125. Año 9: SHAROKY SUÁREZ GARCÍA | Si no existiera el amor

SHAROKY SUÁREZ GARCÍA, conocida como Sakura, nació el 27 de mayo de 1997 en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana. Escribe porque considera que es una medicina y un placer para su alma. “Tanamá” es su primera obra y representa el punto de partida de su vuelo como “mariposa” en el vasto e infinito universo de la literatura.

 

 

 

SI NO EXISTIERA EL AMOR

 

 

¿Cómo sería la vida si no existiera el amor?

no me la puedo ni imaginar,

pero de eso van estas letras,

así que lo voy a intentar.

Quizás insípida,

sin sonrisas,

sin besos ni abrazos,

sería cederle todo el lugar al rencor,

pobre de un corazón con tanto peso. 

Sería una primavera sin colores,

un Japón sin cerezos.

 

¿Cómo sería vivir sin amor?

Sería vagar por el mundo sin Dios y aceptar el mal,

sería declarar al odio el sentimiento dominante de la humanidad.

Sin amor las rosas no tendrían olor y

las letras perderían sentido,

poesía sería el nombre de un destino

y la música un simple objeto de decoración.

Aguarda un segundo,

¿He dicho vivir sin amor?

¿Sería siquiera vivir?

 

Si no existiera el amor

se cruzarían miradas vacías,

las palabras bonitas morirían en la punta de la lengua

o se limitarían a lo cotidiano y lo vulgar

sería dormir con los ojos abiertos y

sin la dulce oscuridad,

¿Podría un alma siquiera soñar?

Y sin sueños no hay ilusión,

sin sueños no existe lo bello, lo precioso, lo divino ni lo onírico.

 

Si no existiera el amor

las guerras y el hambre serían la norma, el mundo se convertiría en un desastre,

el oxígeno sería ácido sulfúrico

y quemaría nuestras narices con cada aliento

arderían nuestros ojos y lloraríamos sangre,

Sin amor el dolor sería el motivo de nuestra existencia y extinción.

 

¿Por qué lo hago?

¿Por qué martirizo mi mente imaginando un mundo sin amor

cuando puedo arruinarme el día con solo ver las noticias?

Porque no existirá en ninguna mente ni en ningún otro lugar

un mundo sin amor peor que el mundo en el que vivo.

 

 

ADULTOLESCENTE

 

no soy adulta,

no soy simple adolescente,

soy adolescente a los 26,

con gustos excéntricos y con el bolsillo de una niña de 10.

¿qué tal? mucho gusto,

mi nombre es nostalgia melancolía frustración

¿qué se supone que haga en esta etapa?

¿qué disfrute de unos años que son imposibles de vivir

sin un constante peso en la mente

o que sueñe con cosas que nunca tendré?

 

les cuento a mi familia mi sueño:

casarme con un coreano en Japón vestida de Teuta Matoshi

y ellos piensan que les estoy contando un chiste

y un chiste de buen gusto por cierto porque el de mal gusto se llama realidad.

 

adolescente soy,

tengo 16 años 10 años después,

un temor profundo me invade cada vez que pienso en los 30,

el comienzo de los ‘ta, los años sombríos le llaman

y más lúgubres se tornan cuando aún se está soltero,

la incertidumbre de no saber si abrazar a la soledad

o seguir aferrada a una agonizante esperanza arropa cada partícula de mi ser,

llenando de amargura y desdicha todo espacio de mi mente,

enmudeciendo mi lengua ante la constante pregunta: ¿cuándo te vas a casar?

 

exijo una explicación:

¿por qué vivo por amor y es lo que menos puedo tener?

por qué no sólo poder vivir sin tantas complicaciones,

sin etapas ni disgustos, sin niñez ni adultez,

ser adolescentes de por vida,

que todos los años sean de oro

y que la vida no termine en la vejez.

 

adolescente soy y solo tengo 26,

me pregunto que seré cuando tenga 40,

¿una bebé?

haré de cuenta que las canas son solo un tinte natural,

que viene incluido en el paquete de la vejez,

y que son las arrugas más que cicatrices del tiempo

el maquillaje natural de la vida.

 

si la edad es sólo un número,

la incertidumbre una constante,

y los sueños simples alucinaciones de la noche

que los ignorantes interpretan como chiste,

supongo que estoy viviendo los mejores años de mi adolescencia.

 

 

REMORDIMIENTOS DE MEDIANOCHE

 

debí escribirte,

debí molestarte,

debí haberte confesado que los labios que soñaba besar eran los tuyos,

que los poemas de amor que escribía eran para ti,

debí haberlo hecho.

 

debí haberte dado una señal,

de que este corazón latía,

solo porque escuchaba el tuyo latir,

de que tu perfecta anatomía,

plagaba mis pensamientos en el día,

y mis sueños en las noches,

debí haberlo hecho.

 

debí decirte lo especial que era yo,

sabiendo lo especial eres tú,

por no conformarte con lo común,

por perseguir lo extraordinario,

debí estar tan loca como para confesarte mi amor desde el primer mensaje,

debí dejar el miedo para después,

haberme atrevido,

debí haber estado dispuesta a aceptar un no de tu boca o un sí, tal vez.

 

y es que coleccionas rosas que nunca marchitan,

y yo soy lavanda en invierno,

hablas el idioma de los ángeles,

y yo sigo aprendiendo inglés,

exploras planetas que aún no existen,

y yo recién he alunizado,

sabes las respuestas a preguntas que no tienen respuestas,

mil galaxias pueblan tus ojos,

tu sonrisa se llama encanto.

 

encanto que varias veces vi,

encanto que a mis 20 años amé,

encanto que se ha alejado de mí y que no podré volver a atraer,

encanto que debí hacer mío,

encanto que provoqué cuando bailamos aquella vez,

encanto en el que anhelé vivir,

encanto que nunca tendré.

 

 

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