ANA C. TRICULESCU, también es conocida en redes sociales como @Ana_LaEscribePoemas. Su obra poética se sumerge en los contrastes de la naturaleza y la experiencia humana, explorando temas de amor romántico, migración y feminismo, transformación y resiliencia. A través de sus versos viscerales, busca dar voz a historias intensas y profundas, invitando al lector a reflexionar sobre el dolor, la esperanza y la belleza que emergen incluso en las situaciones más dramáticas. Su escritura se caracteriza por una sensibilidad que conecta lo íntimo con lo universal, y es su anhelo que cada poema encienda una chispa de empatía e inspiración en quienes lo leen.
Lo que Darién reclama
(Historias migrantes #1)
Aunque te he vivido
desde adentro,
Darién, me has matado;
me has robado la existencia
y me he quedado en tus entrañas.
Soy ave,
surcando el aire,
buscando cielos despejados,
de paz,
sin tempestad.
Soy mono,
brincando libre
de palo en palo,
buscando encontrar
los frutos más jugosos.
Soy agua —
soy río y soy mar.
Y aunque han tratado de desviarme,
sigo buscando
mejores costas.
Soy tronco
de un árbol centenario
que han tumbado
sin razón ni piedad,
pero pretendo florecer
de nuevo,
directo desde la raíz.
Soy madre
que ha perdido a su niña
en la selva.
Soy ave y soy mono,
soy agua y soy tronco,
fui madre.
Darién, me has matado.
Lo que Darién reclama
(Historias migrantes #2)
Selva densa,
verde oscuro,
esmeralda,
salpicada de colores
vivos, llenos de alegría
que contrastan
con la pena y la agonía
que se vive en tus adentros.
Silencio interrumpido
por los pájaros que cantan
y por gritos de las madres
que han perdido a los suyos;
por el llanto de los niños
que, por hambre y pies con llagas,
ya no pueden caminar.
Selva densa,
bello bosque,
mar de verde exorbitante,
te has convertido en tumba
del migrante.
Lo que Darién reclama
(Historias migrantes #3)
Darién vendió veneno
con etiqueta de esperanza.
¿Cómo dibujas rayuelas en el fango?
¿Y cómo se devuelve una niñez robada?
¿Cómo consigues ser de nuevo virgen?
¿Y cómo borras lágrimas calladas?
¿Cómo podría cerrar yo
un duelo ajeno?
¡Ay, selva!
Cuánto daño,
cuánto dolor y sufrimiento
en tu seno.