LILIANA DAVILA JURADO (1982), cusqueña, antropóloga, gestora cultural, escritora, poeta. Publicaciones colectivas: “Imágenes de un cotidiano narrativa fotográfica e intervenciones literarias” Infinitos Indistintos, Brasil 2022, “Cuentos y poemas de amor” Ciudad Librera, Lima 2023, “Memorias del olvido” Letras Negras México 2023, Antología poética: “Anhelos de paz” Red Némesis, Lima 2024, “Calladita te ves mejor” Fanzine, Editorial Autómata Lima 2024, Narrativas del Bicentenario Puerto de Letras Callao, Editorial Ángeles de Papel, Lima 2024; colaboraciones poéticas en diversos portales web y redes.
NARANJAS EN OLVIDO
[Catalina las naranjas de tu bolso me entristecen]
Trémulas simulan rodar en el desierto
embadurnadas de tu saliva amarga
ahora solo supuran líquidos olor a penicilina,
bajo el cobijo de tu bolso rígido de tocuyo
ni el hálito de las mañanas
te recuerda
el porqué de tus naranjas en olvido;
será acaso símbolo del destierro
exilio tardío
de aquél quien las arrancara
sin certeza alguna
de la equivalencia
entre el amor y las naranjas
dar
recibir
traicionar
olvidar.
INVOLUCIÓN
Los pendones del árbol de Adán
antes el estruendo del big bang
la condensación de la materia con pundonor
homo erectus
homo economicus
homo explotus
homo pornus.
El arca en soliloquio sobre la masa oceánica
lamida por los orines del hijo del Shaddai
los peces son dioses en ascensión
confesando las penas de la materia
no dejando de hacer una venia burlesca
ante las miles de manos con las yemas necrosadas
sabidas ellas están del hastío y la existencia sin moral
han decidido conservar la uña del dedo índice
para reventar la pus del Cicerón.
El apocalipsis ha llegado —grita—
como una nínfula perdida en el Amazonas
despidiéndose de su seducción
lavándose la cara bajo la lluvia ácida
aspirando polvos dorados
es ahora una arpía cazando sueños ajenos
en medio del vacío
sin sístole
sin diástole
clorofila ausente.
Ahora el verde se riega en el esmalte de uñas
específicamente para el pulgar opuesto de tu mano flaqueante
ausente de huella superficial
con expertís para apretar botones apasionadamente
algunas veces yace en el pecho del indolente
intentando hacerlo independiente
inconexo a su dueño cerebro
haciéndole parecer un falso sueño
y yo gritándole al ojo de la involución
que ahora su ex dueño
ha intentado exterminarme con una frialdad
de verdadera vocación.
SELVA ALTERNA
Lianas con esbozos de eternidad escudriñaban su sombra
regando caricias sobre cabellos abatidos,
cansadas de aquel silencio
se erigieron iracundas;
habían sentido la pena en eco rebotando las paredes de la caverna
evocando a los dioses,
resolvió tejerla desde la raíz
con amor compartido.
Aromas de tierra fértil constriñeron sus hebras
dócilmente le permitió ser una,
una como la selva misma;
despertó extasiada
abrazando sus lianas extensas como el universo
insondables como el amor de un inmortal latente.
Entonces llegó la lluvia y se dejó amar más,
el petricor dilató sus pupilas
erizó cada poro de su piel
reventando sus ganas de ser fecunda,
revolcando su cuerpo sobre la hierba fina.
Gotas cristalinas se deslizaron intencionadamente,
finalizando las puntillas de las hojas
dieron al encuentro de su lengua sedienta,
serpenteantes como cientos de amarus
regaron su interior,
anhelante selva alterna de frutos maduros.
—Transmutó—
Los rayos del sol después de la tormenta le hicieron recordar
el espíritu intenso de la matria húmeda;
cerró sus ojos abnegadamente
para escuchar la resonancia estruendosa de la vida,
sus pies echaron raíces resplandecientes
las flores de la pasión habían brotado finalmente.
Abandonó sus poros imberbes.
Ha retoñado el útero
ahora será infinitamente maduro
ya
es
una
selva
alterna.