MARTA JAZMÍN GARCÍA – AXIS MUNDI Elí Urbinaseptiembre 17, 2020septiembre 17, 2020Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Marta Jazmín García (Puerto Rico). Ha publicado Luz fugitiva (San Juan, Puerto Rico, 2014) con Ediciones Callejón, como parte del certamen El farolito azul. Se dedica a la enseñanza de la literatura a nivel universitario y forma parte del programa doctoral de Lengua española y sus literaturas, de la Facultad de Filología, de la Universidad Complutense de Madrid. Su investigación se centra en la poesía española contemporánea. El único refugio son los párpados (El Taller Blanco Ediciones, Bogotá, Colombia, 2020) es su más reciente publicación. Reúne poemas de su primer libro y de los poemarios inéditos El sitio del relámpago y Antimateria. Umbral La lluvia estiba las horas que no salen del tiempo Lo que está oculto. La gente que no ha nacido y los que duermen para siempre. Es el mismo rumor dispersado en dos posibles hendiduras: la tumba o la matriz Todo está detenido y en espera. La lluvia desvanece los renglones del tejado. El único refugio son los párpados. En suspenso Hay una cierta gradación en los lamentos. Como un cuerpo que es más pesado que otro o una ausencia más hueca. Se habla incluso de fechas específicas: nacimiento espesor caducidad muerte prematura. La memoria es una cercanía en suspenso que sonríe sus tristes anaqueles. No sabemos el peso del dolor hasta que un día no pesa. Súbita carencia Tengo por dominio esa distancia imperceptible que suma dos centímetros en la expansión del diafragma. Un espacio ajeno dentro de los párpados. Animales y océanos. Parajes con personas que se han ido. Dentelladas de mandíbulas y puertas. Un lugar y otro lugar al mismo tiempo. Opuestos como la sed y el limo. Caudal de testimonios enhebrados de agujas. Hay viajes que se emprenden a solas. Así nos vamos a encontrar aunque no existes. Axis mundi Mi existencia es señal de un fuego que arde eternamente en sí mismo. -Chantal Maillard El fuego se arrepiente de sus tantos sacrificios. A sus flamas, como espejos no dejan de crecerle las metáforas. Facebook Twitter