Thaís Espaillat Ureña | Yo soy tu Perestroika

THAÍS ESPAILLAT UREÑA (Santo Domingo, 1994) poeta, editore y artista audiovisual. Es incapaz de elegir mal las mandarinas en el supermercado. Ha publicado algunos libros y fanzines, entre ellos Pudo haberse evitado (Eloísa Cartonera, 2017; Ediciones Cielonaranja, 2018), A veces quisiera dormir dentro de un pomelo (Ediciones Nebliplateada, 2019), ¿Tienes quien te cuide la mula? (Ediciones Liliputienses, 2020), Cuaderno 4: Colección Frasco de Paisaje (Moñohecho, 2020), Notas sobre la morfología del Malecón (Ediciones de A Poco, 2020) y ¿Viste los pingüinos? (Editorial Matrerita, 2021). Su trabajo aparece en revistas y antologías de Latinoamérica y Europa. Actualmente está escribiendo una novela por Twitter (https://twitter.com/_concha_nacar_) y estudiando una maestría en Antropología Visual en Lima, Perú.

 

 

De: “¿Tienes quien te cuide la mula?” (Ediciones Liliputienses, España, 2020)

 

 

 

Yo soy tu Perestroika

 

Ahora que lo pienso

yo pude haber estado siendo

una espía rusa

todo este tiempo

una espía rusa

y no haberme dado cuenta

hasta ahora mismo que pienso en las camisas

que se han perdido de mi closet.

¿Será que alguien se venga de mí?

 

Recuerdo que un ruso

secuestró a mi papá hace unos años

¿Será que me hice espía rusa

no siendo ni rusa ni espía ni remolacha

para que devolvieran a mi padre a su cama?

Es posible,

porque todo termina siendo posible,

sólo hay que ver videos en internet

o escuchar cualquier emisora.

 

El mundo se acabará pronto

(lo puedo decir con confianza

porque ya me confesé:

soy espía y además soy rusa)

Se acabará pronto

y todos seremos mantequilla

manteca

bizcocho de ciruela

en una piedra que flotará

y flotará por los siglos de los siglos

 

¿Habrán devuelto a mi papá,

gente come papa come borscht,

gente bebe vodka bebe vodka

a su casa, todavía mi casa, todavía la casa de mi mamá?

Una piedra

marshmallows y mayonesa,

todos toditos,

sí, sí,

adiós.

Soy espía rusa y les juro que me di cuenta hoy.

 

 

Sin título

 

En un hoyo en una pared,

pegado al suelo,

la cáscara más naranja

de cualquier mandarina

se seca al sol.

 

Las cosas se pondrán difíciles

de ahora en adelante

 

Mentiría si dijera

que no necesito la certeza explícita

de lo que llega después.

 

Las escaleras eléctricas

nos han embrutecido

 

Miro mi fugacidad de reojo

con miedo a ser descubierta

como impostora.

Ninguna cosa ha sido importante

ni lo será nunca.

 

La lluvia aflojó el verde en las hojas

pero me dejó la sombra

en todas las esquinas de la camisa.

 

Si una mosca se posase

en el amarillo de la tarde,

te juro que lloraría.

 

 

Mantra

 

¿Será que tendremos que dedicarnos

a quemar todo lo que no sea

abono?

 

Mi cuerpo

no será

instrumento de ninguna otra cosa

que no sea

su propia fibra

 

No voy a quemarme

ni a quedarme

ni a morir

 

Seré las cosas tibias,

seré las cosas tibias

cantaré

a la orilla de mi cama

para ser

las cosas tibias

que me arropan

ahora que duermo,

ahora que bailo

 

seré las cosas tibias

 

el aceite de oliva

los tomates

 

las cosas tibias

 

seré

 

el abono

 

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