ALBERTO CECEREU – PARAÍSO MOHAWK Elí Urbinajunio 4, 2020junio 4, 2020Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Santa Rabia Magazine presenta una selección de poemas del poeta chileno Alberto Cecereu. (Valparaíso, 1986). Es Licenciado en Historia y Licenciado en Educación de la Universidad de Valparaíso y Magíster en Gerencia Educacional de la Universidad Mayor. Tiene estudios de Diplomado en Derechos Económicos y Sociales de los Pueblos Indígenas y otro en Comunicación Estratégica. Ha escrito los libros de poesía: Noticias sobre la inmanencia (Ediciones Altazor, 2005), Los exaltados (Ediciones Altazor, 2016), Los ermitaños (Trizadura Ediciones, 2018), El delirio (Ediciones Filacteria, 2019), todos publicados en Chile. Su último libro, Viajes (2020) fue publicado en Argentina bajo el sello Buenos Aires Poetry. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés e italiano, además de ganar distintos galardones, entre ellos el Premio Enrique Lihn de la Universidad de Valparaíso. Actualmente es Director General de la revista web METRO arte+literatura y redactor de medios de comunicación de carácter independiente. Su próximo libro, Resistencias (Editorial Káhuil), es una recopilación de sus artículos, crónicas y textos de opinión. de El delirio (Ediciones Filacteria, 2019) 2 Soñé que las palomas volaban como monedas hacia las antiguas piletas de avenida 9 de julio y ahí me esperaban las lechosas con sus corona de carruajes, de maratones, de barricadas extendiendo hacia mi cuello y la avenida 9 de julio era un desierto en verdad toda la Capital Federal era un desierto (tú eras un desierto y me mirabas) todo era una gran meseta de arena ocre que destellaba rayos de colores reflejos de Historia como gritos porque de los edificios abandonados de la avenida colgaban millones de asentamientos humanos que buscaban la esperanza en los astrólogos imaginarios esos que ahora gobernaban los países abandonados después de lo fines del mundo soñé que el obelisco era una joya en el desierto morado que del Río de la Plata solo quedaban los yacimientos petrolíferos oxidados y disecados (tú eras el yacimiento y explotabas) y danzaban las sectas de colores todos los viernes al atardecer cantando los coros humanos recordando la gloria que alguna vez hubo cómo el mejor de los campeonatos de polo en los country y en las fincas algunos andaban como en una bicicleta llevando mensajes de los territorios perdidos más allá del desierto habitado allá donde se supone no quedaba nadie el eco de señales de radio el griterío de los bebés abandonados el llanto de los soldados en la cordillera la agonía de los colonos que se ahogaron en la última maratón de los que escapaban de las inundaciones perpetuas transandinas (ese país ya no existe pero tú sí) y seguían andando como en una bicicleta recitando los mensajes como poemas como si con eso nacieran flores globos espejos burbujas (tú eras las burbujas pero estaba el desierto y yo era el desierto) 13 gorda morena mujer metálica monstruosa de la cocina experta en crear marraquetas con manjar para endulzar los viajes transdimensionales de las fantasías planetarias el baile extraño de las comisarías de tus abrazos en clave secreta casi sin medida con tal de llevarme por los aires como un cometa en medio de la pradera para sentir el calor del sol quemando mi cuerpo vendido y ver el mundo desde lejos con la musiquita de Yuri la mexicana que me cantabas al oído para adelantarme la muerte lenta con tal de disecarme el corazón y devorártelo sin piedad como si yo fuera un postre y el postre de tu boca por los confines de la lavadora y la logia amarillenta la armonía de las plantas el silbido de la tetera hirviendo hacías que existías haciendo nacer el verbo y el verbo se hizo carne y las tazas de vidrio verde que se quebraban y se quebraban como se quiebran las supernovas en el firmamento de los planetas como el amor del mundo entero y el amor de todos los pretéritos de las miradas y de tu mirada el manjar era tu murmullo el manjar era el manjar de tu vagina como tu murmullo tus palabritas muertas en mi oído prometiendo el mejor de los paraísos si yo moría como se mueren los animales de Viajes (Buenos Aires Poetry, 2020) Antropología los antropólogos comenzaron a vestirse de harapos y comenzaron brutalmente a robarse las reliquias de mis equipajes encontraron un sinnúmero de artículos reservados una radio soviética a cuatro pilas para escuchar el olvido un diario norteamericano del imperio extinto un manual de mitología griega para reparar el sueño uno que otro utensilio asesino que sirva para conspirar contra el papa y de paso se dieron cuenta de métodos anticonceptivos para seguir amando comenzaron estos sujetos brutalmente a aplicar un cuestionario de mil preguntas me cortaron la barba milenaria y como si fuese normal me desnudaron delante de un caserío desconocido en el cual comían las lentejas con miel de vaca para esto les dije me hubiese quedado en mi casa cuidando de la mujer rubia de metro ochenta un poco exuberante danesa esa que hace rico el chocolate caliente así como una espuma para esto les dije hubiese venido desnudo a los valles calurosos como una gaviota y en vez de viajar de noche haber mirado desde el cielo como suceden las guerras en lugares comunes los antropólogos comenzaron a vestirse de harapos y comenzaron brutalmente a denominarme con frases no muy felices e incluso aventuraron a particularizarme entre tantos que éramos así como muchos en el grupo reunido de los perplejos concluyeron a nombrarme condestable de los viajes con título de gracia con aeroplanos ***************************************************** the new york times tituló hoy: “los dioses se hicieron mortales” y al parecer he visto por ahí como los supermercados se han desalojado como las grandes tiendas han sido saqueadas como las galerías de arte descolgaron el techo las calles amontonadas del vacío el opio flor silvestre en todos lados he visto por ahí los gatos inmóviles en las esquinas prostitutas de estatuas desangrándose a destajo rosales del dolor como guirnaldas de colores adornando clubes y colegios he visto por ahí todo lo visto tomando rumbo hacia alguna parte ¿los poetas? lágrimas del viento de La incompleta poesía (inédito) Los secretos de la posesa de Albania habíamos transformado estos días en un paseo continuo sobre las playas de Ksamil y siempre divisé esas cuatro islas de la costa turquesa como vulvas azules emergiendo desde el sueño de neptuno algo de locura había en eso como por ejemplo ese 8 de julio se nos cortó la electricidad y decidimos andar en bici hacia los campos de alhelí que aullaban hacia las casas blancas de ladrillos donde vivía una posesa que se comía los libros de poesía de Pound y vomitaba en consecuencia el mármol oloroso de los vestigios cerebrales de los pantanos y del sol se volvió una visita recurrente a la posesa con el fin de buscar el sentido de la poética con ella aprendí a escribir sátiras juntos recitabamos alegorías como mantras mirábamos los acantilados y el abismo escribí textos sobre los ojos de la posesa y los tiraba a la playa de Lori con el espectáculo de los voyeristas tartamudos que se nos quedaban mirando en esos textos encima de esas playas y nacidos de la exactitud de la posesa describí la inmensa geografía de este país y los secretos de la catastrófica poesía como escombros de constelaciones que nacen en el Adriático ví cómo se levantaban riscos perpretados por el agua toneladas de sal rosada olas de mar como un órgano de luz con la sorpresa cenicienta de los ojos Paraíso Mohawk veo praderas amarillas veo incendios humanos veo a ryan gosling transformarse en un gran torbellino de sábanas blancas en el lago ontario al igual que una industria de poesía electrónica veo trenes resplandecientes veo una inmensa ciudad extraterrestre instalada en el paraíso mohawk ahí “donde los árboles se yerguen sobre el agua” y como una danza de automóviles veo el devenir de los osos en los bosques escarlatas el fin de los territorios más allá de la tiranía de los hombres Facebook Twitter