99. Año 10: SOLEDAD PEREDA | Un jardín en medio del campo

SOLEDAD PEREDA (Argentina)

 

 

 

 

AMOR DIGITAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA

 

 

Después de tres meses

de face, Instagram

videollamadas y zoom

surgió el deseo

de una loca aventura, un café parados

después de muchas sospechas

lavandina, alcohol en gel

denuncias de vecinos

ansiedad, kilos de más

y miedo mucho miedo

problemas de peluquería

domésticos, dentista

desinfecto y desinfecto

permisos, mentiras

barbijos que se caen

reuniones clandestinas e ilegales

espirituales, sociales

emprendimientos solidarios

bicicletas de todo tipo

turnos para el Banco, para el amor

escondites, recovecos

desasosiego, angustia

controles distraídos

muertos de frío

datos oficiales

encarcelamientos

desencarcelamientos

todo vale

esculpir, bordar, tejer

manos secas, agrietadas

más lavandina y alcohol en gel

sin trabajo, trabajo

llantos

contención, amigos

médicos, ambulancias

familias. Muertes

en soledad y sin entierros

cursos online

pobreza no digital

vuelos cancelados

un café, una caminata

rápido

porque el otoño se nos escapa

pero el Covid insolente.

Puta que me quiero ir a la mierda

libros, risas

promesas de amor

en tiempos de pandemia.

 

 

MUCHOS SE SUBEN AL TREN

 

Muchos se suben al tren

otros no pueden o no quieren

caen en la amarga condena de sobrevivir

de arrastrar los pies

en la áspera negrura del desamparo

el tren es el sol, la ardiente arena

subirse es encontrar el propio destino

permanecer en él es ganar la partida

bajarse es sucumbir en el miedo y el abismo

quedarse revolviendo cenizas y agonizar

vivir en un mundo envuelto en llamas

hay infinitos trenes

estoy sola, esperando el mío

hace frío. El viento silba furioso

crujen mis pies bajo la escarcha

un gato gris duerme en el andén

 

 

 

UN JARDÍN EN MEDIO DEL CAMPO

 

 

Como el atardecer que me envuelve

el sol que se escapa detrás de las nubes

la tierra mojada, muy negra, charcos

pájaros bañándose y comiendo la semilla tierna

un viento frío hace susurrar álamos, alcanfores

y detrás del alambrado la pampa chata,

vacas, toros, algún ternero

una pastura, una liebre, teros y perdices.

un jardín con vista a la inmensidad

setenta rosas me hacen soñar despierta

miro mis rosas y miro el campo

ya de noche la luna se derrama

en círculos de gratitud

las estrellas bailan el vals del sereno

a pesar del frío la ternura del cielo me embriaga

unas lavandas rodean la casa, un jazmín en la entrada

puertas adentro la salamandra arde

todo es abrigo,

una Virgen alemana preside la casa

ella es testigo de las intimidades

que el fuego y el vino invitan a compartir

recuerdos, cuentos

palabras, silencio, la calidez de las llamas

afuera la noche y el viento. El cielo gira

el jardín muere para resucitar