Robert Bly | Poema de invierno

ROBERT BLY nació en Lac Qui Parle, Minnesota, en 1926, en el seno de una familia de origen noruego. Tras su paso por las Universidades de Harvard y Iowa, viajó con una beca Fullbright a Noruega con el fin de estudiar y traducir a los poetas de este país. Comienza así su larga andadura como traductor, fundamental a la hora de hacer conocer en Estados Unidos la obra de autores como Vallejo, Ekelof, Antonio Machado, Lorca, Rilke, Ponge y un largo etcétera. Su primer poemario, Silence in the Snowy Fields (1962), fue un éxito de crítica. A él siguieron, entre otros, The Light Around the Body (1967), ganador del National Book Award y tal vez su libro más político, en especial por su posición contraria a la guerra del Sudeste asiático (en 1966 fundó la asociación American Writers Against the Vietnam War); Jumping Out of Bed (1973); Old Man Rubbing His Eyes (1974); This Body is Made of Camphor and Gopherwood (1977); This Tree Will Be Here for a Thousand Years (1979); The Man in the Black Coat Turns (1981); Morning Poems (1998); Snowbanks North of the House (1999); The Night Abraham Called to the Stars (2001); Turkish Pears in August: Twenty-Four Ramages (2007); Talking into the Ear of a Donkey (2011), etc. Falleció en Minneapolis en 2021.

 

 

POEMA DE INVIERNO

 

Las temblorosas alas de la pequeña hormiga de la miel

aguardan a que el riguroso invierno termine.

Te amo de forma lenta, estúpida,

casi sin hablar, una o dos palabras solamente.

 

¿Qué provocó que vivamos escondidos?

Una herida, el viento, una palabra, un padre.

A veces esperamos indefensos,

torpes, ni intactos ni sanos.

 

Cuando ocultamos la herida, retrocedimos

de una vida humana a una vida encapsulada.

Ahora sentimos el duro pecho de una hormiga,

el caparazón, la lengua silenciosa.

 

Este debe de ser el método de la hormiga,

la pequeña hormiga de la miel,

el método de aquellos

que están heridos y quieren vivir:

respirar, sentir a otro, y esperar.

 

 

 

WINTER POEM

 

The quivering wings of the winter ant
wait for lean winter to end.
I love you in slow, dim-witted ways,
hardly speaking, one or two words only.

What caused us each to live hidden?
A wound, the wind, a word, a parent.
Sometimes we wait in a helpless way,
awkwardly, not whole and not healed.

When we hid the wound, we fell back
from a human to a shelled life.
Now we feel the ant’s hard chest,
the carapace, the silent tongue.

This must be the way of the ant,
the winter ant, the way of those
who are wounded and want to live:
to breathe, to sense another, and to wait.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *