177. Año 9: ECCIO CASASANTA URRUTIA | Inmigrantes

ECCIO CASASANTA URRUTIA (Venezuela, 1968) es un poeta italovenezolano, haikista, profesor, fotógrafo, escritor de relatos y novelas, e ingeniero agrícola. Ha participado en antologías de haikus, poemas y microrrelatos en España, donde también ha sido finalista en concursos como Mundo Escritura, Letras como Espada, El Muro del Escritor y Creatividad Literaria, y en Colombia con Ediciones Komala. Sus poemas románticos han sido seleccionados en Milán, Italia, por Aletti Editore, formando parte de antologías internacionales. Ha publicado Almas Inmigrantes (Pan House, Caracas) y Las Orillas de las Edades (AuthorHouse, EE.UU.), este último en inglés y español, ambos disponibles en Amazon. Además, cuenta con 20 publicaciones en revistas literarias de Latinoamérica y Europa.

 

 

 

Este poema desnuda la poesía de las  

palabras ocultas en paredes que rompen  

llantos, atraviesan almas para cruzar ríos  desconsolados por suspiro y alboradas muertas. 

 

 

INMIGRANTES 

 

Labios mordidos, resecos,

manos apretadas exprimen

la savia del dolor.

Saliva seca, consumida por pestañas perfumadas

moja la aurora fatal.

Inocente verdugo,

escondido en mi lamento

prepara la espada que retuerce,

espinas que esquivan golpes

que no infligen tristeza.

El pesar en su forma natural, azota como la peste.

Vida flamante que deja el camino donde nació,

parto corroído por el ácido de la partida.

A ritmo de fronteras,

la melancolía enrumba su sendero

perenne contaminado por visas tatuadas

que desgarran tu andar.

 

Pálido, indomable,

continuó escondido en miradas de lucha, en  rumores del suelo

que  forjan rostros guerreros.

Dominante, erguido en el honor

alimento mi llanto, lágrimas amarradas,

dificultad,  lluvias tolerantes.

Temblando entre selvas remotas

ríos de angustias  tienden el tapete

sobre manos arrugadas que no conocen edades,

me desplazo en tierras con olor a golpes,

errores sentados sobre el fatal derroche,

dificultad social, almas libres,

lamentos amarrados en  aventuras,  frustraciones,  espantos.

Personas escurridizas  por pasillos de desahogo,

aeropuerto desenfrenado,  llaves del ruego,

ahogando puertas sin amarras, sobreviven los afanados,

con escarcha de familia, sufriendo despedidas,

sujetando el paso de las oportunidades.

Relieves extranjeros  dibujan obstáculos,

viajeros vitales expresan el sin sentido de sus noches luminosas.

 

Huyendo sin ser fugitivos, pesadillas de carbón en cada paso

derrumban el hollín de  chimeneas y luciérnagas que nos vieron nacer.

 

Morrales que bailan al ritmo de maletas

marcan los pasos encriptados

con baúles de copas rotas.

Obligado por la rígida experiencia,

sobrevivo a mis orígenes,

continentes flamantes en las expectativas de un mapa.

Historia asustada por la frustración,

sobrevivir, cruzar el umbral terrenal

asesino de  identidades, el miedo discrimina tus pasos…

Injusticias obligan a la esperanza,

soportando constantes incomprensiones

ahogadas en sentimientos que expiran alivio,

que exudan tumbas.

Lejos, la alternativa se disipa,

el estímulo se deletrea sobre el tejado de un empleo.

Tiempo invertido, estudios hechos pedazos, libretas en blanco sin arco iris.

 

La vida,

vicio de virtudes exquisitas.,

orienta nuestro álbum de recuerdos

al mundo en un mortal día a día.

Inmigrantes, soldados perpetuos en la eternidad de una siesta, llevada por flautas coquetas, como marionetas fatales colgadas con grapas de viento

Siempre queriendo regresar, buscando paz, vientres mareados en un viaje,

enfermos, locos, relajados, antiguos

y esclavos de nada. Reino violeta,

intensa patria que sigues, que quemas.

Cordones  unen familias,

dominando amarras de sufrimientos

bañados de suerte,

algunos comprenden su destino,

vidas que no vuelven; otros que regresan.

 

Siempre la maleta preparada,

sin vencimiento.

Sosteniendo el aparatoso

enigma que nos ignora.

Huracanes de energía seducen

los límites que nos ahogan.

 

Navegando en la cuna del mundo.

Soy de donde no nací.

Pasaporte que marca la vida, aun temiendo, seguiré…

 

VAN ENAMORADOS

 

 

Como locos bailan perpetuos,

arrebatan el instante,  apresuran su destino,

indelebles cantan  consumiendo besos,

ilusiones, esperanzas.

 

Son saludos eternos caídos en el alma contenta,

vientres que resplandecen sin dolor

buscando con afán  riberas que arden.,

cenizas sin decadencia, leyendas precisas.

 

Enamorados conservan el tiempo

encontrado en la cima de los deseos, espirales vivos,

armas que no desenfundan, fosas sin miedo.,

espaldas naufragas, equilibrio, balanza de deseos sobre

pedazos de amor, precipicio, vicio de tenerte.

 

Son islas escurridizas, sonrientes, sin reproches,

viento del rosal cargando el espacio entre nubes,

giran con fuerza, caminan en lo profundo,

florecen con el calor de un invierno sin bocas,

hambrientos de silencios, transparentes corazones

con pestañas de diamantes, sábanas blancas con manchas de sed .

 

Venciendo  las sombras, noches sin desierto, hechizos.,

absurdos que causan risas, mieles bailando entre piernas y deseos.

 

Bravura, momentos que silban,

ojos devorando locuras, luz, existencia breve,

sentados sin descanso,  cerrojos sin llaves,

candados, puertas que empujan besos…

 

Se flagelan, bailan, ofrecen con exceso,

viven en rutinas que no duermen.

 

 

MIRADAS CLANDESTINAS

 

Pasadizos inciertos, subterráneos

unidos al mundo, somos convalecientes de amor

sonando gestos mudos,

con ternuras que se levantan

estrechando plegarias indetenibles.

 

Dimensión resbaladiza,

como agua turbia, que nos ve

desde los huesos de tu isla, simulando edenes sin rostro,

castradas esperanzas de tus cabellos.,

golpeando el aire de tu pecho,

mi locura temporal te mira desde los armarios

que guardan sonrisas,

mañanas amontonadas en tus labios.

 

Somos serpientes y angeles,

sobre campanarios que usurpan los laberintos

de mis respiros, acostados, interminables poros,

sobrevivimos sudando amor,

eludiendo decepciones, destilando pasión

con aroma de miedos.

 

Comprometidos nuestros ojos,

con el pulso de mis ocultas ojeras.,

llevame en el tiempo de tus brazos

hazme dormir para conocerte al despertar.

 

Valientes,callando, amando

viviendo en ningun lado,

me detengo en tu demora

amaneciendo encerrado entre tu rostro perfumado…

 

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