223. Año 10 | 2.ª Ed. Quincenal Oct. 2025 | ALAN GERMÁN RIVERA HERNÁNDEZ – En un soplo de Dios

ALAN GERMÁN RIVERA HERNÁNDEZ (Ciudad de México, 1991) es estudiante de Letras Hispánicas en la UAM-I y Creación literaria en la UACM. Anteriormente, se formaba como Químico de alimentos en la UNAM. Es escritor de poesía y cuento. Sus intereses literarios se centran en la literatura del siglo XX-XXI. Y ha publicado en Ágora. Revista estudiantil del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México. Instagram: @alan_r1v3ra

 

 

 

I.

 

Un vaso de cristal en caída libre

(Estalló el mar en agujas de sal

Y se me figuró ver a Dios a lo lejos)

Se quebró el instante

Y me sentí vivo.

 

Fragmentos de vidrio en el suelo,

(¡Quiero volver a verte!

¡Cuán profundas son estas aguas!)

Lo que somos siempre sale a flote

Y me sentí roto.

 

Será mejor vivir en silencio,

(Por creer me estoy ahogando,

Pero volveré a rezar una vez más)

Contemplar desde la arena

Un horizonte vacío.

 

Un vaso de cristal en caída libre

(Una mano sujeta mis esperanzas,

¿O fue idea mía ver el cielo iluminado?)

Y la realidad desenmascarada

Muestra sus ojos inclementes.

 

Espectros quebradizos de la luz

(¿Cuántas veces me hallaste perdido?

La oscuridad nos mantiene ausentes)

Múltiples ecos de Dios

Y me sentí vivo.

 

 

II.

 

En un soplo de Dios

La vida se disuelve

Hasta convertirte en cielo.

Cada pétalo, un sueño

Y pétalo a pétalo,

La rosa se deshoja.

La vida es la rosa

Y más temprano que tarde,

Se marchitará.

 

III.

 

La realidad se quiebra

¿Escuchaste la detonación?

¿La viste caer en fragmentos?

Te miré por la ventana

Fue la última vez que lo hice.

La vida suele ser breve,

Tal vez sean estas tierras

Olvidadas ya hace mucho tiempo.

Ellos sólo se sentarán a vernos

Pronto sólo habrá ruinas.

Y tú me viste desde la calle

No sabías que sería la despedida.

Déjame contemplar abismos

La realidad se ha vuelto absurda.

Debimos partir por la mañana

Debí decirte cuánto te amaba.

Nuestros hijos bajo escombros

¿Existe la piedad?

Te llevaste mi esencia

¿Qué queda de mí?

Un vacío con tu nombre.

La ciudad en ruinas

Se volvió un cementerio.

Nos volvimos un espectáculo.

 

 

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