JORGE ENRIQUE ALVAREZ es un escritor guatemalteco. Amante de la prosa y el verso, empezó a escribir a los 24 años aunque nunca con fines de ser leído sino solo como una catarsis emocional y romántica. Nunca se ha considerado poeta, más bien un aprendiz de rimas, analogías y eufemismos.
CENIZAS
¿Es este el principio del fin?
La distancia se asoma, insolente.
Soledad, dispuesta, organiza el motín,
el frío invernal, invadiendo mi mente.
Decidiste seguir el camino,
que te aleja con toda la prisa,
que te lleva a algún otro destino
que no es el que mi alma precisa.
El hombre, animal de costumbre
termina adaptándose al hielo,
a que tenga menos fuego la lumbre,
que migajas se vuelvan consuelo.
No se puede abrazar con ternura
el espacio que ya no reclamas
si mi amor no precisa de holgura
ni con hielo se avivan las llamas.
Las cenizas de aquel gran amor
hoy volaron al abrir la ventana,
pues de aquel gran incendio y ardor
solo quedan tizones sin llama.
DESCARADA
Entraste con paso firme
y no pediste permiso,
sin siquiera “hola” decirme
te quedaste de improviso.
Para cuando me dí cuenta,
ya eras dueña de mi alma
y donde un día hubo tormenta
la apagaste con tu calma.
Empezaste a hacer limpieza
sin darme explicaciones,
como quien tiene certeza
del honor de sus acciones.
Ordenaste, sacudiste,
te sentaste a descansar.
Ni “me quedo” me dijiste
pero acepté sin pensar.
¿Y cómo te echo? si no quiero
si no tengo voluntad,
si tu amor, como aguacero,
se llevó mi soledad.
Y sigues aquí instalada
en mi corazón y mi mente,
llenando de pinceladas
de color mi gris presente.
No te vayas, haz café,
sientate y platiquemos.
Y pongamonos al día, no sé,
de tanto amor que nos debemos.
OLVIDARTE
Si tú crees que el día que me faltes
mi mundo se derrumba sin sentido
debes saber que ya me han dejado antes
y en semanas han quedado en el olvido.
Olvidarte va a ser fácil, vas a ver,
solo tengo que arrancarme el corazón
y borrar de mi memoria tu querer,
hacer lobotomía a mi razón.
Solo tengo que dejar de ver estrellas,
encerrar mis ganas tras paredes,
exfoliar de mi piel todas tus huellas,
vivir sin amanecer y atardeceres.
Solo tengo que sacar de mi cabeza
esos bellos sueños que tuvimos
y barrer mi alma con destreza,
purgarla de todo lo que hicimos.
Si crees que no podría vivir sin ti
te vas a llevar una sorpresa.
Olvidarte sería sencillo, sí,
es cuestión de asesinar a la tristeza.
Solo tengo que olvidarme de tus ojos,
de las palabras de amor que me decías,
negar que de tu cuerpo aún tenga antojo,
olvidarme de lo bien que me querías.
Solo debo olvidar todas las cosas
que me acuerden del amor que profesamos.
Borrar de mi mente tu figura hermosa
y que tocábamos el cielo con las manos.
Olvidarte será fácil, te lo juro.
solo hago que el mundo no se mueva,
que la amnesia escuche mi conjuro
y me haga compañía hasta que muera.
Solo tengo que negar haber nacido,
cambiar mi vida por alguna de otro hombre,
desterrar a este amor empedernido
que jamás me dejará olvidar tu nombre.