129. Año 10: ANAHÍ SALISBURY | Solo si bailas con los otros, vives

ANAHÍ SALISBURY (México) psicóloga clínica de profesión. Encuentra su voz poética en la intersección de la palabra y el silencio, con un gran interés por la poesía que aborde temas de denuncia social y el dolor humano, su creatividad bebe del horror corporal, las creencias místicas de su abuela y una búsqueda del sentirse segura habitando en un estado de violencia. Próximamente su cuento “Perrilla abierta” verá la luz en una antología de cuentos cortos latinoamericanos, ofreciendo un vistazo a su escritura que intenta acercarse a lo siniestro, tejiendo los lazos familiares con el peligro.

 

 

 

SOLO SI BAILAS CON LOS OTROS, VIVES

 

 

Ella danzaba, pero no se quemaba

se comía el tiempo para lavarlo,

hacer costuras a su falda,

al borde de su ropa, donde yo me pescaba

Me alimentaba con sus dedos

y me crecía el asco en la garganta.

Ella hacia sus limpias

y quemaba los temores de otros.

los vomitaba

Y me pedía que cantara

con mi voz no parida,

mi voz bestial y sus dedos

hacían plegarias, rezos

Ella me decía, sin mirarme a los ojos:

Solo si bailas con los monstruos de los otros. podrás vivir.

decía:

No busques escapar de las llamas que si lo haces vas a arder.

Nunca le temí al fuego

le temía a su presunta inmortalidad

a sus idas y vueltas a lo fantasmal,

a sus actos sexuales con los espíritus

que se vestían con el cuerpo de Ella

para cumplir con ritos, curaciones

y desanudar horrores

Entró en trance

me contaba,

Tengo que no ser yo y también estar presente para hablar con los monstruos de cada persona.

La escuchaba y lloraba porque su voz ya no era lo que yo conocía.

Las voces, no de Ella,

invocan cuerpos sin forma,

cuerpos medusas,

acuosos,

con sonidos hostiles.

Las personas nos dejaban sus crías atemporales

y terroríficas

Ella las toma sin crueldad.

las acuna como alguna vez me acuno a mi

las invita al fuego

Los miedos construyen a las personas, pero un día se vuelven restos y hay que extirparlos, pero con amor.

después, volvía a ser la abuela.

 

 

TODO EL TIEMPO

 

 

Cerró la puerta a las 7pm

como cada lunes desde hace 6 meses

se llevó dos kleenex,

dejo un <<me quiero morir, todo el tiempo>>

se llevó la certeza de mis años de estudio

como cada lunes desde hace 6 meses

y dentro de su bolsa sonó mi neutralidad

los libros leídos, se escaparon por la ventana

y cargue con su <<todo el tiempo>>

hasta casa

Apague las luces del consultorio

camine a la estación para llegar a casa

para cubrirme con mis notas

para beber teoría

y que el maquillaje no se craquele

Tome la 38 para llegar más pronto a mi cama

para hundirme en el miedo

en la pregunta ritualística

<<¿Qué estás haciendo?>>

apagar las luces

y escapar de su <<me quiero morir, todo el tiempo>>

 

 

 

NADIE A TIEMPO

 

 

De tanto desamor

Me construí una casa

Tejí cortinas que combinaban con cada uno de mis anhelos

Habité cuartos vacíos

Y los decoré para invitados que no llegaron a tiempo

Los relojes me dieron hipo

Tanto desamor

Que el pecho nunca se puedo calentar

Tanta lluvia que el techo se desmoronó

Los amores a destiempo me gastaban bromas

Y esas bromas fueron un mal agüero

Un sin sentido que germinó

Y dañó mis buganvilias

una peste de minuteros detenidos

no llegó nadie, nadie estuvo a tiempo

Salvo el espejo y los gatos

Salvo el viento y los muebles

Nadie a tiempo y la casa me colapsó

 

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