YOLANDA WESTPHALEN – LA LEJANÍA DE LAS ROSAS Elí Urbinajulio 29, 2020noviembre 4, 2021Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Santa Rabia Magazine presenta una selección de poemas de Yolanda Westphalen preparada y comentada por el poeta peruano Víctor Coral. Yolanda Westphalen (1920 – 2011) fue una poeta y filósofa nacida en Cajamarca, Perú. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y se doctoró con una tesis sobre Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Se desempeñó también como periodista, publicando artículos en El Dominical de El Comercio. En 1999 le fue asignado el Premio Internacional “Gabriela Mistral”, en reconocimiento a su obra poética. Publicó nueve poemarios en vida y, de manera póstuma, tres conjuntos más de poesía, aparecidos en su Obra Completa (2018) publicada por la UNMSM. De su trabajo poético, el gran filósofo y estudioso de la poesía Mariano Ibérico, dijo: “La poesía de Yolanda Westphalen está inspirada en el hondo sentimiento estético de lo lejano. En ella se perciben desdibujados en el distante espejismo de lo inasible, los horizontes que confinan con el sueño y que nos invitan a emprender el viaje lírico hacia las regiones de la maravillosa e indescriptible realidad.” El fino crítico literario y lingüista Alberto Escobar, por su parte, afirma lo siguiente: “Poesía de revelaciones, proyecta su luz para descubrir los símbolos entrevistos en el contorno humano que entrega su misterio, y, que al hacerlo, nos compromete en su desvarío mágico, en su renacimiento solitario y silencioso, y en la explicitación de un modo de conocer…”. Los poemas que he escogido para esta muestra intentan reflejar lo expresado por estos críticos, por un lado, y a la vez atestiguar el interés genuino de la poeta por la palabra, el silencio y la muerte. Los textos elegidos deben hacernos recordar a Yolanda Westphalen como artífice del poema breve, un artefacto poco estudiado en la poesía peruana. XXII Violetas oscuras nacen sobre el perfil de la tarde. El silencio es agua fresca Sobre el temblor del follaje. —De Palabra Fugitiva (1964). 3 Ya no me gusta pensar ahora solo acaricio las palabras las trituro ellas curten mis manos en soledad he aquí el paraíso y el infierno la culpa y la gracia enmohecidas amortajado está el grito y el éxtasis ingenuamente la rosa emerge autoritaria entre el cilicio y el barro y la belleza prevalece opresiva formando un círculo de austeridad que aprisiona y fenece la palabra. 27 Restaura de nuevo el universo en lamentaciones sin fin. Se tambalea el alma. No hay nada que asir en años consumidos. Siempre es tarde. 39 Lee mi escritura que lo piensa todo en la pregunta que es respuesta en el olor de la miel y la palabra mientras arden en sed vencidos en agresiva soledad creados alta tu fe y tu esperanza muerde tu dolor y tu premura porque la sed se sacia con lo eterno y la vida se olvida en su atadura. —De Universo en Exilio (1984). 3 Los árboles se yerguen verticales ígneos sobre la tierra húmeda de nostalgia 5 la lejanía de las rosas la percibo desde lo alto de una palabra hecha silencio —De Graffiti (1999). 13 Y el silencio de la muerte a horcajadas sobre mi sed de ser desmesurado 14 Velocidades, objetos, recuerdos formas de la forma mía desandando la esperanza mi dolor en amor se vuelve árbol 15 Soy la dinámica alucinante del viento 17 El mundo es un laberinto tatuado en mi cerebro. Soy tan distante de la verdad indubitable soy sin ser a una sola forma asida soy un muñón de mano estremecida que la vida envejece en un silencio hambriento de palabras. Facebook Twitter