AÍDA ACOSTA ALFONSO Nació en Cáceres (España) en 1976, pero creció y tiene sus raíces en Navasfrías y en Ciudad Rodrigo (Salamanca). Desde su incursión, muy joven, en el mundo literario ha participado en numerosas tertulias poéticas y recitales. Sus versos están repartidos en revistas literarias como Atril, Papeles del Martes, Álamo, Papeles del Novelty, en España; y Plátano Verde (Venezuela), Revista Fracturas (Chile), Revista literaria Esteros (Uruguay), Revista Obra Emergente (Uruguay). Ha colaborado en diversas publicaciones digitales. Y está incluida en múltiples y diversas antologías, como por ejemplo: Antología 50 Poetas Contemporáneos de Castilla y León, Ed. Hontanar (2011); Cien años del Genocidio Armenio: un siglo de silencio, E-ditarx (2016); Antología XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos- Por Ocho Centurias, Salamanca, 2018; Antología O Sol é Secreto, poetas celebram Eugénio de Andrade, Portugal, 2019; Proyecto Atlántico-Sesos y Tripas, Ed. Venguerén, 2019; Antología XXIV Encuentro de Poetas Iberoamericanos- Homenaje a Antonio Colinas, Salamanca, 2021; Antología World Poetry Tree (An Anthology for Hope, Love and Peace), Edición Expo 2020 Dubai UAE, Emiratos Árabes, 2022; Antología La fenêtre de París. Vol. 2. La France. Ed. Abu Zubier, 2022; Laurel Poético- Homenaje lírico a Miguel de Unamuno, Salamanca, 2022; Antología Internacional Bilingüe de Poesía Cultural España-Indonesia, Fundación Asih Sasami Indonesia, 2022; Antología Si cerca hubiese un mar- Homenaje a Ida Vitale, Madrid, 2023; entre otras. Ha creado y coordinado diferentes eventos poéticos, como Poetas al Tren (2004) y Grito de Mujer 2016-Ciudad Rodrigo y ha participado en otros a nivel nacional e internacional: Festival Literário da Gardunha, 2017 en Portugal; II Encontro Roiz de Poesía e Musica, 2021- Castelo Branco, Portugal; V Edición del Festival Internacional Febrero Poético Oriente-Occidente, Madrid, 2022; Festival Mesopotamia, La Haya- Holanda, 2022. Ha publicado el poemario Sílabas de luz (Ed. Dalya, 2016) y Sólo Viento (Ed. Dalya, 2023). Parte de su obra se ha traducido al italiano, árabe, portugués, chino, bengalí e inglés. Es Directora de la Delegación de Salamanca de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional (ANLMI).
Sólo se escribe de lo que no se tiene
o de lo que se ha perdido. O sea, se
escribe sólo desde el deseo o desde
la memoria.
El cielo de Madrid, Julio Llamazares
Estos son días de acuarela
de no alcanzar tus labios
los días en que se arrodilla el sol
ante el silencio punteado
por los pájaros.
Todo es un capricho.
Las cigüeñas se calzan
zapatos azules
la campana calcula
su canción de agua
y me pregunto
dónde está la habitación
de tus manos
dónde discurre el beso de hielo
dónde renace el cuerpo
con extensión de mar.
Son días de acuarela
y llega el viento
a puntear la distancia
como flor deshojada.
Llega el viento
con palabras de tierra
a morder el deseo
a quebrar la memoria.
De Sólo Viento ©®Aída Acosta
“te tenga a ti, silencio de la cumbre,
o a ese sol abatido que es la nieve,
donde la nada es todo.”
El ciego que ve. Antonio Colinas
Ahora que se han encendido los tilos
te nombro
luz última
donde permaneces ovillada en la nube espesa de carbón,
y se aprieta el aroma
como una rosa minúscula en el corazón de la tarde.
He oído tus pasos sosegados
rozar la piedra de la plaza celeste
y no te veo,
tu imagen de pájaro pasa fugaz
por la fuente,
nada ha detenido
el cálculo milimétrico del disparo
el párpado luminoso de la tormenta
donde la ciudad paraguas
guarda una melodía de lluvia para la sombra.
No te vi
sentí tu tacto de palabra abierta
en el costado
aquel acento verde repitiendo:
no es más oscura
la habitación de tu mano
que el callejón donde caminas.
Ahora que se han encendido los tilos, sé
que cuando las mieses susurren vencidas
volverás
con tu paso de agua
bendita oración la tierra que se arrima,
el sol cierto.
Poema publicado en El Ciego que ve- XXIV Encuentro de Poetas Iberoamericanos- Antología en homenaje a Antonio Colinas, 2021
®© Aída Acosta
Si miras al universo lo más cerca
y lo más dentro que puedes mirarlo,
que es en ti mismo, … llegarás
al tedio de la existencia.
Miguel de Unamuno
Bandadas de estorninos ciegan la tarde.
La memoria es este cántico que te nombra,
los vencejos de siempre.
En las costuras de la noche
he buscado tu palabra,
descalza en la ceniza
he cerrado los ojos para ver,
y en el silencio acordonado, en esta soledad sonora
atisbo el murmullo de la luz.
Se alzan poderosas en el horizonte las encinas,
madres del precipicio, madres sin fin.
Las campanas ocultas
resuenan en el pueblo azul
gatos de hielo custodian el cielo que veo
el que ya no existe y sucedió hace millones de años.
Y trillan el sol del centeno
los que aventan sus pasos en la tierra,
las cerezas de la dicha… bienaventurados.
Sin embargo, yo, como tú,
he hurgado en la niebla, orilla indefinible,
y ese liquen extraño
se ha acomodado en el latido,
he rozado la herida
la hondura del lago
la rugosidad de la montaña
me he precipitado en todas las aristas
he dibujado surcos
he dejado caer las cuentas del rosario
como una procesión de ancestros olvidados.
Ya nieva, D. Miguel,
ya nieva.
Bien sabemos acomodar la suavidad de los contornos
ocultar la sombra en la sonrisa.
Acaso el amor nos salve
ahora que cae la nieve en nuestros ojos
y alumbra la mirada.
Poema publicado en Laurel Poético, homenaje lírico a Miguel de Unamuno, Ed. Edifsa, 2022
®© Aída Acosta