LAURA ROSALES – VIDA ÚNICA Elí Urbinaabril 23, 2020abril 23, 2020Poesía peruana, Revista Navegación de entradas PreviousNext Santa Rabia Magazine presenta 2 poemas + 3 inéditos de la poeta peruana Laura Rosales (Lima, 1989). Obtuvo el primer premio del IX Concurso Nacional de cuento juvenil César Vallejo (2009), auspiciado por el Instituto Nacional de Cultura (INC) y la Municipalidad Provincial de Trujillo. En el 2012 fue incluida en la selección de Escritores menores de 25 de la Revista Eñe (Madrid. N° 31). Poemas suyos han aparecido en antologías, revistas y medios de literatura peruanos y extranjeros. Es autora de Von (Lustra Editores, 2011) y Cantata natural (Paracaídas Editores, 2013). Es vocalista y bajista en Solenoide, proyecto musical de shoegaze, dreampop y lit rock, género donde imaginarios literarios son material de combustión para la creación de paisajes sonoros. A la actualidad viene preparando: “El tiempo es un río sin orillas”, su tercer poemario. [VIDA ÚNICA] Necesidad de recorrer calles vacías y adentrar en relojes que devoran cada instante. Urgencia de escribir en esta línea sobre los sueños que habité hace cien mil años bajo la noche humana en el inicio del mundo. Escribo junto a los manantiales soy un animal puro y solitario un girasol ha nacido de mi ombligo y hay escarcha oculta en los ríos sin orillas. Recostada junto a los manantiales, soy una esfera blanca de cabellos la cal que arrastra este sueño de palabras ininteligibles y cada membrana mía está abierta para el asombro. Es substancial trepar los muros sobre una gacela milenaria. Quiero ser feliz devorando nubes rosadas de caramelo e infortunio. Escribir hasta el último bostezo hasta el último suspiro y hasta en mi muerte. Porque si no escribo entristezco. El papel guarda el viento y la alegría. (Inédito) [CANCIÓN DEL MARINERO Y SU SOMBRA] Para CCF, padre sideral. En su mirada los veleros desaparecían tenazmente. Observándolos entendía el juego del abismo, el desnacer de las mañanas, la quimera de las revoluciones. Él vigilaba el sueño de los peces que despiertos le cantaban complacidos. Su frente era un faro colosal dirigente de embarcaciones fantasmales. Tengo su voz en la memoria como el aleteo de una luciérnaga herida y su corazón de ostra palpitante en mis ojos de agua. Hoy él flota en mi estancia blanca de ceniza en el hogar de mis festines en mi carrusel naufragante en lo perverso. Carlos es mar y el mar es mi casa. (Inédito) [HISTORIA NATURAL] El poema existía antes de ser escrito. Lo alumbré en transparencia en forma de semilla. Sus raíces cavaban el subsuelo, como un meteorito el centro de la tierra. Se vistió de tallos y de hojas y la humedad dorada impregnó en él mi pensamiento desnudo. El poema creció verde e impuro. Atravesó el concreto lo pude escuchar cantar sobre el quebrantamiento del camino parecido a mi corazón cansado. El poema quiso transitar más allá de mis visiones. Enmudeció al silencio y a la botánica desbordó como un río su trágica belleza e hizo dorar la noche estéril y sus cultivos. El poema existía antes de ser escrito. Sus frutos comestibles y venenosos se cosechan diariamente en valles azules de papel. (Inédito) Incendio de la tierra en una gota de rocío el sol envuelve las jornadas. Astral es el camino del bosque en la neblina brillo oculto entre las sombras moviéndose en círculos. “El mar no basta para caída”, piensa la gaviota en zozobra. Toca un alacrán en el corazón de una piedra música quimérica del sol. Unísona trompeta de cada día. Poesía: lo que hace cantar al mundo. (De Cantata Natural) Waikiki Espejismo de lo amado tras el cadáver de la piedra húmeda. Su cuerpo entre galaxias y montañas amplía la sed la inexplorada música junto a las barcas y al féretro. Peces en el aire entibian la historia de la sierpe. Se abren las llagas de la criatura invisible. Late el coral abandonado. (De Von) Facebook Twitter