LUIS CUETO, escritor y poeta mexicano con descendencia hondureña de 24 años, estudia derecho y reside en el Estado de Veracruz, ávido lector desde pequeño y escritor por necesidad de supervivencia, capricornio con ascendencia sagitaria y queer por naturaleza.
agradecimientos.
Para los escritores lacerados
que buscan el estasis de un corazón roto,
ellas y todos
que escriben sobre los chicos
que les dejaron moretones
y los periodos de tiempo
en los que estuvieron internados,
no hay nada más que decir,
el recuerdo del desgarramiento es momentáneo,
solo queda escribir poesía y gritar,
como los pájaros que cantan desde sus jaulas
o los espigadores que encuentran tesoros entre los restos;
me siento feliz,
me siento triste,
me siento exhausto
y es todo lo que se necesita.
He aquí algo que he descubierto:
en el sinsentido de la tragedia puedo abrir el cielo en dos,
tocar algo más,
algo más de lo que dejo el,
que se fue;
y en los borradores de los recuerdos
se puede encontrar la realidad,
aunque golpee con fuerza en la sanidad del poeta.
Yo soy eso,
lo que ellos saben que son,
y por eso desde mi soledad me conecto
y me uno a cada uno de ellos,
y a sus respectivos diarios de tormentos.
sueños americanos.
para mamá.
Joanna es su nombre,
saltando al mundo en el 93´,
Joanna sobrevive
entre pervertidos
y el alcohol
y sus pericos,
su mamá le escribe triste
su papá de ella se ha olvidado;
pasa nevadas perdida en sus fantasías
dentro de jardines y anuncios americanos,
lejos de guerrilleros y un México acabado.
Joanna sirve copas
a camioneros y empresarios fracasados,
se enamora
y se imagina viviendo en suburbios gringos,
llora por amor
y se hace amiga de las prostitutas del barrio,
sueña con California
y el calor y el dinero del condado,
las cartas de sus padres en el buzón,
su esposo y sus dos hijos abrazados,
el recuerdo de un pueblo en el pasado
y su esposo infiel reclamándole cuanto ha cambiado,
Joanna pasa días y noches en México con sueños americanos,
Joanna ha perdido su identidad,
Joanna sufre por quien no la puede amar,
en el 93’ cuando su vida acaba de comenzar.
sobras de un encuentro.
Sobras de un encuentro repentino,
a la medianoche,
a mi corta edad,
en la casa rosa de mis memorias
o en la casa naranja de mis memorias,
sombras de la culpa,
sobras de tu indiferencia,
de tu ser sin nombre,
de tu rostro sin pasado,
del hombre en blanco
y del vacío nacido de esas dos horas,
la gran importancia de tu nada.
- REVISTA: Si deseas que tu poesía aparezca en nuestra REVISTA, te invitamos a revisar nuestras bases y enviarnos tu propuesta:
- EDITORIAL: Si deseas que tu poemario forme parte de nuestra COLECCIÓN DE POESÍA PANHISPÁNICA, te invitamos a revisar nuestras bases y enviarnos tu propuesta: