Melián de Órzola | Animal de otro tiempo

Melián de Órzola (La Axarquía, 1996) Ha publicado «Animal de mediodía» (Molinos del Maharón, 2022). Ha participado en las revistas Autores, Águila del Cáucaso, Otro Páramo y Parnaso. Ha preparado, junto al escritor y filósofo Santiago Molina Ruiz, «Homenaje a Garcilasso de la Vega | 1.536 entre azucenas olvidado» (Jota, 2020). Sus poemas han sido traducidos al italiano y al inglés; además, están incluidos en la Fonoteca de Poesía. Es director y editor de la colección de poesía «Tres Tristes Trigos», ejerce esporádicamente la crítica literaria y desde hace un tiempo reside en Sevilla.

 

 

BREVÍSIMA CANCIONELA AL CANTOR

 

…desprendiéndose suave,

como los aires, terco.

 

Inocente en su álabe,

¿quién, arrullado y clueco,

permanece, azabache,

pardo y dorado, ebrio

bajo un sol de jarabe

altivo? Casi quieto,

casi adorno del álabe,

casi arrullo del viento.

 

 

LA HERIDA CLARA

 

¡No mires, mejor vete!

Escuece la herida clara.

 

¡No mires, mejor vete!

Sangre oscura derrama.

 

¡No mires, mejor vete!

La dulce vida se para.

 

¡No mires, mejor vete!

Nace el frío y desgaja.

 

¡No mires, mejor vete!

La carne tibia brama.

 

¡No mires, mejor vete!

Yace bajo la luna baja.

 

¡No mires, mejor vete!

La dulce muerte separa.

 

¡No mires, mejor vete!

Sangre oscura derrama.

 

¡No mires, mejor vete!

Escuece la herida clara.

 

 

SUEÑOS DE LA ALMIJARA

 

tread softly because you tread on my dreams

— William Butler Yeats

 

I

Cuanto más aprieta

y azota el macizo,

cerca del mediodía

tresna ya con oficio.

 

Aulagas y romeros,

jarales y lentiscos

arropan los guijarros,

manducan los caminos;

 

a razón humillados

por zarzas y acericos

y de puro violentos

alcanzan el aprisco.

 

Cuando despierta mansa,

momentos de dominio,

florecen las majuelos

y cuernos a los riscos.

 

II

 

Entre ronda y ronda,

ronda pardo y canela,

muda el oro y el zaino

buscando la tibieza.

 

De hito en hito, todo ojos,

tranquilo y mirada espesa.

 

¡Prisionero en su cumbre!

¡Prisionero en su cabeza!

 

Harto de sol, el bronce

teme por su presencia;

preso donde no crece

la maleza. Recuerda

 

cómo mes a mes brota

y trisca un dolor sin tregua.

 

Animal de otro tiempo,

decoración de la piedra.

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