Fermina Ponce (Bogotá, Colombia 1972) Comunicadora Social y Periodista, Máster en Gerencia de la Comunicación Organizacional, de la Universidad de La Sabana, Bogotá, Colombia. Máster en Escritura Creativa en Español de la Universidad de Salamanca, España. La poesía de Fermina Ponce aborda temas universales; nos hablan de la naturaleza humana, de sus dualidades y de las condiciones emocionales-mentales. Ha publicado cuatro poemarios siendo Se llamará piedra (2021) su obra más reciente. La poesía de Ponce ha sido traducida al francés para la revista La Piraña, México y OUPOLI (Ouvroir de Poésie Libre), Francia. También al inglés, italiano y árabe. A principios de 2020 recibió el nombramiento de Diputada Poeta Laureada de Aurora, Illinois, ciudad en la que reside.
A VECES LA PALABRA
Pasé mi lengua por un poema en sol naciente
la inmolé entre tus piernas
me volví libélula, colibrí de verano, cigarra de medio día
viajé por tus venas
como un barquito de papel
y me até a tu puerto para escapar con vida.
Pasé mi lengua por un poema en la corriente nocturna
te amé
con los dedos de mi mano derecha
en tu pecho
y mi zapatilla cayó
en la mitad de mis gestos
en el sol naciente
entre tus piernas.
Inédito (2022)
CIUDAD INOCUA
La ciudad es la casa de los fantasmas
son las siluetas que aún transitan por sus calles
es el espacio en el que todos nos creímos invencibles
el coro de niños que se quedó en el aire
una casa con las ventanas selladas para respirar
la aurora es un espacio casi infinito
un amanecer que se pronuncia albo
es una caja de confinamiento en la que todos
somos
iguales
el silencio de la ciudad es el canto de natura
los perros pueden escucharse y hablar entre sí
todo se ha convertido en un cúmulo de huesos húmeros… lo dijo Vallejo
este lugar me acongoja
azota
me llena de temblores en las uñas
y aún quedan quienes se preguntan por qué.
Del poemario Se llamará piedra (2021)
XXXVIII
“(…) Y desearías ser poeta; y desearías ser amante”.
Virginia Woolf.
El otoño tiene ese olor de deshojarse tan deprisa,
de dejar caer su peso uno a uno sin importar la ruta,
de inventarse un vestido marrón para cubrirse del frío,
de arrojarse sin aviso sutilmente,
como un baile improvisado a tres tiempos.
El otoño tiene esa caricia con sabor a madera dulce en los pies descalzos,
de tus dedos enredados en mi pelo,
de silencios con los pechos erguidos que dicen tanto,
de ventanas entreabiertas hasta el amanecer.
El otoño tiene esa cordura disonante,
ese respiro de cambio de tercio,
de “llegaré pronto”, “duraré poco” y “me extrañarás siempre”.
Del poemario Sin Nombre (2019)
Es hermosa la poesía de Fermina 🧡