
Santa Rabia Magazine presenta una selección de poemas Emilio Paz (Lima, 1990) Profesor de Filosofía y Religión, egresado de la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Posee trabajos publicados en poesía, narrativa y ensayo, en diversos medios, en el Perú y el extranjero. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, portugués, rumano, italiano, tamil, búlgaro y uzbesko. Actualmente investiga sobre la relación entre poesía, estética y educación, participando en diversos congresos de filosofía. Ha ganado el Mes de las Letras de la Fundación Marco Antonio Corcuera y el IX Premio de Cuento y Poesía de El Parnaso del Nuevo Mundo en la categoría cuento. Colabora en la revista Liberoamérica, donde publica la columna La arquitectura de la palabra.
SOBRE LA MUERTE
La muerte cose las historias humanas
respetando los parámetros permitidos:
distancia
peso
altura
olvido.
Porque es una lastimosa crueldad
que los gobiernos entierren a sus muertos
sin nombre y sin casa
debajo de los anaqueles
de siervos y de caídos.
Hoy no padrenuestros que rezar por algún santo
ni flores que se puedan comprar en las puertas
de los cementerios.
Hoy es el réquiem silencioso
para un niño que dejó su cabeza
sobre las piernas de su madre
internada en algún hospital del Estado
con destino la muerte.
La muerte atrapa los sentidos perdidos del hombre
para depositarlos en canastas de paja
que recuerdan al aroma de las abuelas:
por eso la muerte es tierna.
Pero nada tiene más gloria
que el canto
de un niño
a las tres de la mañana
buscando a mamá.
SOBRE EL AMOR
El amor es un incendio
que nos quema
desde las entrañas
arrojando la muerte
de nuestros úteros invisibles.
El amor es un puñal
clavado
que nos deja agonizantes
frente a la imagen de un santo.
El amor es un pájaro expulsado
del arca de Noé
y que se libró de las leyes divinas.
El amor es la fuerza
que destruye a la humanidad
para regresarla a su origen:
el misterio.
REQUIEM AL INFINITO
Te busco
como se busca
el aire
el agua
el sexo
la felicidad
la justicia
la Verdad.
Te busco
detrás de una montaña
como el alba que nace.
Te busco
debajo de los mares
como fuego que muere.
Ahí andas,
perdido,
entre mis ideas
y mis temores.
Porque eres aura
porque eres luz
porque eres una noche
sin silencio ni olvido.
Te busco
siempre te busco
como respuesta
al agujero
que crece con los años
como crecen mis dudas.
Preguntas que huelen a ti,
como abrazos de madre
para la hora de la siesta.
Como sentir el regazo materno
en los años primeros vitales.
Siempre tú
como un aguijón clavado
en los sentidos
en las manos
en los músculos de mi cuerpo
que quiere despojarse de sus carnes
para cambiarlos
por una palabra tuya.
Siempre tú
que solo se presenta
en horas de la muerte.
A MI PADRE
Mi padre es un puerto viejo
desde donde zarpé a la mar del tiempo.
Mi padre es un cielo de cobardes
desde donde llueven lágrimas de valientes.
Mi padre es mi padre.
Es un espejo roto que bifurca mi rostro
en múltiples rostros de diferentes niños
y cada uno de ellos
es un hijo que deseó tener mi padre.
GARABATO
Lo sustancial y lo existencial
son palabras que acompañan
lo inhumano de lo humano.
Porque es un sencillo artilugio gramatical
de confundirnos sustancia con existencia,
elementos que podrían complementarse
pero que son como caras de una moneda.
La sustancia muere
para que la existencia prevalezca
y las filosofías contemplan el existir
como fuente de vida.
La sustancia queda bajo el halo negro
de un misterio llamado naturaleza.
CRÓNICA
7:00 Despierto al mundo.
9:00 Contemplo el cansancio.
10:00 Atrapado en la red vehicular.
11:30 Los gritos de histeria
para un trabajo no completado.
14:00 Los niños no permiten almorzar
en la banca abandonada
de un parque con aroma a madre.
17:00 Escapo de la oficina
20:00 Muero en cada auto
que sobrepasa a mi bus
22:00 Mi esposa y mi hijo
agobian mis penas
23:00 Me entrego al sueño de ellos
00:00 Contemplo el techo
y la muerte pregunta: “¿estás listo?”
00:10 Abrazo a mi esposa
y dejo a la muerte esperando.
POETÍLICO
En una sola palabra encerramos
poeta
político
etílico
Porque el poeta se embriaga y gobierna.
Porque el político crea y embriaga.
Porque el ebrio crea y gobierna.
Pero nadie sabe
si un solo ser humano
comprenda
lo innecesario
de los tres agentes
que hoy mencionamos.
CANTO A LA TRISTEZA
El alma, la calma,
el lobo que aúlla
a la luna sin rostro.
El silencio, la alegoría,
el fantasma de Cohen
que busca al sol sin paz.
El mítico Cine Tacna,
la vista perdida al convento Santa Rosa:
un pozo, un deseo, un silencio.
La matutina y la diurna,
la marcha de las hormigas
que escapan del Metropolitano.
Un niño llora.
Caín y Abel, abrazados en Jr. Huanta,
buscando pedir caridad
para enterrar a Eva
que cayó víctima de la peste.
Un río, una gaviota, un acto suicida:
una mujer se lanza del Sheraton,
todos filman, todos toman foto,
nadie se conmueve.
El cáliz, Cristo sin rostro,
una cruz vacía
y bancas llenas de viudas.
Mar negro,
salado por la tristeza,
lágrimas de migrantes
y la Panamericana se llena de cadáveres.
Wilson y Tacna,
la prolongación de una existencia,
agonía, fatalidad de un enfermo.
El cáncer no perdona.
Baja el telón,
se oculta la luna,
el sol,
las estrellas,
Dios.
Y el hombre,
solo y triste,
come en el puesto de la esquina.
LOS TOQUES DE QUEDA
A Samuel le enseñaron a rezar el Rosario.
Debía rezarlo cada día,
cada hora,
cada instante.
Y si no rezaba,
ese día,
no tendría comida.
Entonces aprendió a rezar con miedo,
buscando callar a los monstruos
que habían detrás de la puerta de la Iglesia.
Todos nos echan la culpa
por caer en la condena del pecado
y escapar del paraíso.
Todo fue creado por Dios
y Samuel aprendió eso.
Rezó con miedo.
NOVA
La luna tiene tantas preguntas
como respuestas.
Miradas atrapadas,
gemidos y orgasmos,
poesía que se escribe
a las tres de la mañana.
La luna tiene
lo que el ser humano no tiene:
la paz de cometer homicidio
y no sentir culpa de él.
ANIQUILACIÓN
Un vaso de agua roto,
no hay mano que la sostenga,
un milico le ha disparado
y el niño ha caído.
Solo tenía siete años.
ARQUITECTURA DE LA PALABRA
La palabra acoge
todos los pecados de la humanidad,
todos los milagros de los niños,
todas las lágrimas de las madres,
todas las melancolías de los abuelos.
La palabra acoge
la desgracia y el perdón,
la invención de palabras nuevas
que encierren los misterios ocultos
de una cruz sin rostro.
La palabra es el cometa Halley
que aparece cada cierta cantidad de años,
que se guarda en el corazón
y se transforma en un pájaro sin nombre.
La palabra acoge,
arropa,
entrega,
hurta,
masturba,
las penas íntimas del alma.
Y el hombre come de la palabra
como come de los frutos secos del bosque.
Y el hombre se hace uno con la palabra.
Cada parte de él tiene un nombre,
una descripción,
ejecuta una acción.
Es una palabra que crea realidades,
que crea animales,
que crea hombres,
que crea dioses.
Antes que el caos,
la palabra ya estaba presente
como el fin-principio de la realidad
y la realidad no es más
que el sonido de vocales y consonantes.
(DES)ENCUENTRO
Hay un perro
que ladra
a un hombre
sin rostro.
Hombre
con voz
de niño,
pero el niño
lleva muerto,
treinta y cinco años.
El hombre
tiene cuarenta.
A los cinco años
el pequeño
murió de un disparo
al corazón.
Sus padres
le dieron el tiro final
cuando le dijeron
que era adoptado.
Entonces
su mundo
se transformó en un laberinto
con huellas calcadas
sobre la fría acera de Pacasmayo.
En la Universitaria
el perro ladra a ese hombre
con voz de niño
que busca a sus padres
entre las huacas amuralladas
por la civilización que no ama
y entre los controles
de los autos y de las combis
Mientras tanto
en la PUCP se anuncia una marcha
y en la San Marcos se prepara
un pliego de reclamos.
Pero en el Congreso todo está callado
desde aquel 30 de septiembre
y el mundo tenía al Perú en su mira,
pero nadie tenía al hombre
en aquella mira.
Un perro ladra
y el hombre le tira una piedra,
pero desde la avenida
un señor le reclama
y le arroja agua hirviendo.
El niño hombre se tapa el rostro
pero le cae el agua en el estómago
y grita y chilla y llora,
ahora son perro y hombre gritando
en una sociedad que va pagando
lo que les queda de voces.
STELLA MARIS DE LA DULCE PENA
Y María,
la del manto azul,
sigue adornado la puerta izquierda
del templo al cual
medio grupo de cachimbos va a rezar.
Todos llevan sus rosarios
pero ninguno lleva el alma.
Una chica lleva un poemario de Blanca Varela
y lo emplea como Biblia.
Entonces le dedica Strip Tease
a la estatua de María
y le reclama porque hable
aunque tenga años de callada.
Le pide que se coloque el alma
porque ya está demasiado usada,
porque lleva el mismo velo azul
que tuvo cuando colgaron a su hijo.
Y un cachimbo le reclama,
le dice que es blasfemia
y le hace leer Job y Lamentaciones,
pero la chica ignora la tristeza
y sigue con su Blanca Varela.
Inicia la misa
y el mundo se reduce
a la palabra de un cura
que habla de María
pero que mira las caderas de una chica.
Y todos se dan cuenta,
varias reclaman,
pero varios se callan.
Entonces todos salen
y el cura queda solo,
con el aire debajo de la sotana
y se retuerce en su palabra,
que Dios no reclama,
porque Dios está tan usado
como la estatua de María.
Porque Dios y María
se cansaron de ese cura
y leen los poemas de Blanca Varela
que la chica dejó como ofrenda.
A ver si la fe se viste de alma
y recupera la cordura.
POEMA PARA LEER DESPUÉS DE HABER HECHO EL AMOR
Amor
no te alejes de mí
y quédate conmigo
para tomar café por la mañana.
Quizá,
si el clima es propicio,
nos podamos bañar juntos
y lavarnos la vergüenza que cuelga
de nuestros sentidos cansados.
Los ojos brillosos
y las manos cansadas,
las palabras que sobran
mientras siento el calor de tu voz
sobre mi pecho desnudo.
Tu sexo que va quebrando mis costillas
y me arroja al mar inhóspito de los deseos.
Amor,
ven a la cocina
y hagamos juntos el desayuno,
ven conmigo
y siéntate a la mesa,
junto con aquellas flores que te regale
para cuando moría septiembre.
Porque los meses no tienen nombre propio
y las estaciones juega con nuestras emociones.
Ven, vamos al jardín, desnudos,
para calentarnos con el sol
y sentir la lluvia extraña que cae,
escuchar el sonido de las aves
y mirarnos el sexo abierto que hemos dejado
como un pecado travieso tirado en la cama.
Amor,
ven conmigo,
ven a mi lado que se encuentra desolado
y volvámonos en aquel universo
que es motivo de estudio
porque he contado tus lunares
como he contado los satélites de Júpiter.
Ven y disfruta del día,
de la noche, de la vida,
de los cementerios que arrojan al tiempo
del cuerpo de los eternos.
Ven amor mío,
ven antes que se acabe el sueño de Dios
y al vernos, nos separe,
tú en el cielo y yo en el infierno.
Ven para que nos quedemos eternos
como lo astros gemelos
y nadie más sepa de los escándalos
de los sexos desnudos.