YASEEN GHALEB. Nació en 1981 en Basora (Irak) y actualmente reside en Helsinki (Finlandia). Es licenciado en Literatura Inglesa por la Universidad de Basora. Trabaja como escritor y fotógrafo profesional, y es activo en la defensa de la libertad de expresión y la escritura literaria creativa, incluyendo novelas, poesía y ensayos. Dirige talleres literarios en inglés y árabe en Helsinki y ha escrito una obra de teatro, «Migratory Birds», para el Teatro Vuosaari de Helsinki en 2022 y una radionovela para la cadena nacional finlandesa Yle en 2024. Es miembro activo de PEN Finlandia y PEN Internacional, así como de la Unión de Escritores de Helsinki, la Asociación Finlandesa de Dramaturgos, la Sociedad Finlandesa de Escritores y Artistas de Izquierda, la Asociación Finlandesa de Nuevos Poetas, la Unión de Escritores y Escritores Iraquíes y la Organización de Fuerzas Juveniles de Finlandia. Entre sus publicaciones figuran «Trono de Bagdad» (poesía, 2021), «15+» (Novela,2020), así como «Almajida, yo era la mujer del Presidente» (2021).
CUANDO LOS CONTRABANDISTAS SONRÍEN
Cuando los contrabandistas sonríen
los botes de goma arden en la noche.
De luz naranja y luz negra
la ola se traga un sueño olvidado
y el azul tiñe de miedo sus ojos.
En la tarde aplazada
Por lo general, los emigrantes
regresan como cadáveres.
Cuando los contrabandistas sonríen
la frontera se convierte en una frágil línea
sobre la que caminan los transeúntes
su aliento del rocío de los puertos
y sus voces del ahogo.
En la oscuridad, ríen
y los pasos detrás de ellos son pesados
con el frío de una tierra nueva y lejana
y la desnudez de los cuentos, a pesar del peso de la ropa,
con el olor de la familia y del cardamomo que perdura en la ropa
y un trozo de pan como recuerdo
en los bolsillos.
Cuando los contrabandistas sonríen,
los barcos se convierten en cementerios flotantes
temblando hasta los confines de la tierra.
Entre dos olas, una niña cae
entre dos mundos, un cuerpo desaparece
en el abrazo final con la cordillera.
Cuando los contrabandistas sonríen
los fugitivos dicen
«Vivimos o morimos».
SIN GLORIA PARA LA GUERRA
Cuando el bosque camuflado de militar lleva casco
y se arrastra con la ligereza del viento para herirnos con sus espinas de acero
y sus animales acorazados de instinto asesino.
Cuando el miedo y los soldados toman caminos “que «nombramos”
que nunca recorrimos de niños recogiendo setas y huevos de pájaro.
Cuando… Las órdenes y los generales se lo tragan todo.
…todo. todo. Todo.
Entonces los relojes se paran y giran hacia atrás.
Una lanza erigida en las calles de la ciudad vacía seré Yo.
Una bandera sin fin es la costa de la cautela.
Mi armadura es mi confianza, mi hogar en una roca verde de musgo y esperanza.
Mi corazón es tu pan cuando tienes hambre.
Ni lo que viene me borra, ni yo borro el pasado.
Y sin embargo…
Todo funciona bien para quien cree en la idea.
La memoria es un reloj del tamaño de una ciudad que nunca duerme.
Mi cabeza es un silo lleno de bolsas de ansiedad y trigo envenenado
y cuervos enterrando a sus muertos.
Sin embargo, un pájaro hirviente revolotea en mis cielos,
desde más allá de la galaxia
para llevarme sin retorno.
EL SONÁMBULO
Tengo algo de alma, su alcanfor y su polvo es un destierro
su secreto es su paciencia, su fractura es su victoria, su flujo y reflujo de ausencia.
Arremangada en el hombro de la galaxia, donde no laten las costillas.
Con sus copas en la nada, donde no hay familia
ningún puñado de compañeros cuando llega la niebla.
Ningún río retorciéndose en mi cintura
Ni sed de hielo, ni ternura sobre un tronco y bondad.
Como un sonámbulo, rastreo su voz a mil o más distancias.
Ha pasado toda una vida, un verano, otro y otro, y sigo siendo
un ciclo de sangre y lágrimas esmaltadas en la boquilla
Toda esta extraña primavera arde en una colina de despedida
cuyo aceite es mi memoria si se derrama
un planeta que termina en la garganta del camino.
Ruidoso y sin guía, siguiendo todas las ansias ocultas
abrazo, abrazo y anticipación.
Brillante de luz, lleno de ponerse al día
casi cada gruñido derrama un sudor fragante
de la dulzura del abrazo.