Daniel B Montenegro. Psicólogo social, investigador de campo y docente universitario. Ha participado en talleres de escritura creativa y dirigido talleres de escritura comunitaria. Algunas de sus poesías han aparecido de manera dispersa en diferentes publicaciones, también algunas de sus poesías han sido traducidas al nasa yuwe, italiano, portugués e inglés. Cuenta con dos libros de poesía Tríptico Árido (2020) y Furia episódica (2022) Algunos de sus trabajos de narrativa también han aparecido de manera desperdiga, hace parte de la antología Águilas y moscas: selección de cuentos (2020) y Cuentos Atómicos: Antología Iberoamericana reciente (2021).
SOLEDAD UNIVERSAL
Estás en el vacío,
en ese espacio que ocupa el silencio
entre las neuronas y lo que han llamado Dios.
Estás rodeado de ínfimas probabilidades
de cobijarte en el espacio y dejar rienda
suelta a la experiencia vital.
Todo le pertenece a lo que no se nombra.
Lo que no existe hace parte del recuerdo
de la creación.
Estás en esa memoria, y te repites, repites, repites.
Todas las veces que sea necesario.
Para darte cuenta de la crueldad de la materia
y el asombro de la energía que se consume, y se vuelve
un solo punto en el que naces y mures constantemente.
Te entregas a la nada con súplicas inaudibles
salvo por el espacio vacío de los átomos y las semillas
que sostienen tu cuerpo desorbitado a punto de colisionar.
Te vuelves partículas elementales que flotan sin rumbo
ante el mar eterno de polvo estelar y cúmulos que han sido
nombrados algunas veces por seres orgánicos, que dan
algún tipo de orden a todo lo que acontece en su realidad.
Muriendo desolados, en el frío estelar del universo que reposa
en el infinito roce de dos cuerpos aleatorios condenados a la existencia.
LECTURA CONFINDENTE
Hoy nos permitimos un cruce de miradas
sin importar el tráfico,
las filas del supermercado,
los entierros
L
O
C
O
T
I
D
I
A
N
O
Una mueca
emerge de ti
mientras nos diluimos
en los callejones,
alumbrados,
y en las salas de cine.
Muy a lo lejos
invoco una figura quebradiza
que reposa en el escritorio,
y trata de mantener el ritmo
de estas apariciones,
sin importar
los bancos, la familia
o la tetera silbante.
Trabajo con probabilidades,
con la esperanza
de escucharte decir algo.
Fisuramos la distancia que tiene
L
A
E
S
C
R
I
T
U
R
A
Simulo que redacto,
tú no hallas nada en lo
que trato de decir:
Ambos vivimos de perplejidades
HABILIDAD LITERARIA
Palabras de todas las formas
se repiten al oído de la gente
pierden su coherencia y significado.
La cosa ya no es cosa,
ni el animal, animal
o la noche es noche.
Tú nunca has sido tú,
y yo me deshago cada vez
que me asemejo a alguna palabra.
Todo mundo busca
recrear las formas y las expresiones;
cómo darles sentido
y nombrarlas nuevamente,
darles autenticidad en lo que esconden.
Pero carecemos de rostros
de sueños, de libertades
y precisamente en esa
desesperación es que logramos
vislumbrar algún potencial creativo,
Y mancillar el lenguaje oficial
Para que arda entre las letras.
DOMINGO CITADINO
No hay nada de especial
en ver a las palomas en la plaza
que ascienden y descienden
a la orden de las migajas.
No hay nada, en los pasos de la gente
que recorre senderos de asfalto
desprendiéndose de las multitudes
y siendo parte de ellas,
La música se aglomera, se destila por
las paredes de los edificios y locales comerciales.
Las líneas, trazos y colores tiemblan
ante el fulgor del paso mecánico de una ciudad
hiperconectada que dice tantas cosas
pero prefiere callarse ante su extrañeza.
SUMA IMAGEN
Las palabras
tienen una corona de espinas,
están atravesadas totalmente
y esperan impacientes
a que intenten leer su desenlace.
Huyen al conocer la exhumación de sus restos
y no encontrar nada que les explique
su mancillado origen.
La lectura aparece de la nada
fuerza a que las palabras
tengan algún significado,
aguarda para subyugar
a la gente que le invoca.
Ambas cosas terminan deshabitadas
porque ya no hay seres que sepan
recrearlas.
O solo las dejan en espera
Porque el imperio de la imagen ha
borrado las palabras.