Natalia Gómez | Las garras de esa bestia

Natalia Gómez (Campeche, 1991) Ha sido beneficiaria del programa PECDA 2020 en Campeche y del Festival Interfaz ISSSTE Yucatán en 2017. Ha participado en algunas antologías como Fractal, Anuario bilingüe de Poesía de San Diego y Novísimas, reunión de poetas mexicanas Vol. II Algunos de sus textos se encuentran en revistas electrónicas como Letralia, Círculo de Poesía, Carátula, Con la A, Ablucionistas, The Ofi Press Magazine y Beltway Poetry. Actualmente es miembro del Proyecto de Escuela de Escritores Campechanos (ESCESCAM) y del consejo editorial de Cracken Fanzine.

 

 

 

ESCUCHO A MIS PADRES HABLAR CON SUS PROPIAS LENGUAS

mirarse y admirar su propio dialecto

analizar y aprender la lengua del otro

Alguien menciona una frase

y hay un silencio

mientras se toman de las manos

ambos entienden esa cuarta lengua

que no es la nativa

ni aquella que usan en la ciudad

Es la lengua con que dieron descendencia

las que extendieron fuera de sus raíces

la lengua con la que ahora entiendo

que un idioma no sólo nace del corazón de un pueblo

 

 

UNA VEZ ME DIJO ALGUIEN

que se escribe menos

cuando se es feliz

Vamos

amigo

No es que la tristeza mueva

no es que el sufrimiento guste

pero cicatriza más profundo

y duele más allá de tu propia carne

También se escribe a la alegría

se le toca y canta

pero la vida es dualidad infinita

es esa ola que se mueve

a voluntad del viento

y                          el viento

jamás ha estado a nuestro control

Amigo

entiende

se escribe desde la tristeza

porque algunas veces

se necesita GRITAR sin agotar la voz

o llorar sin que alguien pregunte

porqué las lágrimas mojan las mejillas

Se escribe

desde

a

para

y por

la tristeza

pero no para perpetuar el dolor

si no para dejarlo colgado

y que el tiempo

borre siempre su paso

Quién no sufre ahora

si todo lo que lo rodea     carece

si las condiciones

sociales

económicas

políticas

y salubres

han sido hechas para ser

autocráticamente funcionales

pero no felices

Dime

amigo

si no se llora también por cada muerte

cada persona discriminada

que carga el peso de la violencia en su tono de piel

o en su lugar de nacimiento

Dime si no se llora

por el desaparecido

o una persona violada

por su propio padre

tío o abuelo

Dime que no se llora

si hemos vertido lágrimas hasta

por el gas y el recibo de luz

Amigo

Ya no es tiempo de quejarse

de la forma de sentir del otro

Tan solo huye

para que las garras de esa bestia

nunca te carcoma el pecho

como ahora lo hace

con la mitad del mundo.

 

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