Braulio Muñoz obtuvo el Ph.D en la University of Pennsylvania. Es Centennial Professor Emeritus en Swarthmore College, donde enseñó teoría social y literatura latinoamericana. Entre sus ensayos sobre literatura se encuentran: Sons of the Wind, Mario Vargas Llosa Between Civilization and Barbarism, y Looking North (con John Hassett). En castellano ha publicado las novelas Alejandro y los pescadores de Tancay (premiada con el International Latino Book Award), Los Apuntes de Alejandro, y El Misha. En inglés ha publicado las novelas The Peruvian Notebooks y The Always Already. También ha publicado el libro de relatos El hombre que sabía morir y en poesía Plaza mayor y Yaraví. En estos días tiene en preparación Retazos, una colección de ensayos. Braulio Muñoz vive el tiempo en Swarthmore, Pennsylvania.
XX
ME DUELE el alma hermano
cosa fuera de tu modo seguro
experiencia fija en vasijas
de barro agrietado como yo
hay dolores que solo duelen
otros se escurren entre miedos nimios
los más demandan acomodos en el vivir
terminamos abrazando las añagazas
cual limosnas envueltas en esperanza
hay dolores que hacen yunta
con blasfemias o remordimientos
hay los que nos instan a levantar
el puño aullar por acequias y callizos
contra los que siempre pueden más
hay los que nos convencen
que boca corazón codo alma
siguen batiéndose contra la nada
en áureas sabanas de silencio
XXI
PARA MÍ los dioses son botones
de nuestro puro pulso
pero darse cuenta no es liberación
nada vale ya roznar en contra
la necesidad llama a la cura
todo remedio se vuelve tradición
solo queda mostrar fictas llagas
pucheros sollozos contrición
no hay pide por lo que se ha dado
blasfemar es tapar verdad y asombro
mejor alentar plegarias a un salvador
así no valga la pena
XXIV
MIRA hermano
mis cantos son húmeros tendidos
en el hilo de mi tiempo otean
entre esperanzas rechazos y desazones
que me escuchen en el silencio de sus horas
que chupen mis tuétanos cuando anden
perdidos por sus propias sombras
ojalá no celebren vida recordando muerte
mejor que cuelguen sus propios húmeros
en el hilo de su propio tiempo
que laman sus propios codos
que se rompan las crismas
en su propio desierto
¿tú qué dices?