CINDY JIMÉNEZ VERA – LA TIERRA Y SUS RELÁMPAGOS Elí Urbinaagosto 14, 2021agosto 14, 2021Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Cindy Jiménez-Vera (San Sebastián del Pepino, Puerto Rico, 1978) es la autora de las colecciones de poesía No lugar (2017), Islandia (2015),400 nuevos soles (2013) y Tegucigalpa (2012), un libro de crónicas de viaje a El Salvador titulado, En San Sebastián, su pueblo y el mío (2015), y un libro de poesía infantil para ser intervenida titulado El gran cheeseburger y otros poemas con dientes (2015). Textos suyos han sido publicados en antologías, en revistas locales e internacionales, en libros de texto para escuelas y universidades, y traducidos al inglés, italiano y portugués. Es colaboradora habitual de la revista La Ventana de Casa de las Américas de Cuba, Global de República Dominicana, 80 grados, En Rojo de Claridad y Cruce de Puerto Rico con artículos de crítica literaria, reseñas y crónicas. La antología de su obra poética I’ll Trade You This Island: Selected Poems / Te cambio esta isla: poemas escogidos, (2018) con traducciones al inglés por Guillermo Rebollo-Gil es su libro más reciente. COLONOS Allá en ese paisaje urbano en el que apenas se distinguen dos árboles hace décadas había un río avasallador y dulce que secaron ellos para crear una urbanización. Cuando llueve mucho el río reclama su espacio. Los citadinos le llaman a ese acto decolonial de la lluvia: inundaciones. Y le huyen. Parecen no recordar a Salcedo y buscan -con terror- soluciones a la posibilidad de ahogarse. NAVIDAD 2019 A nuestro árbol de Navidad familiar había que ponerle las luces de colores primero que todo. Esas eran las directrices de mi madre. Luego iban las guirnaldas y los adornos. Al final ella esparcía unas delgadas y brillantes lágrimas color plata en todo el árbol, y así completaba la decoración. Daba igual si había una estrella o un ángel arriba del árbol. No había ortodoxia en la iconografía celeste que coronaría uno de tantos árboles en nuestro barrio rural. Esta costumbre duró durante toda mi infancia y adolescencia. Mis hermanos y yo salimos de casa. Con el tiempo mi madre perdió el interés en poner el árbol de Navidad. Entonces, lo hacía mi padre, quien seguía la tradición familiar al pie de la letra. Todo, menos colgar las lágrimas. Muchos años después cuando murió mi madre fuimos sus tres hijos quienes esparcimos todas las lágrimas de nuestros cuerpos a lo largo y ancho de dos continentes: América y Europa. Aún seguimos siendo fuentes inagotables. Lo que nunca supe es si al volverse a casar nuestro padre, pocos meses después de la muerte de mi madre, él seguía prescindiendo de las lágrimas de Navidad al decorar su árbol. Por mi parte, hace diez navidades que no pongo uno en mi casa de ciudad. Eso de perder el interés en encontrar un lugar para colgar lágrimas es herencia materna. AL OTRO LADO DE LA VENTANA Las hojas que caen a la tierra impulsadas por los vientos de tormenta tropical esperaron tres estaciones para ser el alimento de las hormigas. Pronto llegará la revoada, ese vuelo nupcial en el que participan las hormigas con alas cuando abandonan sus colonias en masa. QUEMA DE LIBROS Pero, en lugar de una pira ahora dictan a quiénes no leer. Otros ven el Mjölnir y pasan de largo la sensatez la tierra y sus relámpagos. En algún lugar agreste el hígado de Prometeo recibe las mordidas de los buitres cada día por primera vez. FRENTE A LA XILOGRAFÍA SIN TÍTULO (2000) DE MARTA PÉREZ GARCÍA Las mujeres rurales somos más de un tercio de la población mundial, y el 43 porciento de la mano de obra agrícola. Labramos la tierra, y plantamos las semillas que alimentan naciones enteras. Pero, el hombre nos condena a la pobreza, nos priva del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados y cadenas de productos cultivados de alto valor. En su lugar, nos convida al trabajo invisible y no remunerado llamado amor incondicional, sacrificio de madre, abnegación de abuela, ejemplo de esposa. Y, así callamos esta violencia de vivir en peores condiciones que los campesinos y las mujeres urbanas. Por eso, nuestros actos políticos son producto del afecto. Ayer, fui una mujer de Lares con trenzas largas. Enseñé a muchos hombres a organizarse y luchar contra los colonizadores españoles. Pero, la historia me recuerda porque cosí una bandera para que un hombre diera la misa y otros hombres declararan la República. También fui una mujer que criaba gallinas ponedoras en Arecibo, Puerto Rico. Mis hijos se alimentaron de sus huevos de un amarillo feroz como el hambre. Y con la mantequilla y la leche de las vacas que ordeñé todos fueron a la universidad. Algunos dejaron la isla para abrirse una esperanza de otro color el de la migración. Su producción intelectual es materia de estudio en varios países. Nadie habla de mí. Hoy soy una de las patronas de Veracruz. Cocino para cientos de migrantes centroamericanos que viajan encima de un tren hacia los Estados Unidos. Almaceno la comida, la reviso, la preparo y la sirvo. Espero a la orilla de las vías. Cargo bolsas de comida caliente y agua fresca porque algunos no han comido desde hace más de una semana. Corro para estar lista para el paso de La Bestia. Y les lanzo los alimentos. Con esta obra de afecto desde mi cuerpo agreste y mis manos rurales no solucionaré el mundo. Solucionaré la vida. Y eso es algo. Porque querer a la gente no cuesta, son hermanos de la humanidad. Graciasmadregracias, quédioslabendiga me gritan hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, y nicaragüenses, desde La Bestia en movimiento. Me toco el pecho desde lejos. Este amor me pinta el vientre de colores alucinantes. Mira mis espigas de un barroco antillano, naturaleza salvaje. Mi piel queda al relieve tras la plancha perdida de la versificación que irrumpe con violencia esta madera de donde brotan ojos, bocas, lenguas, torsos, animalia, destrozo creador de la vida. Fíjate bien, hombre, ahora mismo todos los animales se alargan como el trigo en saludo glorioso a las mujeres rurales como esperanza de futuro y entre todos ellos hay un espacio para ti. Maneja la cuenta @lectoracaribena en Instagram desde donde gestiona lecturas conjuntas de varias iniciativas teórico-culturales, entre ellas: #cuerpaliterariadiversa y #abrilantillano. Facebook Twitter