VIVIANA GONZALES (Bolivia, 1985) es poeta y dramaturga boliviano/mexicana. Su primer poemario, Hay un árbol de fuego en mi memoria (2019) ha recibido el Premio Nacional de Literatura del Gobierno Municipal de Santa Cruz, Bolivia y la Medalla de Oro en el International Latino Book Award en Los Angeles. Ha publicado Canto de un pájaro de fuego con la editorial argentina, Buenos Aires Poetry y Te doy el tiempo de un zapato con Dogma editorial (México). Actualmente su poemario Taxúma en el monte de los olivos está en proceso de edición y será publicado este año junto a la editorial chilena Pampanegra Ediciones. Su poema Mamá tiene miedo ha sido llevado a escena en la City University of New York en el marco del International Muntilingual Conference (2024), tanto la dirección, actuación, escenografía, producción y montaje de la misma han sido realizados por la autora, su hijo y esposo.
En la llama tierna de este fuego
la tarde es un pabebllón mesopotámico
de luz entre las aguas del tigris
Negra agua en que converge la noche
mi silencio es el nombre de dios.
Desde el nudo ciego de mi garganta
excavo la vergüenza porque la tierra arde
hoy
entre los 2 cabos y un golfo
esa extensión de mar que ahoga el rezo
de mis silencios
mientras la costa es una masa terrestre
enlutecida por cuerpos
de niños y mujeres.
Me he quedado en silencio.
En silencio ante los verdugos del Miedo.
La U grandísima de un fiordo
me invita a ocultar mi cabeza
que no merece perdón de dios padre
ni del dios hijo.
El espíritu santo pasa convertido en ardilla
en el jardín de mi casa
en texas.
Los han acusado de crímenes de guerra
mientras preparo el desayuno
con huevos panes y mermelada
Señor mío cólocame entre los justos;
les dimos el Libro explícito y
ellos eligieron el camino
delaverguenzaylasmentirasseñorperdónanosporquesísabíamosloquehacíamos
El café está servido
khatam Allah ealaa qulubihim waealaa sameihim
en esta mesa no hay lugar para los insensatos, ¡SEÑOR!
voy a levantarme
dejo tu alimento al lado de mi vergueza.
*inédito 2025
I
dos niños esta tarde se desnudan
ante sus madres y acarician un cielo
que nunca más será
igual de celeste
especies de hombres en miniatura
carentes de ropaje
brindan manzanas a dos mujeres
no vírgenes
que luego reptarán sobre la tierra
encuentran su corazón en medio de la espuma
pecadoras en el delirio
se auto infringen castigos
–lo que hicieron a quienes se negaron–
el placer
la carne
EL PECADO
los gemidos
y las sábanas rasgadas.
Golpean con sus manos la tierra
que se sacude con la marca del Séptimo Día.
Concluida la labor de parto
cualquier mujer se convierte
en hierba de campo
donde emigran las bestias.
Y así fue. Hizo Dios
las alimañas terrestres según su especie,
las bestias según su especie
tarde de invierno donde los corderos
en otros lugares del mundo buscan su rebaño
pecadoras redimidas
vuelven la vista y encuentran
–en medio del infierno–
a dos niños que
se desnudan esta tarde
“porque tanto amó una madre al mundo
que no entregó jamás a su unigénito hijo”.
*Te doy el tiempo de un zapato
Dogma Editorial, México
Puedo hablar de la crianza de mi ciervo
al que baño con aguas de lluvia,
este animal de monte
no tiene que medirse en los cuarteles
somos capaces de reírnos juntos
de la mezquindad del mundo.
Por el don de tenerlo
yo le ofrezco a cada viajero
cofres abundantes y leche
para que puedan sobrevivir los nueve meses
o toda la vida
lejos del miedo
porque el amor es eso
saber que esto no es mío y
que solo quedará su canto
el galope de su viaje
su cabeza volteando para verme
una última vez antes de tomar el sendero
y tener que tragarme su ausencia
como avellana que pasa por mi garganta y
duele.
Sonreír, a pesar de todo,
señalarle el camino que nos separará
Pedirle que no pare nunca
y que en el fondo de su corazón
quede al menos la memoria
del tesoro en el cofre,
es decir,
del tiempo que le ha cedido a una mujer
el ciervo del monte.
*Taxúma en el Monte de los Olivos
Pampanegra Ediciones, Chile (próxima publicación, 2025).
Bravo!! Viví querida! Estremece tu poesía! Gracias!