Tamara Andrés | El cuerpo es una mentira

Tamara Andrés (Combarro, Galicia, 1992). Graduada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Vigo y titulada en el Máster en Estudios Teóricos y Comparados de la Literatura y la Cultura de la Universidad de Santiago de Compostela. Escribe y traduce al tiempo que se forma como investigadora. Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran los poemarios Corpo de Antiochia (Editorial Galaxia), irmá paxaro (Cuarto de Inverno), Bosque vermello (Edicións Positivas) y el álbum poético Distancias (Editorial Galaxia, junto a Marcos Viso).

 

 

3 poemas de Bosque vermello (Edicións Positivas)

 

 

A soidade congrégase nos meandros.

A vista de paxaro todo se reduce

a unha textura que as xemas devecen

coñecer, mais interponse entre os dous

a chave. Hai un segredo vermello

en todo isto, mais o vestido

que te agocha é azul

e inexplorable. Tamén vasto.

 

(Comprendemos así que as alturas existen

para bisbarnos que todo é á vez

táctil e inapreixable, que todas as loitas

se reconcilian no mesmo significado).

 

*

 

La soledad se congrega en los meandros.

A vista de pájaro todo se reduce

a una textura que las yemas desean

conocer, pero entre los dos se interpone

la llave. Existe un secreto rojo

en todo esto, pero el vestido

que te cubre es azul

e inexporable. También vasto.

 

(Comprendemos así que las alturas nos

trasladan que todo es a un tiempo

táctil e inabarcable, que todas las luchas

se reconcilian en un mismo significado).

 

 

O avó perdeu un ollo en Alemaña

cando traballaba na mina. Nunca volveu

a si do mesmo xeito. O cinturón

contorneáballe a barriga

e mastigaba pan xugado en viño.

 

Morreu nunha residencia con

nome de barco. É curioso como

a xente traza a propia cartografía.

Eu fun unha vez con papá

e non volvín

para que a vivencia

non percutise:

 

os anciáns abrindo autómatas

a boca

 

expulsar sen consciencia

calquera líquido

 

 

(…)

 

 

Quero pensar que ver é máis ca un

acto do corpo. O poema tamén.

O corpo é unha mentira.

 

*

 

El abuelo perdió un ojo en Alemania

cuando trabajaba en la mina. Nunca

volvió a sí del mismo modo. El cinturón

le contorneaba la barriga y masticaba

pan mojado en vino.

 

Murió en una residencia con

nombre de barco. Es curioso

cómo la gente va trazando

su propia cartografía.

Yo fui una vez con papá

y jamás volví

para que la vivencia

no percutiese:

 

los ancianos abriendo autómatas la boca

 

expulsar sin consciencia

cualquier líquido.

 

 

(…)

 

 

Quiero pensar que ver es más que un

acto del cuerpo. El poema también.

El cuerpo es una mentira.

Coa esponxa na man dereita

aseamos o corpo do amante

ferido. Nós nunca vivimos

en tempo de guerra, mais

combatemos.

 

A escuma, coma luz,

dálle orde ao cabelo.

 

Mesmo así a carne recende.

 

Así o noso xeito de limparmos

a maleza

da batalla.

 

 

 

*

 

 

Con la esponja en la mano derecha

aseamos el cuerpo del amante

herido. Nosotros nunca vivimos

en tiempo de guerra,

pero combatimos.

 

La espuma, como luz,

va ordenando el cabello.

 

Incluso así la carne trasciende.

 

Así nuestra forma de limpiarnos

la maleza

de la batalla.

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