ANA HERRERA estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México, y Letras Inglesas en la UNAM. Da clases de español, ha colaborado con revistas como NEXOS y es asistente de investigación en el Centro de Estudios Críticos y Feminismos (CECRIGE) de la IBERO. Desde otoño de 2025, cursa la maestría en estudios interdisciplinarios y humanidades experimentales en NYU.
I.
basta la memoria
de la luz
de media tarde
que se cuela
por mi ventana
y descansa
en mi espalda.
II.
un dedo traza un pómulo
casi tan sutil
casi tan suave
casi tan frágil
como la uña de una garza
que roza, apenas,
la superficie
del lago que cruza
volando
unos instantes después
de haberse metido el sol.
III.
florecer
como lo hace
un cactus.