MARY OLIVER nació en Maple Heights, Ohio en 1935. Publicó su primer libro de poemas No Voyage and Other Poems, en 1963. En 1984 obtuvo el premio Pulitzer en poesía con American Primitive, y en 1992 el National Book Award por New and Selected Poems. Considerada una de las principales voces de su generación, el resto de su obra poética incluye Sleeping in the Forest (1978); Dream Work (1986); The Leaf and the Cloud (2000); Why I Wake Early (2004); Blue Horses (2014); Felicity (2015), etc. Falleció en Hobe Sound, Florida, en 2019.
Fotografía: Mariana Cook
Traducción: Jonio González
ÁNGELES
Podrías ver un ángel en cualquier momento
y en cualquier lugar. Por supuesto, has de
abrir los ojos a una especie de
segundo nivel, pero en realidad
no es difícil. El problema acerca de
qué es la realidad y qué no lo es
nunca ha sido resuelto y probablemente
nunca lo será. Así que no me interesa
ser demasiado categórica en relación con nada.
Tengo un montón de límites llamados Quizá
y casi nada que pueda llamarse
Certeza. Para mí, pero no
para los demás. Se trata de un lugar
que no puedes pretender, al menos
del todo, que los demás comprendan.
Sólo te diré una cosa.
No me importa cuántos ángeles pueden
bailar en la cabeza de un alfiler. Basta
con saber que para algunos
existen, y que bailan.
ANGELS
You might see an angel anytime
and anywhere. Of course you have
to open your eyes to a kind of
second level, but it’s not really
hard. The whole business of
what’s reality and what isn’t has
never been solved and probably
never will be. So I don’t care to
be too definite about anything.
I have a lot of edges called Perhaps
and almost nothing you can call
Certainty. For myself, but not
for other people. That’s a place
you just can’t get into, not
entirely anyway, other people’s
heads.
I’ll just leave you with this.
I don’t care how many angels can
dance on the head of a pin. It’s
enough to know that for some people
they exist, and that they dance.
Gracias por compartir, muy bello!!!