111. Año 10: ANNE BARBUSSE | Desórdenes

ANNE BARBUSSE. Tras abandonar París hace más de veinte años, Anne Barbusse vive ahora entre un pueblecito del departamento del Gard y un aprisco en Ardèche. Enseña francés como lengua extranjera, cultiva su huerto y es activista medioambiental desde hace años (o al menos lo intenta). Traduce poesía griega moderna y publica poemas en varias revistas. Cinéfila, publica regularmente textos creativos a partir de películas en las revistas digitales La RALM y Fragile, con el fin de «transponer» una película en un texto poético. Los dos textos publicados hoy fueron editados en su versión original en francés por la revista « OuPoLi (Ouvroir de Poésie Libre) » https://oupoli.fr/2025/04/anne-barbusse-3/

https://fragile-revue.fr/auteur-e/annebarbusse/
https://www.lechasseurabstrait.com/revue/spip.php?rubrique1744

Les quatre murs le seau le lit, Encres vives, 2020.

Moi la dormante, Unicité, 2021

Les accouchantes nues, Unicité, 2022

A Petros, crise grecque, Bruno Guattari éditeur, 2022

La non-mère, Pourquoi viens-tu si tard ?, 2023

Recluse, Pourquoi viens-tu si tard?, 2023.

Ma douleur planétaire, Tarmac, 2024

Ils ont défécondé l’avenir, Encres vives, 2024.

Ohitza (avec Loan Diaz), Poétisthme, 2024

Terra (in)cognita, Unicité, 2024.

 

Próximas publicaciones

 

L’incomplète, Rosa Canina, 2025

Les mères sont très faciles à tuer, Pourquoi viens-tu si tard ?, 2025

 

Traducción :

Exil à la naissance, Yorgos Stergiopoulos, traduction Anne Barbusse, Bruno Guattari éditeur, 2025.

 

Dos poemas traducidos por Miguel Ángel Real

 

Dérèglements

Le soleil s’est levé comme un destin.
La respiration brûlante du bitume est une inadéquation thermique.
On a distendu la conscience
On avale l’urgence
Les cigales franches
Jamais désabusées hurlant leur chant la canicule les systèmes clos le midi élémentaire
La brûlure de nos questions – cigales cigales invisibilisées
Puis questions plates conversations anodines mots sans intérêt
La nature dévie l’interrogation humaine
La solitude finalement a plus de densité
La canicule est une offrande inversée
Le sud organise la route tortueuse parmi vergers abricotiers oliviers
Le sud nous prend
L’été est scrupule du ciel
Il nous rapproche des terres et des eaux y plongeant notre corps déstabilisé sans assise sans
famille mais avec visage télescopé
Des cyprès signalent chemins évidés
Puis la forêt souffle sa fraîcheur de vierge
Et les vignes ont appellations contrôlées mais aucune cigale ne fait défaut
Collines apprivoisées de chênes bas de nos regards de bêtes fauves de nos trajets d’asphalte et
des arbres déséquilibrés
Un grand chêne mort perd un à un ses bras au bord de la route
Un animal se fige en nous en totale contradiction avec les cigales
Le figuier forme des fruits systématiques
Ouverts ils rougissent
Les cigales scandent un été turgescent
L’espace se raréfie.
Une aberration des terres ravagées sans eau.
Seul le figuier continue de faire ses figues. Il halète d’arrache-pied. Guêpes et fourmis dans
les entrailles de ses fruits.
Les rosiers attendent, sans fleurs. Ils ont déjà souffert.
Peur de voir l’effondrement sur les lèvres des plantes, sur l’attente des arbres.
On ne veut pas assister à ce désastre.
On ne peut pas voir les arbres mourir.
L’histoire est vierge de tout soupçon.

 

Desórdenes

El sol ha salido como un destino.
La respiración ardiente del asfalto es un desajuste térmico.
Hemos distendido la conciencia
Nos tragamos la urgencia
Las cigarras francas
Nunca desengañadas aullando su canto la canícula los sistemas cerrados el mediodía elemental
El ardor de nuestras preguntas – cigarras cigarras invisibilizadas
Y preguntas insulsas conversaciones anodinas palabras sin interés
La naturaleza desvía el cuestionamiento humano
La soledad a fin de cuentas tiene más densidad
La canícula es una ofrenda invertida
El sur organiza el recorrido tortuoso por huertos de albaricoques y olivos
El sur nos lleva
El verano es un escrúpulo del cielo
Nos acerca a la tierra y al agua sumergiendo en ellas nuestro cuerpo desestabilizado sin fundamento sin familia pero con rostro telescópico
Los cipreses marcan los caminos baldíos
Y el bosque exhala su frescura de virgen
Y las viñas tienen denominaciones protegidas pero no falta ninguna cigarra
Colinas remansadas de robles bajos de nuestras miradas de fieras de nuestros trayectos de asfalto y de árboles desequilibrados
Un gran roble muerto pierde sus brazos uno a uno junto a la carretera
Un animal se congela en nosotros en total contradicción con las cigarras
La higuera forma frutos sistemáticos
Abiertos enrojecen
Las cigarras entonan un verano turgente
El espacio se hace escaso.
Una aberración de tierras devastadas y sin agua.
Sólo la higuera sigue produciendo higos. Jadeando con ahínco. Avispas y hormigas en las entrañas de sus frutos.
Los rosales esperan, sin flores. Ya han sufrido.
Miedo de ver el colapso en los labios de las plantas, en la expectación de los árboles.
No queremos ser testigos de este desastre.
No podemos ver morir a los árboles.
La historia está libre de sospecha.

 

***

 

 

Collines virant au brun. De loin en loin chênes bruns. Criblés de sécheresse. Nous accusant.
Crevant innocents de notre inconséquence. Sans voix. Alors on parle pour eux, ne peut s’en
empêcher. Les pieds dans le calcaire. On ne sait pas pourquoi tel chêne plutôt qu’un autre, on
ne sait pas. Buis secs et jaunes. Grands arbres, colosses au pied d’argile, vaincus de canicules
et de sécheresses, immobiles et de mort lente. Taches brunes de loin en loin. Chênes
facultatifs et nécessaires. Explosion d’automnes en plein juillet à contre-courant, quelque
chose d’anormal qui nous poursuit, toutes cigales stridentes un peu avant midi, dans la chaleur
écrasée.

Une tache marron, incongrue, automnale en été, cela cache un dérèglement lent, un total
abandon de la matière, qui n’attend que la fin dernière. Les chênes virant au brun sont notre
honte et notre parjure. Ne nous accusent même pas, vaste leurre. Ne pas anthropomorphiser.
Laisser être. Laisser mourir. Parmi cigales cinglantes.

Collines brunissant au loin. Chênes comme d’automne. On marche dans la campagne de
juillet, et de loin en loin chênes roux avant l’heure, harcelés de sécheresse et de canicule,
mourant lentement, piégés.

Arbres brunis, arbres-totems, feuilles déshumanisées, accablement des matières, entre bories
et murets de pierres. Taches brunes hurlantes. Grands arbres pourtant, s’effondrant dans les
chaleurs. Désactivation de la patience. Automnes factices en plein juillet, mort annoncée,
histoires ourdies de tous les dérèglements humains, et chênes innocents qui en subissent les
conséquences, ne disant rien.

Alors on parle à leur place, on ne peut pas s’en empêcher, dans l’inutilité la plus complète
mais pour ne pas succomber de complicité.

 

 

Colinas que se tornan marrones. Robles marrones a lo lejos. Acribillados por la sequía. Acusándonos. Muriendo inocentes por nuestra incongruencia. Sin voz. Así que hablamos por ellos, no podemos evitarlo. Con los pies sobre la piedra caliza. No sabemos por qué un roble y no otro, no lo sabemos. Bojes secos y amarillos. Altos árboles, colosos con pies de arcilla, derrotados por canículas y sequías, inmóviles, agonizando lentamente. Manchas marrones a lo lejos. Robles opcionales y necesarios. Explosión de otoños en pleno julio a contracorriente, algo anormal que nos persigue, conjunto de cigarras estridentes poco antes del mediodía, en el calor aplastante.


Una mancha marrón, otoñal e incongruente en verano, esconde un lento trastorno, un abandono total de la materia, a la espera de su final definitivo. Los robles que se tornan marrones son nuestra vergüenza y nuestro perjurio. Ni siquiera nos acusan, como un vasto engaño. No antropomorfizar. Dejar ser. Dejar morir. Entre cigarras mordaces.


Colinas que se tornan marrones a lo lejos. Robles como de otoño. Caminamos por el campo de julio, y a lo lejos los robles enrojecen antes de tiempo, acosados por la sequía y la canícula, muriendo lentamente, atrapados.

 

Árboles quemados, árboles-tótem, hojas deshumanizadas, materiales anonadados, entre cabañas y muros bajos de piedra. Aullantes manchas marrones. Altos árboles, sin embargo, derrumbándose en el calor. Paciencia desactivada. Otoños falsos en pleno julio, muerte anunciada, historias tejidas de todos los desatinos humanos, y robles inocentes que sufren las consecuencias, sin decir nada.


Así que hablamos por ellos, no podemos evitarlo, totalmente inútiles pero para no sucumbir de complicidad.

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