JOSÉ ANTONIO ALBARRÁN – HACIA OTRA VIDA Elí Urbinaseptiembre 5, 2020septiembre 5, 2020Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext José Antonio Albarrán (Ciudad de México, 1990). Realizó sus estudios superiores dentro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la licenciatura en Filosofía. Ganador del primer concurso de ensayo “¿Por qué es vigente la tauromaquia?” de la Fundación Tauromaquia Mexicana. Obtuvo la beca de literatura para asistir al Festival Cultural Interfaz ISSSTE, Hidalgo 2017. Es director de la revista digital de creación literaria Campos de Plumas. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas físicas y digitales de literatura en América Latina. Hacia otra vida Tarde ya es para comenzar de nuevo. Defendimos lo que pudimos pero los fracasos son muchos y algunos de ustedes ya se han ido. Fiel los acompañé hasta este momento donde se marchitan las últimas flores del cerezo. Ahora, mi cabello comienza a tonarse blanco y queda poco de mi sombrero. Así que me despido. Adiós amigos parto a la vida retirada levantaré altos bambúes alrededor de mi morada solitaria y cerraré la puerta a este ingrato mundo. Ibant obscuri sola sub nocte per umbram Nos dirigimos hacia el centro de aquella ciudad colonial. Errantes entre sombras bajo balcones adornados con enredaderas llenamos de música los callejones empedrados. Hermosos, bajo la luz lunar reíamos aullándole a los dioses paganos. No descendíamos a los infiernos, viajábamos hacia la tenue luz que nos esperaba al atravesar el arco. —Byron y Shelley, decías mientras mezclábamos el vino y el mezcal sin mesura. Qué importa la vejez y la pobreza cuando se es joven y acompaña la literatura. Qué importa la bronca del mundo, cuando el mundo nos mira con deseo y envidia. Caminamos hacia aquella luz (fuego de los hombres) sabiendo, que después de todo no es tan malo estar vivos. Entramos en la noche del mundo como una lanza atravesando el muslo de la muerte. A un poeta oriental Llamada Musa la planta del banano, al crepúsculo se inflama carmesí. Aflora el poeta. POIESIS Encuentra el sendero a través de la espesura y deja que la otra realidad te atrape. Un eco resuena bajo el agua, intérnate en el manantial y mira los lirios hechos de palabras, te dirán los nombres que pronuncia el silencio te mostrarán la señal que vive en un sueño. Entenderás que surcar el verso es sacrificar al recuerdo y recobrar el olvido, mas si surgen nostalgias, báñalas con el oleaje matinal y guárdalas dentro de una lágrima que al caer al estanque nacerá otro lirio. EN SECRETA COFRADÍA Pasan lentos los días y muchas veces estuvimos solos. Pero luego hay momentos felices para dejarse ser en amistad. Mirad: somos nosotros. Gil de Biedma: Amistad a lo largo ¿A quién escribo sino a ustedes que me escuchan antes de nacer todos los días? Ustedes que se entregan a la vida tan mezquina arrojando sus armas al vacío sabiendo que la guerra está perdida. Ustedes que me hicieron nosotros, hermosos y malditos, que bebimos y vivimos mirando el joven mar de siempre. Guardamos rebaños y guardamos los mitos para no sentirnos tan solos, para olvidar que fuimos ángeles. Que preferimos ser rocío sobre la hierba y viajar juntos de un campo a otro, o evaporarnos y ser nube, ser lluvia, ser río y volver a ser el joven mar de siempre. Me pregunto para qué empuño la pluma, y como Whitman respondo: “para dar cuenta de los amigos que se dicen adiós.” También nosotros nos diremos adiós algún día, y sobre la tierra permanecerá nuestra secreta cofradía para que otros se descubran en ella. Entonces habrá valido la pena el tiempo, la vejez, la despedida. Y sobre todo el exilio celeste pues a cambio seremos murmullo en la brisa. Seremos parte de nuevas cofradías. Facebook Twitter