregato

che ci percorre il sangue ricongiunto.

Scivola sul pendio di neve azzurra

la mano-luna in brividi e tepori.

 

Amarti… Ma il linguaggio è una gabbietta

di cornacchie assai rauche. La più saggia

eloquenza sarà tacerti accanto,

mio germoglio che dormi nella neve.

 

Tutte le poesie, 2012

 

 

Elocuencia

 

Con temerosa maravilla accedo a tu desnudez

(centellea el pez de marzo de la luz),

entrepiernas, barrancos, y un pálido coral

de venas rastrea mapas de El Dorado,

 

Duerme, y el silencio es un embrujado clavecín

que nos recorre la sangre reunida.

Desliza hacia la cuesta de nieve azul

la mano- luna en escalofríos y calidez.

 

Amarte… Pero el lenguaje es una jaulita

poblada por cornejas sumamente estridentes. La más sabia

elocuencia será la de callarme a tu lado,

yema mía que duermes bajo la nieve.

 

 

Vorrei sentire la tua mano fresca

 

Vorrei sentire la tua mano fresca

sulla fronte che brucia. Così scende

sopra i roseti esausti la rugiada.

Così sboccia la luna nel buio.

 

Aiutami ad amarti, ad inventarti

nelle tue assenze. La mia fantasia

è comunque un tuo dono, un chiaro alibi

in questo mondo senza altrove.

 

Pallottoliere celeste, 2019

 

 

Quisiera sentir tu fresca mano

 

Quisiera sentir tu fresca mano

en la frente que arde. Así

se deriva

hacia los exhaustos rosales el rocío. 

Así florece la luna en la oscuridad.

 

Ayúdame a amarte, a reinventarte

en tus ausencias. Mi fantasía

aún así es un don tuyo, claro alibí

en este mundo sin allá.  

 

Pallottoliere celeste, 2019

 

Texto introductorio y traducción de Adriana Caterino

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