VIOLA OZORES, nacida en Sevilla, España, en 1992, cursó el Grado en Filología Hispánica y el Doble Máster en Estudios Hispánicos Superiores junto con el de Educación Secundaria en la Universidad de Sevilla. Ha desempeñado funciones como profesora de español en la Universidad Metropolitana de Manchester (2017) y en los Institutos François Rabelais y Jacques de Flesselles en Lyon (2018), entre otros. Actualmente, ejerce como profesora de lengua y literatura en el IES Al-Lawra de Lora del Río. Su incursión en el ámbito literario comenzó con la investigación sobre la figura de Valle-Inclán y su conexión con la corriente artística prerrafaelita, para luego enfocarse en sus propias creaciones, las cuales comparte y difunde en sus redes sociales. En el último año, ha participado en concursos de poetry slam organizados por Poetry Slam Hispalis, Letras & Poesía y Escaparate de Poesía; además, ha publicado poemas en el marco del proyecto Antología Poética Solidaria “Siemprevivas” (Amazon, 2023) y en el número VI de la revista literaria Codex Sulpurista (2024).
EL TREN
Me voy
poco a poco.
Las vías friccionan.
Otro lugar me espera.
Me voy con el viento de cara,
no miro atrás.
Se zanjó el antes
con un oportuno timbre.
Me voy, mientras
corren estáticos los árboles que
despiertan
a los eléctricos campos,
volando hacia ti.
Se mueve el tiempo
con cinturones de minutos
que no me dejan seguir
pasan las horas
y mi cabeza sigue
en este tren sin paradas.
¿Qué más puedo hacer,
atrapando en mi cabeza
una estrella tras otra?
Leo carteles que no anuncian,
porque los pasillos
me conducen a un asiento
vacío y verde.
Papeles van clavando
la quietud
para que mi lápiz se entretenga.
Bailes de mina.
Me siento.
Vivo en un vagón
lleno de envoltorios.
Me visto con ellos
para ser el regalo de alguien,
para ser rescatada.
Las líneas constantes.
Quiero curvas, descarrilar,
dar volteretas,
girar sobre el eje de una experiencia.
Quiero ser otra vez riesgo.
Quiero ser riesgo.
Quiero ser otra vez.
Quiero ser.
Quiero riesgo.
Quiero ser riesgo otra vez.
¡Quiero!
A
riesgo
De
Ser
Sin
Ser
Otra
Vez.
TRANSPARENCIAS
Transparencias, somos transparencias
de una silueta anterior,
de un reflejo que, a tientas,
busca un vacío.
No se agarra,
no se adhiere el agua.
¿Cómo puede llorar tanto un grifo
barato de aluminio,
aguantando la presión?
Y tras el líquido que nos reviste
aparecen efectos, contornos;
despiertan leves matices
de escamas lisérgicas,
de colores que nos distinguen.
Siempre sugiriendo,
a ratos suscitando,
buscando un acero
a dos mil revoluciones.
Los reflejos se mueven
(son pegajosos tarros crujientes).
¿Y si gritamos? Nos rompemos.
Que todos sean un lago.
¿Y si paramos? Desembocamos.
Que todos sean un lago.
¿Y si reímos? Lloramos.
Y si lloramos, nos vaciamos.
Todos somos un gran lago,
un matiz bien troceado,
una bonita transparencia.
ERES UN DESLIZ
Eres un desliz
resbalando a parches
por paredes
siempre adrede.
Te mueves y no vuelves.
Eres un desliz con A
siempre alerta,
siempre en la curva de una recta,
en la mampara
de una ducha
jabonosa
semiabierta;
esperando,
acechando.
En el silencio
escribes mensajes
empañados
en los huecos
mojados de mi mente.
Eres un desliz
ansioso,
un cartel gigante
pegajoso,
una boca
llena de dientes,
que me saca de mí
me muerde;
y encima le doy ardores.
Eres una alarma
puesta por inercia
cualquier día.
Esquivo cabezas
para perderte
y parar de pensarte.
Me escondo de ti
y al rato te imagino
en las caras de otros
apostando mi caída,
sonriendo sin labios
dispuesta otra vez
a sacarme de mí.
Entonces, camino
con música en la cabeza,
contemplo escenas y demás.
Dejo de estirar ese rollo de papel de bar,
intento esquivar charcos,
no tocar los pomos,
no hacer ruido.
Y me viene:
“Si ya no se tiene interés, uno se muere y se va”;
ese es el momento
cuando ya no hay más que aprender.
La luz se apaga y ya está.
Hay que vivir en la incomodidad,
en lo real.
La pausa es un mar suave y caliente
que te hace efervescer.
Te acuestas en él
a pensar cómo empezó.
Te vas diluyen
do,
sabes a sal.
Te atrapa estar entre dos mundos,
no te gusta respirar.
Todo se va yendo,
solo se va yendo.
Todo se va yendo,
no se estira más
Todo se va yendo
porque vas cediendo.
Todo se va yendo
porque ya no estás.
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