ERNESTINA ELORRIAGA – CRUZA LOS CIELOS UNA LANGOSTA DE METAL Elí Urbinafebrero 6, 2021febrero 6, 2021Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Ernestina Elorriaga. Nacida en Darregueira (Prov Bs.As.) Argentina. Participó Encuentro de Poetas con la Gente, Cosquín, Feria Internacional del Libro de Córdoba, Festival Internacional Poesía de La Habana, Cuba, Palabras de Poeta, Escuela de Lenguas de la UNC- Córdoba, Encuentro de la Palabra, La Paz, Bolivia, Festival Internacional La Palabra, Ríosucio, Colombia y otros.2016, Festival Internacional de Medellín 2017. Fue publicada en antologías y tiene inéditos libros de Poesía, y de Cuentos para niños. Libros publicados: La lengua de la noche .-ULEAM, Ecuador -2019. El miedo de una casa inexistente—Editorial Alcion-Córdoba -2019. Mención Concurso Nacional Abuelas de Plaza de Mayo, Cap Fed, Buenos Aires, año 2002. Mención Premio de Poesía Concurso Provincial Luis de Tejeda-Córdoba año 2003. Segundo Premio Poesía– Concurso Jorge Barón Biza Feria de Arte, Córdoba – año 2003. Tercer Premio XIV Concurso Nacional de Cuento y Poesía Leopoldo Marechal – Morón Buenos Aires, año 2008. Reconozco al demonio cuando me recorre Soy furia en el toro de Minos desnucado yaciente en los brazos de Parsifae empujo la puerta la perra puerta cierro? abro? Se escapa el alma? Se siente un olorcito? Reconozco al demonio cuando me recorre y busca desesperado en mi piel y en los huesos de la osamenta que me guarece a la niña que fui Sabrá de la muerte agazapada en mi esternón? De los ríos que brotan de mis sueños? De mis pies hundidos en la ciénaga? Se relame en la boca del infierno de mi infierno sabe del peso de la culpa y en ella se encumbra Ay de estos días la luz esconde un vaho a azufre Cruza los cielos una langosta de metal Cruza los cielos la ramera de la guerra en una langosta de metal carne y sueños la alimentan es muerte que arranca la mirada a los ojos y los ojos al cadáver No es la cuerva ni el grajo que sacian su instinto en las vísceras abandonadas no ella goza en la muerte con la muerte si una ciudad abajo estalla en racimos de sangre y de metal Este poema no deseaba nacer En una azotea una anciana tramaba el mundo de hilos mágicos urdía la vida de hombres y mujeres en el gozo del pan y del trabajo ese mañana tal vez levantaron sus ojos para agradecer a dios pero dios no estaba Sobre el mundo la que no tiene nombre brinca sobre su corazón de acero grita now! el Enola abre su vientre como quien abre una jaula pero no libera pájaros libera uranio y las niñas y los niños dónde? y la vida y la anciana dónde? Apenas un soplo “…todas las noches alas negras Se sacuden en mi corazón “ A.Sexton E El río rugió sin cesar toda la noche con el correr de las horas su caudal aumentaba La pesadumbre había enlutado hasta la respiración Yo trataba de imaginar tus alas batiendo sin cesar contra la cerrazón de los nudos que trama la oscuridad La tormenta se abrazó a tu sueño y ya no hubo arcángel que acudiese en tu ayuda Somos apenas un soplo de la creación la vida en un grano de mostaza una semilla de manzana en el átomo pero arrasamos todo a nuestro paso semidioses sin brújula extraviados ovejas descarriadas pisando hormigas y tréboles Apenás un soplo puestos a andar tumbados en el río de la vida Ilusorio ente nos lanza contra el muro de la noche cuesta entenderlo es el infinito hemos extraviado las alas No voy a morir Estoy en la proa del barco Ya no soy el suicida. A.Sexton No voy a morir está escrito en el corazón de mi madre Me perderé en el camino del infierno arrancaré las flores por su cuello pero no habrá nieve ni niebla que obstruya mi camino el polvo que me navega será apenas un recuerdo El amor habrá de salvarme los caballos que otrora relincharon sobre mis miedos regresarán a celebrar mi vida un tumulto de pájaros alojará la tristeza que navega por mis ojos de lluvia las cuerdas tensas de un violín soltaran su música para resucitados La sabiduría del viento sanará la herida No voy a morir renaceré entre sapos y ortigas Nunca más la calma La imagen se ha fijado a mis ojos la persistencia del tiempo no podrá con ella andará junto al aire quebrando mis estertores Será evidencia de la vigilia de los custodios de la moral capaces de hacer un mar rojo en el pubis del arcángel Ellos deben arder Después de ella nunca más la calma en los bulbos de los narcisos ni en los niños del hambre ni en el pibe que se arroja blanco de espaldas a la esquina ni en las hojas del roble que el invierno hace sangrar Ella muestra apenas sus tobillos asoman a mis ojos como si fueran de translúcido jaspe en el árbol seco la música de un grillo solitario no alcanza a romper la mudez del espanto El cuerpo suspendido de una cuerda se mece sin canción de cuna que lo arrulle. Facebook Twitter
Excelente entrega, poemas que tocan el alma, que interpelan a nuestro ingenuo “Buenos días”. Responder
Maravilla de maravillas.
María tú en mi corazón.
Excelente entrega, poemas que tocan el alma, que interpelan a nuestro ingenuo “Buenos días”.
Qué hermosos poemas, qué intensos, querida Tina Elorriaga !!!