Rodrigo Luque | Metamorfosis imperativa

RODRIGO LUQUE (Lima, Perú. 1995). Creció entre Lima y Arequipa. Estudió el bachillerato internacional en Italia como miembro de los Colegios del Mundo Unido, y luego hizo su carrera en la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi, graduándose con una doble licenciatura en Filosofía y en Cine. En Setiembre del 2020 publicó su primer poemario, Una Esquirla Basta, con la editorial Estación La Cultura. Ha dirigido cuatro cortometrajes que han sido mostrados en distintos festivales internacionales de cine, y ha trabajado como editor en distintas películas y series documentales. Ha participado de ferias y festivales de poesía como el Festival de Chepén, 2022. Actualmente radica en Lima, donde trabaja como editor audiovisual y prepara su segundo poemario.

 

 

 

 

SE HA ENFRIADO EL CAFÉ

 

Cada día que despierto

me hallo vivo, palpitante y embrujado

 

cada día penetra la luz por la ventana

cada vez el afán de reciprocar

al embeberse de su halo febril

no hallo de inmediato al alba el cuerpo

los miembros laxos se rehúsan a volver

por los tres segundos que dura mi honradez

 

luego me palpo

 

luego hago café nefasto

lo bebo con asombro:

tengo cuello, garganta

tengo verbo forastero y seductor

me siento ante la palabra

 

ahora somos el verbo y yo

 

él se hace carne mía lujuriosa

de más carne ajena que me invento

¡siento la brisa fértil en mis vellos

en las puntas de mis nervios!

soy yo, no cabe duda

no es la primera vez

que me desgracio en esta válvula

en estos signos y visiones

 

yo he atado al uroboros

en la noche perenne que precede

con mi afecto

bajo el paladar

y no puedo evitar asombrarme

de beber café

tan anclado de mí

tan cortado craquelado diminuto

minúsculo sin irse mi deidad

cuánto puede haberme encogido

la noche

para aún contener al viejo ser

viejo de un día

hijo de la mar eterna siembra

algo mío hay en el aire que formulo

aquí entre consonantes

aquí está mi identidad

agazapada entre esdrújulas calientes

 

no es prescindible la fatídica pregunta

¿quién es el que es a esta hora del universo?

¿qué puedo ser que me parta

en billones de ávidas consciencias?

 

intuyo que se me va, que me voy

breve trance y me veo

rodeado de sauces, de pinos, de llanuras

me veo siendo galopado zahorí

yo he transitado antaño estas praderas

he cumplido mi rol en estas encomiendas

 

vuelvo a abrir los ojos, la boca

la ventana, la familia, El Deber

 

retorno

bebo de mi agua negra

bebo ya fría de ella

respiro

inicia el día.

 

 

 

 

ALMUÉDANO AUGUR

 

Oímos los chillidos del almuédano

desgarrando la noche costera

y podría estrellar el auto ahora

fenecer

desintegrarme

ser otro nuevamente

y buscarte a tientas

en la oscuridad de la historia

 

en bastiones rocosos con musgo

en campos de cultivo hermosos, hostiles

en la palma de una extraña

hasta atrapar tu sombra con la esquina

de este ojo mío craquelado

ese que tendré o tenía

tras la espada

tras la defensa de mi pueblo

¿acaso contra el tuyo?

¿es que eres mi amante

porque hundiste un puñal en mi cráneo antaño?

 

ahora ha mutado el flujo de violencia

de reflejo a deflexión

y te palpo el muslo infinito

mientras miro el parabrisas

 

desolado de ti por el que calla

no deseo invocar su nombre

en tu presencia

no decir:

oh anciano invertebrado que

habita mi alma la tuya y

transita por el tacto brutal

de esta quieta noche

 

quieta noche donde la gente danza

afuera del refugio donde arriesgo

tu vida, tu salud, y tus poros perfumados

 

aquí nos venimos a encontrar

vieja amiga

viejo auriga azul

estos labios míos son las saetas

conducidas al esquivo

es este el improbable escenario

de la consciencia desdoblada

el sitio donde nació el amor

que tiene tu misma edad

y te va a seguir a la tumba

para que pagues a Caronte con sonrisas

 

es aquí donde hoy

descansamos del destino

y amamos

y oímos como grita Dios

y lo he dicho ya

podría en este cruce

morir y morirte ahora.

 

 

METAMORFOSIS IMPERATIVA

 

Tu maldición

será tu bendición

todo lo que expulsas de ti vehemente

retornará a tu vera

y devorará los frutos de tu labor

burlándose de tu furia

no importa cuán exhausto estés

volverán las plagas a sofocarte

no importa cuantas veces mueras

volverás a sufrirlas todas

a flor de piel

hasta que las conviertas

en divinidad

 

solo entonces verás

los frutos extramaduros

a punto de estallar su jugo

sobre tu amplio paisaje

 

habrá taludes de rosas

hiedras deformes

tallos lisos de orquídeas

ásperas cortezas de troncos

no habrá horizonte

que no se cubra de tu flora

no habrá sombra sin plantar

monte sin retoño

tragedia sin digerir

 

entonces te parecerás a la vida

a la naturaleza

y vivirás como tal.

 

 

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