SILVIA GOLDMAN – LO INDEFINIDO


Silvia Goldman es poeta, docente e investigadora. Ha participado en diversas antologías como Poeta en Nueva York: Poetas de tierra y luna y Árbol de Alejandra. En el 2008 publicó su primer libro Cinco movimientos del llanto (Hermes Criollo). En el 2016, la editorial Cardboardhouse Press publicó la selección de poemas No-one Rises Indifferent to Sorrow, traducida por Charlotte Whittle. Su segundo poemario,  De los peces la sed, fue publicado en el 2018 por Pandora Lobo Estepario. Su poemario miedo, de pronta publicación, ha obtenido un accésit en el Premio de Poesía FILLT 2020. Fue finalista del VI y VII Premio Internacional de poesía “Pilar Fernández Labrador”, y del Premio Internacional de Poesía “Paralelo Cero 2020”. Es doctora en Estudios Hispánicos por la Universidad de Brown y enseña en la Universidad de DePaul en Chicago.
 
 
visita
 
 
me meto en partes mojadas de mí
reporto lo que no dice la lengua
 
una hebra de mi pelo es una punta que me vacía
es lento encontrar mis pies
pueden ser el vacío de algo
su manera de caer hasta lo nuestro
han perdido mi boca
 
recuerdo el verde no como un color
sino como el tacto que disminuye sobre sí el golpe
 
lo contrario de lo que no duele es duelo
 
una madre tiene que ser el cuerpo quieto y solo de una hija
 
tener piso en el cuerpo o en la carne supone una visita
 
vos creés que tu madre te visita pero musicalmente es tu hambre
 
(inédito)
 
 
brote
 
 
en días como éste en el que sentís todo lo que se muere de vos
mirate bien abajo como si fueras otra
comenzá desde atrás
la espalda es un río que vas a cruzar
agarrate
sentí tus pelitos
brotes de un abandono que no te corresponde
 
repetí esa escena en otro cuerpo
¿no ves los girasoles?
¿no se te encoge el corazón como si brotara algo?
 
abrí tus labios
lo que quisiste abandonar por miedo y se quedó
mirate el bulto que crece en vos
mira cómo se afila no es una rosa es el brote
hinchado de tu carne
¿ves las raíces con las que creció?
no vas a llegar pero intentá besarlas
 
(inédito)
 
 
nadar
 
 
nado para que el cuerpo entre en una conversación
un miedo casi tan largo
lo que la mano en el agua no dice
 
mezclo lo agudo y lo suelto de mí
lo saco a borbotones
digo un silencio y lo toco
para que el cuerpo entero tome agua
 
nadar es hacer que abra toda su boca el cuerpo
 
(inédito)
 
 
lo indefinido
 
 
toda mujer tiene una mano en el pecho que no ve
no sabe que está ahí por miedo a perderla
y que se vaya por el hueco de la sangre
toda mujer que no sabe
tiene una mano en el pecho
que se va por el hueco de la sangre 
para darles el futuro de sí a sus piernas
toda mano en el pecho de una mujer que no sabe
que tiene el futuro de sí en sus piernas
vuelve de algo doméstico sí
como de querer poner su cuerpo en la silla
pero ponerlo en la mesa
como si se las pusiera en el pecho y fuera carne
que viene de las dos
como si en la mesa hubiera un cuchillo que punza
algo doméstico pero a la vez aéreo
como una mujer que tiene en el pecho una mano que no ve
no sabe que está ahí y es para cortarse
o como una mujer que sabe que tiene una mano en el pecho
y no la mueve por miedo a que se vaya por el hueco de la sangre
y se pierda entre un ruido de pájaros
que maltratan el piso con su rojo
 
(inédito)
 
 
decisión
 
 
los lugares donde me habito
hacen pozos
vienen de la familia que dejaron
lo sé porque veo mis brazos sacudirse en sus aguas
pero mis pies ya no se mueven
hacen que la piel sea algo difícil
espacios donde se ahoga una planta
 
alguien los puso ahí
alguien que se quiso usó sus manos para ponerlos ahí
alguien tal vez no se quiso pero se puso
 
somos todo lo que se pone
delante de cualquier decisión
 
el viento es más delgado porque alguien
le puso una planta
se dobla como si quisiera una silla
no es tan rígido
sólo hago una simple observación
no tiene ventanas de las que agarrarse
no sale

(inédito)

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