157. Año 9: METİN CENGİZ | Cánticos de amor

En el marco del dossier de poesía universal, preparado por el poeta uruguayo Jorge Palma, leemos algunos poemas del poeta turco Metin Cengiz:

 

METİN CENGİZ. Vive en Estambul. Publicó 17 poemas y 23 libros de ensayos, reseñas y teorías sobre poesía. También tradujo y publicó al turco las obras de 19 poetas extranjeros. Su poemas y escritos han sido traducidos a 33 idiomas, incluidos árabe, chino, danés, francés, inglés, español, italiano, hindi, japonés, portugués, rumano, ruso, serbio, vietnamita y griego y publicado en revistas y libros. Sus 22 colecciones de La poesía se han publicado en 20 países extranjeros. Preparó, tradujo y publicó dos antologías de poesía francesa, una italiana y otra española. Más de 100 críticos, poetas, ensayistas y escritores han escrito sobre sus libros de poesía y prosa. el ha sido entrevistado por numerosas revistas y periódicos. Hasta el momento se han escrito cuatro libros. sobre su poesía. Ha participado en muchos de los festivales más importantes celebrados en el extranjero. Él Ha participado como ponente en congresos y en transmisiones de radio y televisión. Él recibió los cuatro premios de poesía y literatura más importantes de Turquía y fue recibido como un invitado de honor. Hay seis premios importantes de poesía en el extranjero.

 

 

CÁNTİCOS DE AMOR

 

 

CÁNTİCOS DE AMOR II

 

 

Estoy tan solo, un caballero en el desierto comparte mi respiración con el sol de agosto y “Ecce ancilla Dei”3

 

puede ser que seas un sueño terminado

el sueño de un santo al borde de un precipicio el santo que pasea la cicuta en su corazón

y siembra la Luz Divina en sus libros

un viajero de los antiguos tiempos

 

ahora un coro de muchachas ha tenido mi canción estoy solo, todo aquello que he tocado la piedra, la

arena, el guijarro

 

mis palabras no esconden mi sombra

 

llegado el momento el día la vida parece mármol y en cada espejismo un caballo que corre con tu

 

sueño

por todas partes un humo negro como la noche tu sangre entrega el alma a los pozos secos

tu sangre caliente que escurre con el sol

 

  1. En latín, signi ca “he aquí el esclavo de Dios”.

 

el mío es un sueño de bandera, un fuego de diluvio para ofrecerte los grandes horizontes

soy como las lluvias sedientas para el desierto.

 

 

 

CÁNTİCOS DE AMOR VIII

 

 

Lo verdadero es el fruto envenenado, decía mi padre

 

yo lo he aprendido una vez más

 

tu llegada, era un temblor de tierra

el honor de mi cuerpo se estropeó

como la batalla de dos ejércitos

nosotros nos hemos encontrado y conocido con la echa, la espada y la lanza

 

enseguida entre la misma sombra nos hemos aferrado

 

tú, tú eres un nido de torcaza

yo, yo soy un relámpago entre la oscuridad has hecho una canción con tu cuerpo

yo expandí las lenguas con sus letras porque yo soy un soñador

 

enseguida hicimos llover

diciendo, es nuestra libertad

luego quisimos mos ser cautivos de nosotros empapamos la misma llanura

extrajimos agua de los mismos pozos

más tarde comprendimos que

estamos a la vez al nal de la cuerda y somos la

 

cuerda.

 

 

 

CÁNTİCOS DE AMOR XI

 

 

Las olas del alma y el profundo vacío

son dos imágenes de un sentido

y el sentimiento de compartir el mismo delito

 

tus cabellos como la noche

yo empiezo a hablar con tus cabellos tus cabellos “mesnevi ve şerhi”4

 

me paseo en torno a tu rostro

las rosas sobre tu rostro: como si la voz de la

 

sangre me invitara

 

¿tus ojos permanecen? Tus ojos me invitan de una sombra a la otra

tus ojos obras completas de Chejov

 

tu cuello cayó del día: en verano la llanura, en invierno un abrigo

tu cuello, los días de muerte y de vida y un viaje hacia el oriente

 

  1. El nombre del libro de Djalal-od-Dîn Rûmî (Mathnawî, La búsqueda de lo absoluto) /Mesnevi-Mathnawî, sig- ni ca poema de dos versos/ Şerh, signi ca comentario explicación.

 

el verbo vuela enseguida la escritura permanece yo, yo soy esclavo comprometido, tus senos

el nacimiento de la prisión

 

enseguida los largos años de guerra y de paz suelos evocados y fértiles

dijimos al mismo tiempo

el valle era tan verde.

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